—Se estarán preguntando qué hay en los demás, ¿cierto? —observó con una sonrisa de superioridad —. Pues bien, hay algunos regalos para ustedes. Le dio una orden a Pryor, con un movimiento de cabeza, y este empezó a repartir las cajitas.Se quedaron observando las cajas abiertas sin poder caber en su asombro. Gale se puso de pie y Dome saltó a sus brazos entusiasmada. Brice no se lo tomó muy bien, pero bueno, les había hecho unos regalos magníficos, el maldito.—Brice, esos son los lentes de realidad virtual que estaban en tu habitación, espero te hayas divertido usándolos—. Dijo con una sonrisa que parecía honesta. El chico se puso de pie y se dieron un abrazo—. Galah, según me comentaste te gusta mucho leer, así que espero disfrutes mucho con tu regalo —continuó.—¡Son increíbles! —mencionó emocionada mientras revisaba los lentes traductores, estos servían para todo lenguaje escrito y hablado.—¡Enzo, espero que también te guste el presente! —dijo sonriendo amablemente. —¡Estoy muy
Las Guerras Globales trajeron consigo la desazón, el desconcierto y la desconfianza. Antes de ello la Nación y muchos otros países del mundo se encontraban unificados y participando activamente por el bienestar común, tanto social como económico; con la única intención de mantenerse interconectados para asegurar el desarrollo.En medio del caos de las Guerras, las autoridades del mundo no fueron capaces de entender la manipulación por la que estaban atravesando, solo vieron que la ayuda que se necesitaba para afrontar la crisis se la presentaron en una bandeja de plata —y que costosa estuvo —las empresas se fueron a la quiebra, prácticamente, en los primeros meses desde que estas tuvieron inicio.En su mayoría eran empresas a las que esta nueva economía; oscilante, medio paralizada y en crisis, se las llevó en picada. Puesto que los grandes inversionistas se retiraron o simplemente abandonaron esas fuentes de ingresos, para apostar por un mercado que, en ese momento exacto, estaba en
Las primeras actualizaciones fueron del sistema, simplemente llegaban mediante un mensaje pop up y no requerían de nada elaborado mas que una selección de opciones. Luego, llegaron las mejoras en los dispositivos, mayor capacidad de almacenamiento, resolución, dispositivos más duraderos y de sofisticada fabricación, pero no todos podían acceder a ellas por los costos, entonces, dieron cara a la Primera Purga.El siguiente paso en la cadena fue con la integración de sistemas de reconocimiento nacional, o sea el ahora renovado y renombrado Gobierno se unió al desarrollo. Esta funcionalidad se implementó para facilitar el acceso a información sensible y personal dentro del sistema y programación de Axess, de forma que ahora te sirviera para identificarte en diferentes instituciones, ante autoridades y organizaciones con las que tuvieras que relacionarte o de las que tuvieras que depender para su uso. A esa la bautizaron como la Segunda Purga.Finalmente, llegó como un tsunami la Tercera
La lucha que se dio en esa semana fue cruenta y desalmada; las fuerzas del orden acordonaron la Zona Cero con tal destreza que los obligaron a replegarse hasta su muro divisorio. Después de varios días tratando de recuperar el espacio perdido se dieron cuenta que ya no tendrían opciones y se apostaron en plazas, calles, comunidades y todo lugar que pudo darles una buena visión durante las batallas. Las cosas se pusieron más difíciles cuando algunas casas fueron bombardeadas, personas cayeron en el fuego cruzado y los cuerpos quedaron destrozados o baleados por doquier; por lo que se planeó atraerlos hasta las afueras, donde sólo había escombros y destrucción. Los restos que dejaron las pasadas Guerras.Las fuerzas del orden llevaron armamento sofisticado, producto de las GG (Guerras Globales), pero de igual manera los rebeldes estuvieron provistos de todo tipo de armamento, por lo que siguieron cayendo, en ambos bandos. Los restos fueron trasladados a unas facilidades destacadas en la
