Era aún de madrugada cuando se escucharon los golpes por los cuatro puntos cardinales. Brice saltó de la cama aturdido por los gritos de la gente y el llanto de los niños, miró su reloj de cabecera y eran apenas las 5 am. Se asomó por la ventana y decidió correr escaleras arriba hasta su azotea, desde ahí tendría una vista perfecta de lo que pasaba a ambos lados de la calle. Se quedó petrificado cuando vio los Troockers estacionados a lo largo y ancho de la comunidad o al menos hasta donde le daba la vista. Safers bajaban corriendo de ellos y se metían dentro de las casas, iban rompiendo puertas a diestra y siniestra. Sacaban a rastras a la gente, los golpeaban en la cabeza y rostros; prácticamente, los dejaban inmovilizados. Era una visión terrorífica, de pronto, se emite una luz desde la muñequera que tiene en el brazo, abre un compartimento y saca una especie de tapita plana y lo coloca en su cabeza detrás de la oreja.
- ¡Carter! ¿Estás viendo esto? - Pregunta y el nerviosismo está latente en su voz.
- ¡Sí, desde el bloque puede verse todo! - Susurra Carter - Ya están aquí, te hablo después…
- ¿Carter? ¡Carter…! - Lo llama casi a gritos, pero él ya cortó la comunicación. Brice se quitó el audífono adhesivo y sigue observando, sabe que en cuestión de minutos estarían tirando la puerta de su casa. Al menos le consuela saber que todos los artículos considerados “posiblemente sospechosos” los tienen en el almacén; aunque conociendo a Carter no lo daría por sentado. Su curiosidad por la cibernética no tenía control. Se decide por hacer otra llamada y cuando va a sacar el adhesivo ve el rostro de Dome en la muñequera. Lo estaba llamando.
- ¡Brice! - Dice asustada - se han llevado a los vecinos… a todos. — Respira profundamente - entraron aquí, rompieron la puerta, han destrozado y dado vuelta a todas las cosas en la casa. ¡Odio estas redadas!
- ¿Estás bien? ¿Les ha pasado algo a ustedes? - Se precipita a preguntar.
- ¡No! Bueno a mamá la azotaron contra la pared y tiene una herida en la frente, un pequeño corte - fuera de eso ya está bien, se lo acabo de curar. ¿Qué crees que estén buscando?
- Lo mismo de siempre… “Presuntas actividades ilícitas”, si no nos trataran como desecho humano… Dome, debo dejarte, se acercan… Bajaré a ver que estén bien… — Se escuchó el ruido de sus pies al correr y se cortó la comunicación, Dome se quedó mordiéndose una uña con ansiedad.
Brice llegó al primer piso en el momento exacto en que los Safer irrumpieron en su hogar, su mamá y Aitana estaban en la sala y se pusieron de pie con las manos detrás de la cabeza. Su sorpresiva entrada a la sala hizo que los Safers cambien a modalidad “Alerta”, sus cabezas empezaron a emitir una luz anaranjada intermitente justo en el centro de su frente y sus ojos se tornaron más amplios; la esclerótica se volvió negra y solo el iris permaneció en color azul. Sus voces mitad humana y robótica resonaron en el salón, ambas mujeres entraron en pánico y trataron de moverse pero fueron forzadas a acostarse en el suelo boca abajo, los Safers las aplastaron con sus pesadas piernas y apuntaron el enorme cañón de plasma a sus rostros. Las luces que emiten las amplias bocas de sus armas reflejan el terror de sus ojos y en ese instante empiezan los gritos casi ininteligibles.
- ¡Por favor! Es solo un niño - grita la mamá, - ¡no le disparen!
- ¡No le hagan daño! Solo bajó las escaleras… ¡Por favor, no se lo lleven! ¡No es una amenaza! - dice la tía.
- ¡Silencio Habitante 2! ¡Silencio! - Grita uno apuntando más cerca el cañón a la cara de Aitana.
- ¡Habitante 3, comportamiento potencialmente peligroso! - dice otro.
- ¡Comportamiento potencialmente peligroso! ¿Dónde estaba, Habitante 3? - Reitera otro Safer.
- ¿De dónde ha salido, Habitante 3? Responda a la pregunta o tenemos autorización de eliminar amenazas - grita el que parecía ser el líder.
- ¡Habitantes 1 y 2! Silencio o se eliminarán amenazas de forma inminente. - La oscuridad de sus inexpresivos ojos transmitían miedo. En esas circunstancias, Brice lo sintió surcar su espalda como una lanza de hielo.
- Solo bajé de mi habitación… ¡Lo juro! - Respondió con voz temblorosa por el odio contenido. El ver a su madre y tía así le generaba furia, pero panico a la vez, pensaba que las podían matar. - Ellas no tienen nada que ver, ¡deben soltarlas! - Grita él. Un Safer se acerca agresivamente, lo tumba al suelo de una patada en el pecho y apunta su cañón a la cara. El dolor lo invade, piensa en ponerse de pie, pero sabe que dañarán a su familia.
