Capítulo 29:

Esa noche al acostarse Sam no puso la almohada en el centro de la cama. Pensaba que ya había respeto suficiente para que Marcos no saltara a la primera de cambio. El baile bajo la lluvia le había demostrado que confiaba en él muy a su pesar. Y nadie podía negar la atracción inevitable que existía entre ellos. Había sido un momento bien bonito. Marcos le había demostrado que era un excelente bailarín. Permanecieron bajo la fina llovizna durante tres canciones más, completamente empapados pero bien felices.

En el mes y pico que llevaban trabajando juntos Sam nunca había visto ese brillo en su mirada. Un brillo de total deleite. Y saber que esa luz la provocaba ella la hacía sentirse muy femenina. Muy consciente de que ese hombre le gustaba y de que los latidos de su corazón se alteraban cuando lo tenía cerca. Pero todavía era prudente. Podía ser muy extrovertida en muchos aspectos pero a la hora de entregar su cuerpo de forma física, se detenía.

Estuvieron hablando de cosas banales
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP