La Sra. Spencer se levantó rápidamente y corrió a buscar el botiquín, pero entre tanto desastre fue difícil de encontrar. Aitana corrió al baño y trajo una toalla mojada para limpiar la sangre que salía descontrolada de la boca de Brice. La madre, frustrada por ver el estado de la casa se ha quedado llorando en su habitación sin encontrar el botiquín. Los otros dos en la sala la siguen mirando con pesar, pero prefieren dejarla un momento sola.
Finalmente, encontraron el botiquín debajo de varios restos de muebles, cauterizaron la herida de Brice, y le pusieron en el pecho un adherente que funcionaba como removedor de sangre coagulada; para evitar contusiones y hematomas. El golpe había sido bastante fuerte, aún lo sentía en el pecho y se quejaba constantemente, así que las mujeres de la casa decidieron que dejara de hacer fuerza y lo enviaron a descansar. Al entrar en su cuarto, la ira se apoderó de él nuevamente, todo estaba destrozado. Ver las escenas de su vida, pisoteadas o desgarradas, en el suelo solo lo hacían reconocer los insignificantes números que eran para ellos. Vivir así era denigrante, pero esa era la realidad que debían soportar a diario.
Las horas pasaron entre levantar y volver a reconstruir toda su habitación, cuando terminó decidió recostarse en la alfombra de su altillo a observar el techo repasando los eventos de ese día. La situación se estaba poniendo más compleja, una redada así de improviso los habría puesto al descubierto si no tuvieran un escondite secreto. Qué estarían buscando los de la Corporación, por demás se sabía que ellos eran los que siempre organizaban esas faenas por parte de los Safers; esas máquinas infernales. Esta vez se habían llevado a varios inocentes, aunque si lo observabas a detalle, todos eran inocentes; las prohibiciones desmedidas eran las que forzaban a las personas a buscar la clandestinidad. Se detuvo a pensar en sus amigos, no los había contactado desde la madrugada que llegaron los guardias, y ya estaba por caer la noche; miró su muñequera y pensó en hacer una llamada grupal. De pronto, su puerta se abrió y la cabeza de Galah se asomó, los demás terminaron de apiñarse y empujar la puerta hasta que se abrió por completo.
- Pensamos que estabas durmiendo… ¡no queríamos incomodarte! - dice nerviosa.
- ¡Está bien Galah! Justo pensaba en ustedes, Estaba despierto… No pude dormir en absoluto. - Comenta Brice cabizbajo. Todos entraron y subieron al altillo, algunos a sentarse y otros a recostarse en la alfombra.
- Entraron a casa de todos - inició Galah, - un buen susto se llevaron mis padres, dejaron todo roto y regado por el suelo, los libros de la biblioteca quedaron desperdigados en todas partes y a algunos hasta les arrancaron los empastes. Rasgaron varios de mis lienzos, al menos no tocaron mis pinturas. - culmina desesperanzada.
- A mamá la golpearon contra una pared, también terminó muy nerviosa… Yo estuve a punto de enfrentarlos, pero mamá me detuvo del brazo y no me dejó moverme, ya se imaginarán cómo me sentí en ese momento. - comenta Dome, con el ceño fruncido y una mano en puño. - Se llevaron a varios vecinos, ancianos, adultos y niños; nada importaba, solo cargaron con todos como si fueran animales.
- Sí, lo pude ver desde nuestro piso, en el edificio también se llevaron a varios… Mamá y papá estaban aterrados, justo se iban para el trabajo, al menos no nos agredieron - agrega Carter con voz furiosa. - ¡Es injusto todo lo que nos hacen!
- Papá también estaba por salir de la casa, por poco y le pasan por encima. Lo estamparon contra la pared y luego lo obligaron a quedarse boca abajo en el suelo, lo mismo hicieron conmigo. Es tan denigrante. Esos números que usan para catalogar a cada integrante del hogar, es infrahumano. - agrega Enzo.
- ¡Tienes tanta razón! Yo estoy harto de esta situación, lo que nos hicieron hoy ha sido como la cereza del pastel. Quería destruirlos con mis propias manos, los rostros de los Safers me parecen aberrantes, es como una broma de la Corporación, - dice Brice y se queda pensativo. - ¿Esa habrá sido la razón para ponérselos?
- Yo también lo pienso algunas veces - menciona Dome. - Se las pusieron para amedrentarnos y hacernos sentir frustración cuando al verlos. - Todos asienten en silencio.
- ¿Saben qué les pasa? - pregunta Carter, revelando la inmensa curiosidad que siente. - Se llevan a muchos en cada redada, las prisiones deben estar repletas… son familias completas. Con los ancianos y niños sabemos que sucede, pero y los demás.
- No lo sé, nunca he conocido a alguien que haya salido de alguna prisión y familiares que los visiten menos, porque siempre se llevan a todos los integrantes. - Responde Brice, con una ligera sospecha en la voz.
- ¡Es cierto! - indica Enzo - no es posible saber qué sucede con esa gente, no hay alguien a quién preguntar y es muy sospechoso. - Todos vuelven a asentir, pero esta vez con cierta conmoción en los ojos.