- ¡Revisión del perímetro! - Grita el líder de escuadrón, mientras levanta el brazo y dibuja con el dedo una esfera en el aire.
- ¡Que las suelten, ya! - Grita Brice - ¡Están destrozando todo! - El Safer que se quedó con él, lo golpea con el arma en la boca, ese sabor metálico de la sangre le inunda el paladar.
- ¡Silencio Habitante 3, o procederemos con la exterminación! - La imagen holográfica del supuesto rostro humano, inexpresivo, acompañado de esos ojos azules en un fondo negro, de tamaño anormal, parecen perforarlo.
- ¡En Proceso! - Los Safers hablan a una voz. Empiezan a romper puertas, muebles y todo lo que hay alrededor; asimismo, suben al segundo piso repitiendo las acciones. Finalmente, bajan sin encontrar nada peligroso, de forma automática cambian a modalidad “Agente”, y su aspecto es el mismo que cuando entraron. Sus rostros holográficos con el aspecto del amigable policía, son como una burla constante.
- ¡Gracias, gracias! - sollozan ambas mujeres, aún aplastadas en el suelo.
- ¡Que las suelten, malditos! - Patalea Brice, el Safer lo había tomado por el cabello para arrastrarlo y ponerlo de rodillas donde estaban ellas. La boca y el pecho le escocían, pero la ira podía más.
- ¡Bien hecho Habitantes, es un hogar ejemplar! Sigan manteniendo el orden de la comunidad, para evitar futuras redadas. - Concluye el líder. Con una seña moviliza a todo el escuadrón y salen corriendo de la casa camino a la siguiente.
La Sra. Spencer se levantó rápidamente y corrió a buscar el botiquín, pero entre tanto desastre fue difícil de encontrar. Aitana corrió al baño y trajo una toalla mojada para limpiar la sangre que salía descontrolada de la boca de Brice. La madre, frustrada por ver el estado de la casa se ha quedado llorando en su habitación sin encontrar el botiquín. Los otros dos en la sala la siguen mirando con pesar, pero prefieren dejarla un momento sola. Finalmente, encontraron el botiquín debajo de varios restos de muebles, cauterizaron la herida de Brice, y le pusieron en el pecho un adherente que funcionaba como removedor de sangre coagulada; para evitar contusiones y hematomas. El golpe había sido bastante fuerte, aún lo sentía en el pecho y se quejaba constantemente, así que las mujeres de la casa decidieron que dejara de hacer fuerza y lo enviaron a descansar. Al entrar en su cuarto, la ira se apoderó de él nuevamente, todo estaba destrozado. Ver las escenas de su vida, pisoteadas o desg
La nación, desde que ellos la han conocido, ha estado dividida en dos; los privilegiados y los más desafortunados. Ambas partes vivían en una segregación constante y marcada, pocos recordaban cómo se inició, era raro encontrar a alguien que les pudiera decir a ciencia cierta el momento exacto en que se llevó a cabo la separación. Sin embargo, nunca se pudo negar la existencia de esa transformación en la sociedad y cómo empezó a afectar a la nación entera.El Gobierno, no fue partícipe directo, mas tampoco pudo ser el estratega de un cambio que permitiera anular estas diferencias entre ambos grupos. La realidad aunque fuera dura de aceptar, era que se habían perdido por completo los valores dentro de la sociedad como tal y en su lugar se había desarrollado una desigualdad que golpeaba enérgicamente y sin medir consecuencias.Debido a ello, tuvo origen el instante en que los habitantes de la zona no privilegiada se encontraron encerrados al interior de sus muros de pobreza, y fue que co
El día por fin había llegado, Brice y los chicos se estaban reuniendo en el almacén para llegar juntos a la fábrica de las afueras donde los recogería la Van enviada por Gale. Lucían nerviosos y emocionados al mismo tiempo, nunca habían “cruzado al otro lado”, ya que las condiciones de pase eran poseer una tarjeta holográfica autorizada. Los únicos que tenían este tipo de identificación eran los trabajadores esenciales, las personas necesarias para realizar labores de desarrollo dentro de esta zona o empleados de personas importantes de sociedad (como era el caso del padre de Enzo). —¿A qué hora te dijo que estarían aquí? —pregunta Galah mientras se muerde la uña con desesperación.—Tranquila, todo saldrá bien —responde Brice y le pasa un brazo sobre los hombros para reconfortarla —¡Ya están aquí!—. Le hace una seña con la cara hacia una de las esquinas de la enorme fábrica. Todos miran asombrados la lujosa Van, no saben si por ella serán atrapados o les dejarán el pase libre; es muy