Sentados en el almacén esperaron por Carter y Galah que estaban retrasados. Brice observó a Dome que estaba sentada en una esquina, mirando su dispositivo con rostro emocionado, se enteró que estuvo hablando con Gale desde que regresaron. Y del beso que se dieron en su casa no han conversado ni lo han repetido. Se ha sentido un poco frustrado, pero sabe que ese día no debe tener en la mente ninguna cosa que lo distraiga del verdadero motivo de su reunión; además, Carter le dijo que tiene algo que comentarle a él primero, para acordar si sería bueno compartirlo con todos ahora o más adelante.Llegaron los dos al mismo tiempo, Carter conducía su moto híbrida de gama media (estos eran vehículos que podían ser conducidos de forma autónoma o manual). Galah llegó algo despeinada y aún nerviosa, porque el chico prefería conducir de manera manual, y eso siempre le volaba la cabeza. Subieron con los cascos bajo el brazo y la chica alisando su cabello con la mano, saludaron y decidieron dar com
En una sala de reuniones amplia, cinco sillas ergonómicas de oficina ocupaban un solo lado de una larga mesa colocada de forma horizontal, con vista directa hacia la puerta que está al frente. Un par de metros delante de la entrada, dando cara a la mesa, había un sillón muy cómodo con una mesa alta donde un café, un vaso con agua y un plato con pequeños dulces reposaban tranquilamente. La oficina era elegante, sofisticada, pero sobria, los colores entre grises y azules en tonalidades mate hacían una combinación muy moderna. Algunos cuadros enormes en las paredes, adornos, premiaciones y pocos muebles; además de un bar, le daban armonía a la habitación. Las paredes eran de vidrio acústico, y tenían una especie de cubierta difuminada, porque desde adentro podías ver hacia afuera, pero no a la inversa. Esa era una forma siniestra de ejercer control. En ese momento, en el hermoso mueble que estaba casi al centro del salón, un hombre pulcramente vestido miraba su reloj de oro por tercera
Dome bostezó mientras salía de su habitación, vestía un top corto y un short pequeño. El calor aún no se sentía, pero no tardaba en ser verano. Salió arreglando su cabello semi despeinado y lo ató en una coleta alta, bajo las escaleras y fue hacia la cocina arrastrando las pantuflas por el suelo.—¡Buen día! —le saludó su mamá, y la miró de arriba hacia abajo—. ¿Cómo dormiste? O mejor dicho ¿dormiste?—Algo… estaba hablando con Gale ¿te acuerdas de él?—. La madre puso cara de fastidio.—Ese muchachito maleducado… Creí que había desaparecido… o muerto —comentó la madre con desinterés.—¡Aish, mamá!¿Por qué siempre haces comentarios tan terribles?—Creí que habías estado hablando con Brice… él sí es un buen chico.—En fin… ¿Trabajas hoy? —Sí, niña, ¿cuándo volverás a trabajar tú? Sabes que el dinero siempre nos viene bien—. Le recriminó.—Ya te he dicho que pronto conseguiré otro trabajo… es solo una transición —le dice cansada.—¡Pues ha resultado muy larga, Domeka!… Veo que tienes mu
Dome, se sentó en la sala de espera, el lugar ya no le causó el mismo impacto de la primera vez; en su lugar, se imaginó viviendo ahí cada día, y le pareció muy extraño. Si ella aceptara algún tipo de relación con Gale, seguro que le pediría que fuera a vivir ahí, y no estaba segura de que fuera lo suyo.—¡Srta. Breschia, aconpañeme! —dijo Pryor y dio media vuelta para guiarla —el Sr. Alcott la espera en el comedor principal.—¡Gracias, Pryor! —respondió y por un instante se sintió como la señora de la casa, le resultó incómodo hasta cierto punto. Nunca se había imaginado rodeada de tanta opulencia, ni cuando era pequeña y deseaba que su padre la recogiera y se la llevara hasta la Zona Cero.—¡Señorita! —dijo Pryor con una pequeña venia mientras con una seña le indicaba que pase por las puertas corredizas del comedor.—¡Gracias Pryor! —se sentía una autómata, ya hasta parecía un robot diciendo solo “gracias”, quizás estaba fuera de su elemento.—¡Buenos días bella! —la voz la sacó de