- Se supone que tendrían que ser juzgados por un tiempo y luego liberados, o será que la nueva pena por uso ilícito de información es la muerte ¿saben algo de eso? - pregunta Carter.
- No que yo sepa, sigue existiendo la misma pena, son 5 años y luego deberían reintegrarse a la comunidad… a menos que encuentren otros cargos. - agrega Enzo.
- ¡Debemos hablar con Gale! - interviene Galah, con seguridad - ¡necesitamos hacer esto cuanto antes! La gente no puede seguir desapareciendo, los verdaderos criminales no pueden quedar impunes - observa a todos con convicción en la voz, eso los anima.
- Sí, - asiente Dome - debemos movilizarnos cuanto antes. - mira a Brice y este se pone de pie, toma su dispositivo y empieza a teclear sin descanso.
Ya estaba oscuro y en la habitación había luz tenue proveniente del alumbrado exterior del cielo holográfico y las luces internas de pequeñas lámparas colgantes en el techo de la habitación. Todos estaban comiendo, y riendo por las bromas que hacía Carter, la Sra. Spencer les había dejado unos bocaditos de su pastelería y bebidas de colores. Entonces, cuando estaba por caer la medianoche, se encendió la pantalla del dispositivo de Brice y sonó una notificación, este corrió y lo tomó del escritorio que estaba en la esquina.
- Gale dice que pasado mañana enviará una Van a buscarnos en la fábrica cerca a la garita de salida, ¡Llegó el momento chicos! Nos estará enviando indicaciones detalladas el mismo día - Todos miran a Brice y este tiene una amplia sonrisa. No es solo alegría, es la certeza de estar cerca a lograr su propósito.
Se quedan emocionados, pero pensativos, saben que las cosas nunca van a mejorar por sí solas; sus padres lo han esperado y sus abuelos lucharon por conseguirlo sin tener éxito. Está claro que hasta que no se tomen medidas drásticas, siempre reinará la división. Por esto, ellos debían asegurarse que su misión se llevara a cabo, eran los precursores de nuevas ideas de cambio, algo que hasta el momento no había trascendido en manos de sus predecesores. Sin embargo, ellos querían ser los primeros en alcanzar la emancipación y lo harían a toda costa.
La nación, desde que ellos la han conocido, ha estado dividida en dos; los privilegiados y los más desafortunados. Ambas partes vivían en una segregación constante y marcada, pocos recordaban cómo se inició, era raro encontrar a alguien que les pudiera decir a ciencia cierta el momento exacto en que se llevó a cabo la separación. Sin embargo, nunca se pudo negar la existencia de esa transformación en la sociedad y cómo empezó a afectar a la nación entera.El Gobierno, no fue partícipe directo, mas tampoco pudo ser el estratega de un cambio que permitiera anular estas diferencias entre ambos grupos. La realidad aunque fuera dura de aceptar, era que se habían perdido por completo los valores dentro de la sociedad como tal y en su lugar se había desarrollado una desigualdad que golpeaba enérgicamente y sin medir consecuencias.Debido a ello, tuvo origen el instante en que los habitantes de la zona no privilegiada se encontraron encerrados al interior de sus muros de pobreza, y fue que co
El día por fin había llegado, Brice y los chicos se estaban reuniendo en el almacén para llegar juntos a la fábrica de las afueras donde los recogería la Van enviada por Gale. Lucían nerviosos y emocionados al mismo tiempo, nunca habían “cruzado al otro lado”, ya que las condiciones de pase eran poseer una tarjeta holográfica autorizada. Los únicos que tenían este tipo de identificación eran los trabajadores esenciales, las personas necesarias para realizar labores de desarrollo dentro de esta zona o empleados de personas importantes de sociedad (como era el caso del padre de Enzo). —¿A qué hora te dijo que estarían aquí? —pregunta Galah mientras se muerde la uña con desesperación.—Tranquila, todo saldrá bien —responde Brice y le pasa un brazo sobre los hombros para reconfortarla —¡Ya están aquí!—. Le hace una seña con la cara hacia una de las esquinas de la enorme fábrica. Todos miran asombrados la lujosa Van, no saben si por ella serán atrapados o les dejarán el pase libre; es muy
Se miran unos a otros mientras están de pie frente a una enorme puerta alta y quizás un poco más angosta de lo normal. La Van transitó por un camino largo rodeado de jardines amplios, con bancas, canchas, piletas y demás. El tamaño del espacio exterior de la casa era casi la cuarta parte de la comunidad donde ellos vivían, definitivamente era algo inaudito tener tanto espacio para que viva una sola persona, o es lo que pensó Carter.La puerta se abrió lentamente, y un androide muy parecido a los Safers apareció frente a ellos. Los miró con cierta ceremonia, les dio la bienvenida y los invitó a pasar al salón de espera, ya que el señor de la casa estaba ocupado en una reunión. El salón era enorme, tenía un amoblado moderno y sofisticado. Tomaron asiento en uno de los sillones, pero no pudieron evitar recorrer el espacio con rostros llenos de asombro, era fantástico ver todo eso, algo a lo que no estaban acostumbrados.Gale caminaba en la habitación iluminada a medias, se veía su siluet
Las habitaciones eran gigantes y espléndidas, estaban en un edificio aparte al del salón. Se encontraba cruzando un jardín con una piscina temperada, era como una casa, tenía todos los ambientes de una, más las habitaciones en los niveles superiores. Cada uno entró al cuarto que les designó el androide, les indicó cómo usar los baños, que se sientieran como en casa y se retiró rápidamente.Empezaron por probar las duchas y eran realmente increíbles, programaban los productos que usarían para el aseo, el nivel de agua y de temperatura en una pantalla integrada a la pared de vidrio templado de la misma; entonces, en la pared interior se abrían unos niveles donde ponian la mano y liberaba el producto elegido con anterioridad. Si no deseaban más debían retirar la mano y así sucesivamente, una maravilla. Al final en el vidrio interior salía una pantalla con opciones de secado y según lo que eligieras te secaba al frío o calor. La vida rodeado de tales comodidades, era mucho más sencilla.
