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CAPÍTULO 2: Desafiando a Phantom

En el ático de un almacén abandonado a las afueras de su comunidad, lleno de pintadas y grafitis; oculto de los guardias de la ciudad. Los cinco chicos habían creado un espacio para desarrollar al máximo su creatividad y poder hurgar en los procesadores de red que provenía de la corporación hacia la zona exclusiva. Evidentemente, esos accesos eran todos clandestinos, ya que las comunidades de la zona menos favorecida no tenían permitido su uso.

Esa era la única manera que ellos habían encontrado para satisfacer su curiosidad por la tecnología y conectarse con el nuevo mundo. Toda la cultura de la era pasada la encontrabas a disposición virtual, veían noticias, videos divertidos, tutoriales, absolutamente todo al alcance de sus manos, pero sustraído de manera oculta por miedo a ser descubiertos por los "Phantoms". Ellos eran los guardias virtuales de toda la colmena cibernética principal, la "Hive", como era llamada comúnmente. Era muy difícil ocultarse de ellos, lo podían ver todo; habían sido programados con la única finalidad de eliminar tu existencia virtual en cuanto te encontraran buscando información que estaba prohibida para tu IP.

Carter y Enzo, eran los técnicos en sistemas de todo el grupo, se habían dedicado a estudiar durante años con los tutoriales suministrados secretamente por la "Fake web", esa era la red que se utilizaba por lo bajo entre los jóvenes de las comunidades pobres. Por ese motivo eran los que tenían mayores conocimientos de programación, y habían desarrollado un recurso que les permitía ocultarse a plena vista, lo llamaban "Shadow". Este era un programa que se ocultaba tras las búsquedas realizadas por cibernautas de la zona exclusiva, podían ver millones de ellas correr dentro del programa y de esta manera dar clic a la que les interesaba y verla en simultáneo con el usuario real.

Esa noche, con la idea revolucionaria ya surcando sus mentes, el encuentro se había dado para investigar mejor esa brecha encontrada por Brice. Él era un hacker amateur, que si bien es cierto no tenía las habilidades para hacer una inmersión profunda en la red y quebrar códigos de ingreso globales, siempre podía chapotear un poco en esa inmensa piscina de datos. Así es como hacía unas noches atrás había dado con esa pequeña brecha, y ahora junto a Enzo y Carter la estaban desmembrando para encontrar la mejor ruta con códigos dañados que les abriera las puertas a la Hive.

- Creo que por aquí podremos transitar de forma libre, revísalo Carter - indicó Enzo tecleando en su dispositivo de generación actual, él y Carter eran los únicos con este tipo de equipo. El primero porque en la casa donde su padre era tutor se lo habían regalado en lugar de desecharlo, y el otro porque su madre era trabajadora esencial en una de las fábricas, y se lo había ganado en un sorteo de la empresa.

- Te estoy compartiendo la serie de códigos que acabo de descifrar, según su programación hay una ruptura con suficientes datos para permitirnos entrar si estamos bien ocultos. - Respondió Carter, ingresando comandos con su teclado holográfico a toda velocidad.

- Lo veo... ¡Esto es fantástico! - Casi grita Brice, emocionado, parado detrás de ambos, mientras se pasa de uno a otro, observando a detalle todo lo que hacen en sus equipos. - Es increíble lo rápido que van estos dispositivos de nueva generación - dice dando un golpe al suelo con el botín - Ya quisiera tener uno, sería una luz en la red.

- No sé si te convenga ser una luz, Brice - bromea Dome. - ¡Recuerda que los Phantoms lo ven todo! - Dice sarcástica señalando el cielo, como si hablara de alguna deidad.

- ¡Domeka! - Susurra con asombro, Galah - ¿Cómo dices esas cosas? - Haciendo alusión a su expresión religiosa, mientras seguía mirando por el telescopio hacia el cielo generado holográficamente, así podía admirar más allá de las luces palpitando artificialmente. Esa era su pasión, investigar sobre esas constelaciones de las que se hablaban en los textos de hojas físicas que habían quedado de épocas antiguas y luego pintarlas en su bitácora. Quedaban pocos libros físicos en la actualidad, la guerra había destruido muchos artículos físicos, pero sus padres que habían sido bibliotecarios tenían varios estantes en casa llenos de ellos.

- Era broma, Gal, pero es lo que se piensan los de la Corporación... Creen que están por encima de Dios. ¡Me enoja demasiado todo eso! - comenta desfogando mientras le va dando unos golpes a su saco. Dome, había llevado sus implementos para practicar Muay Thai al almacén, porque en su casa siempre se quejaban del sonido seco de los golpes y a su madre le alarmaba que un día se tire el techo abajo. Entrenaba desde los 5 años junto a Brice, que era peleador de vale Todo. Ambos lo hacían con el claro objetivo de usarlo como defensa personal el día que sus ideas revolucionarias así lo requirieran, y parecía que estaba llegando ese día. La emoción la embargaba en cada golpe asestado.

- ¡Lo logramos! - Gritó emocionado Brice, mientras chocaba mano con los dos chicos que se estiraban en sus asientos luego de la tensión del momento. - ¡El pasaje ha sido habilitado! Hemos encontrado los "Nest"; ¡buen trabajo, chicos, ustedes son lo máximo! - Las chicas se acercaron corriendo y todos chocaron manos otra vez, se pusieron por detrás de Enzo y Carter para mirar lo que habían estado haciendo mientras les explicaban a detalle lo que debería suceder en adelante.

- Eso quiere decir que necesitaremos un Hacker experto - indicó Galah mirando a Brice.

- ¡Sí! Esto no es trabajo para mí, debemos ser cautelosos. Alguien con excelentes habilidades es el único que nos podrá ayudar. - Mencionó Brice empezando a caminar dubitativo por todo el ático. Necesitaban a alguien en quien pudieran confiar, porque tendrían que revelar parte del plan para que creara las "Key Drives" exactas, si no los Phantoms los localizarían y la incursión terminaría muy mal. De pronto Dome y él se miraron, lo habían resuelto.

- ¿Estás pensando lo mismo que yo? - Preguntó Domeka emocionada.

- ¡Sí! - Gritó Brice e hicieron unos pasos de breakdance combinado. Los demás los miraron divertidos. - ¡Tenemos un hacker! - Dijeron ambos mientras seguían bailando. Los otros tres lanzaron aplausos y ovaciones que resonaron en el ambiente.

Brice y Domeka eran amigos de infancia, habían nacido y crecido dentro de esa comunidad. Por otra parte, Carter, Enzo y Galah se habían ido agregando poco a poco, fueron llegando durante la adolescencia de ambos. El hacker del que hablaban los dos, era un amigo suyo que se había ido antes que se unieran los demás, y estaba rodeado de misterio. Hacía muchos años que habían dejado de verlo; solo podías contactarlo si conocías su apodo en la clandestinidad. Brice tomó su dispositivo y empezó a buscar, sus dedos volaban por la pantalla, pasados unos 15 minutos se estiró y acomodó en su puff dispuesto a esperar. A los pocos segundos una vibración en la pantalla lo alertó y sus dedos volvieron a volar por las teclas.

- ¡Listo! - Dijo emocionado - ¡Él nos ayudará! - Todos se miraron entre sí, lo habían conseguido. El camino hacia la libertad empezaba a vislumbrarse ante ellos.

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