Se miran unos a otros mientras están de pie frente a una enorme puerta alta y quizás un poco más angosta de lo normal. La Van transitó por un camino largo rodeado de jardines amplios, con bancas, canchas, piletas y demás. El tamaño del espacio exterior de la casa era casi la cuarta parte de la comunidad donde ellos vivían, definitivamente era algo inaudito tener tanto espacio para que viva una sola persona, o es lo que pensó Carter.La puerta se abrió lentamente, y un androide muy parecido a los Safers apareció frente a ellos. Los miró con cierta ceremonia, les dio la bienvenida y los invitó a pasar al salón de espera, ya que el señor de la casa estaba ocupado en una reunión. El salón era enorme, tenía un amoblado moderno y sofisticado. Tomaron asiento en uno de los sillones, pero no pudieron evitar recorrer el espacio con rostros llenos de asombro, era fantástico ver todo eso, algo a lo que no estaban acostumbrados.Gale caminaba en la habitación iluminada a medias, se veía su siluet
Las habitaciones eran gigantes y espléndidas, estaban en un edificio aparte al del salón. Se encontraba cruzando un jardín con una piscina temperada, era como una casa, tenía todos los ambientes de una, más las habitaciones en los niveles superiores. Cada uno entró al cuarto que les designó el androide, les indicó cómo usar los baños, que se sientieran como en casa y se retiró rápidamente.Empezaron por probar las duchas y eran realmente increíbles, programaban los productos que usarían para el aseo, el nivel de agua y de temperatura en una pantalla integrada a la pared de vidrio templado de la misma; entonces, en la pared interior se abrían unos niveles donde ponian la mano y liberaba el producto elegido con anterioridad. Si no deseaban más debían retirar la mano y así sucesivamente, una maravilla. Al final en el vidrio interior salía una pantalla con opciones de secado y según lo que eligieras te secaba al frío o calor. La vida rodeado de tales comodidades, era mucho más sencilla.
La música era excelente, el DJ —uno internacional, y muy famoso —estaba haciendo las mejores mezclas de progressive, house y electrónica. Los chicos se sintieron contagiados por el ambiente. Según les contó Gale, habían varias eminencias del Hackeo, pero por obvias razones no podía revelar las identidades. Todo el ambiente donde se estaba dando la fiesta tenía una proyección de una galaxia, con sus planetas, estrellas, constelaciones, agujeros de gusano, etc.; hasta podías atravesarlos con la mano. Definitivamente estaban al otro lado de su universo, no le llamaban “Zona Principal”, en vano.Los chicos trataron de mezclarse y no caminar con bocas abiertas por todo el lugar; mirando las vestimentas, estilos, dispositivos, maquillajes. Lo cierto es que la gente los miraba a ellos porque su simpleza llamaba más la atención. Decidieron sentarse en uno de los boxes colocados en la esquina del enorme jardín, para observar tranquilamente y poder comentar.Gale los observaba mientras convers
Los recuerdos de la fiesta lo atormentaban, ver a Dome al lado de Gale bailando tan cerca, hablándose al oído, pequeñas caricias y toques que se habían dado el uno al otro mientras disfrutaban de la noche. Inclusive, Dome se había animado a pasar por la cabina de tatuajes nano luminiscentes, eran diseñados con tinta que se podía modificar a gusto y color con un aplicativo desde tu dispositivo; estos tenían su propia luz en espacios oscuros y se veían excelentes.Brice, acostado en la enorme habitación no escuchaba la música porque el edificio estaba construido con paredes insonorizadas. Eran las 4 am según la proyección que flotaba sobre la mesa de noche, al lado de la cama. Se preguntaba insistentemente si Dome ya estaría en su habitación o seguiría con Gale en los jardines, esa incomodidad que le escocía por dentro lo molestaba tanto, se movía de un lado a otro en la cama, hasta calor había empezado a sentir; tanto así fue que el termostato automático de la habitación registró el ca
Gran parte del día lo pasaron descansando en sus habitaciones, eran tan cómodas y ellos estaban tan agotados por la fiesta de la noche anterior. A eso de la 1 pm, Pryor empezó a buscarlos uno por uno, aunque a Dome la encontró en la habitación de Brice; eso llamó su atención y como buen Androide de Asistencia, se lo contó a Gale. Luego de almorzar se tumbaron a descansar en las perezosas alrededor de la piscina, al menos hasta que su estómago regresara a su proporción natural.Fuera de la piscina comunitaria, que siempre estaba atestada de gente y parecía un charco en la tierra, nunca habían estado en presencia de una masa de agua tan cristalina y pura. Era el paraíso, no se calentaba ni se ponía helada, tenía la temperatura correcta mientras el día pasaba y el estado del clima variaba. Sin duda, una estrella más a la tecnología, por supuesto, a la que ellos tenían prohibido el acceso; además, de ser económicamente inalcanzable.En esas horas, Gale buscó la cercanía a Dome la mayor pa