La música era excelente, el DJ —uno internacional, y muy famoso —estaba haciendo las mejores mezclas de progressive, house y electrónica. Los chicos se sintieron contagiados por el ambiente. Según les contó Gale, habían varias eminencias del Hackeo, pero por obvias razones no podía revelar las identidades. Todo el ambiente donde se estaba dando la fiesta tenía una proyección de una galaxia, con sus planetas, estrellas, constelaciones, agujeros de gusano, etc.; hasta podías atravesarlos con la mano. Definitivamente estaban al otro lado de su universo, no le llamaban “Zona Principal”, en vano.Los chicos trataron de mezclarse y no caminar con bocas abiertas por todo el lugar; mirando las vestimentas, estilos, dispositivos, maquillajes. Lo cierto es que la gente los miraba a ellos porque su simpleza llamaba más la atención. Decidieron sentarse en uno de los boxes colocados en la esquina del enorme jardín, para observar tranquilamente y poder comentar.Gale los observaba mientras convers
Los recuerdos de la fiesta lo atormentaban, ver a Dome al lado de Gale bailando tan cerca, hablándose al oído, pequeñas caricias y toques que se habían dado el uno al otro mientras disfrutaban de la noche. Inclusive, Dome se había animado a pasar por la cabina de tatuajes nano luminiscentes, eran diseñados con tinta que se podía modificar a gusto y color con un aplicativo desde tu dispositivo; estos tenían su propia luz en espacios oscuros y se veían excelentes.Brice, acostado en la enorme habitación no escuchaba la música porque el edificio estaba construido con paredes insonorizadas. Eran las 4 am según la proyección que flotaba sobre la mesa de noche, al lado de la cama. Se preguntaba insistentemente si Dome ya estaría en su habitación o seguiría con Gale en los jardines, esa incomodidad que le escocía por dentro lo molestaba tanto, se movía de un lado a otro en la cama, hasta calor había empezado a sentir; tanto así fue que el termostato automático de la habitación registró el ca
Gran parte del día lo pasaron descansando en sus habitaciones, eran tan cómodas y ellos estaban tan agotados por la fiesta de la noche anterior. A eso de la 1 pm, Pryor empezó a buscarlos uno por uno, aunque a Dome la encontró en la habitación de Brice; eso llamó su atención y como buen Androide de Asistencia, se lo contó a Gale. Luego de almorzar se tumbaron a descansar en las perezosas alrededor de la piscina, al menos hasta que su estómago regresara a su proporción natural.Fuera de la piscina comunitaria, que siempre estaba atestada de gente y parecía un charco en la tierra, nunca habían estado en presencia de una masa de agua tan cristalina y pura. Era el paraíso, no se calentaba ni se ponía helada, tenía la temperatura correcta mientras el día pasaba y el estado del clima variaba. Sin duda, una estrella más a la tecnología, por supuesto, a la que ellos tenían prohibido el acceso; además, de ser económicamente inalcanzable.En esas horas, Gale buscó la cercanía a Dome la mayor pa
—Se estarán preguntando qué hay en los demás, ¿cierto? —observó con una sonrisa de superioridad —. Pues bien, hay algunos regalos para ustedes. Le dio una orden a Pryor, con un movimiento de cabeza, y este empezó a repartir las cajitas.Se quedaron observando las cajas abiertas sin poder caber en su asombro. Gale se puso de pie y Dome saltó a sus brazos entusiasmada. Brice no se lo tomó muy bien, pero bueno, les había hecho unos regalos magníficos, el maldito.—Brice, esos son los lentes de realidad virtual que estaban en tu habitación, espero te hayas divertido usándolos—. Dijo con una sonrisa que parecía honesta. El chico se puso de pie y se dieron un abrazo—. Galah, según me comentaste te gusta mucho leer, así que espero disfrutes mucho con tu regalo —continuó.—¡Son increíbles! —mencionó emocionada mientras revisaba los lentes traductores, estos servían para todo lenguaje escrito y hablado.—¡Enzo, espero que también te guste el presente! —dijo sonriendo amablemente. —¡Estoy muy