Capítulo 46Muéstrame lo que sabes hacer.—¿Cómo te diste cuenta? —preguntó Eira mientras se secaba las lágrimas con el dorso de la mano herida, aún con la respiración entrecortada.—Me gusta encontrar respuestas después de observar y analizar —respondió Minhos con calma, sin desviar la mirada.Eira se mantuvo de pie, en silencio por unos segundos. Luego asintió con lentitud.—Está bien… te contaré. Incluso si tengo que hablar de mi infancia.Minhos no dijo nada. Solo se cruzó de brazos, permitiéndole ese espacio que hasta ahora no había concedido.—Tengo esta maldición desde que tengo memoria —empezó ella, con voz baja, sin adornos—. Nunca conocí a mis padres. Desde que tengo uso de razón, me cuidaban en la mansión algunas amas de llaves o cocineras. Nadie me tocaba… nadie se atrevía.Sus ojos se nublaron con los recuerdos.—No me pasa nada si manipulo objetos, si cocino, si limpio… pero si alguien me toca… si su piel roza la mía… el hechizo se activa. Las personas empezaron a inventa
Capítulo 47No te creoEira tomó otras hierbas con rapidez. Las enjuagó a toda prisa en el balde de agua que usaba para el jardín. No había tiempo para hacer las cosas como se debía. Pero algo en su interior le decía que no necesitaba hechizos, ni palabras mágicas, ni rituales antiguos. Nunca los había necesitado.Desde que tenía memoria, lo supo: todo estaba en sus manos.Cuando deseaba sanar de verdad… simplemente sucedía.La cercanía de sus manos, esta vez, no traía consigo la sombra de la mala suerte, solo la presión de sanarlo.Se arrodilló frente a él y limpió la herida con cuidado. El corte era profundo. Mucho más de lo que parecía.—¡Te cortaste demasiado profundo! —exclamó, al borde del enojo.—Me excedí, lo admito —respondió Minhos con calma admitiendo que exageró con lo que hizo, sin embargo; en su interior no podía evitar observar, casi fascinado, cómo el dolor comenzaba a disminuir, como si algo cálido se infiltrara debajo de su piel.Eira parpadeó con pesadez. Sus manos
Capítulo 1Un lobo heridoEira—¡Eira, despierta de una vez! —La voz de una joven omega resonó en toda la habitación. Era un día esperado por cualquier lobo... excepto por Eira.Había sido comprada por la familia Valmont cuando aún era una niña pequeña. La guerra iniciada en Du Sang había arrebatado innumerables vidas, incluida la de su familia.—¿Qué sucede, Adhara? Anoche trabajé demasiado, déjame dormir un poco más —murmuró Eira con voz somnolienta, girando sobre su lecho de paja.Su amiga había ido a buscarla porque aquel día todos los lobos de menor categoría y fuerza debían escoger a sus Lunas.—Debes ir, no quiero que te elijan como sacrificio. Ya sabes cómo es Logan, dijo que quería cumplir con esa antigua tradición —explicó Adhara con urgencia.Eira suspiró. Sabía bien del desmedido deseo de Logan por convertirse en el Alfa de Lilles. Desde que Mikros declaró la guerra, hacía más de veinte años, cada ciudad se había independizado y funcionaba como un reino distinto.—Ya conoc
Capítulo 2Una Omega salva al loboEira dejó los vegetales en la cocina y, sin perder tiempo, caminó con rapidez hacia la cabaña que Adhara le había mencionado. Para llegar hasta allí debía atravesar un bosque espeso, un lugar donde la recepción para su teléfono era prácticamente inexistente.Mientras avanzaba, un sonido extraño captó su atención. Se detuvo en seco, allí, en el suelo cubierto de hojas y tierra húmeda, yacía un joven. Estaba gravemente herido."No es de Lilles", pensó de inmediato al notar la insignia en su camisa rasgada."¿Y si es de Mikros? ¿Un enemigo?" —se preguntó, pero descartó la idea casi al instante. Ella conocía bien el sello de Mikros, y el que llevaba aquel hombre no coincidía con ninguno de los que había visto antes.Sangraba demasiado. Su respiración era irregular. Pero ¿cómo podría ayudarlo? Era un hombre grande y musculoso, no tenía manera de cargarlo por sí sola.—Oiga… ¿puede ponerse de pie? No podré moverlo —le preguntó con suavidad.El joven abrió
Capítulo 3¿La mordida de un Alfa?El contacto de la joven era ligero, cuidadoso, diferente a cualquier trato que él hubiera recibido antes.Entonces, sin previo aviso, Eira deslizó una de sus manos sobre los ojos del Alfa, cubriéndolos con suavidad.Su cuerpo entero reaccionó de inmediato.No estaba acostumbrado a que lo tocaran así, con tanta delicadeza. Su respiración se volvió pesada, y un escalofrío recorrió su columna. Su instinto le gritaba que apartara su mano, que recuperara el control, pero algo en la calidez de su tacto lo hacía relajarse de una forma desconocida para él.Cerró los ojos por completo, entregándose por un breve instante a aquella sensación.Eira, sin darse cuenta de lo que provocaba, continuó su labor. Sabía que el Alfa necesitaba descansar si quería recuperarse por completo.Lo que no imaginaba era que aquel hombre, marcado por la guerra y la brutalidad, nunca había sentido una caricia tan apacible en su vida.Y eso… lo inquietaba más que el propio veneno.E
Capítulo 4Un Alfa fuerte—¿A quién esperas? —preguntó con frialdad mientras se acercaba y la sujetaba con firmeza de ambos brazos.—A nadie… nadie conoce este lugar… —susurró ella, su rostro palideciendo.El Alfa maldijo con palabras grotescas y crueles. Aún no estaba completamente recuperado. Podría luchar, pero sería un riesgo demasiado alto en su estado.—Si es una trampa, vas a lamentarlo. —Dice amenazante, aunque no la había visto comunicarse con nadie, él es alguien demasiado atento como para dejar pasar algo como eso.—No pueden encontrarte —añadió Eira con nerviosismo.Rápidamente, dios unos pasos erráticos hacia un pequeño cajón y sacó unas hojas secas de laurel. Sabía que, si quien venía era un lobo, esto serviría para ocultarlo temporalmente.—Pon esto debajo de tu lengua. No podrán verte ni saber que estás aquí… pero solo durará cinco minutos.El Alfa la miró con desconfianza.—¿Eres una bruja? —murmuró con recelo.Él tenía el olfato demasiado desarrollado como para no no
Capítulo 5Una petición poco usualRecordaba perfectamente la vez que Logan la ató a un poste de madera con fuerza desmedida. Le había dicho que, si sufría lo suficiente, tal vez su loba interior despertaría para defenderla.Pasó semanas en ese tormento.Las marcas seguían allí, impresas en su piel como un cruel recordatorio de lo que Logan era capaz de hacer."No quiero pasar por eso otra vez…"La ansiedad la envolvió, helándole la sangre.Eira apenas probó un poco de carne de cerdo y algunas verduras en el almuerzo. No tenía apetito. Su mente estaba atrapada en la incertidumbre de lo que ocurriría esa noche.Cuando terminó sus tareas, sin siquiera buscar a su amiga, se dirigió directamente a la cabaña.Al llegar, quedó inmóvil por un instante.El Alfa se había bañado y, para su asombro, parecía completamente recuperado. Sus heridas, que apenas unas horas antes parecían profundas, habían desaparecido casi por completo. Su piel firme y limpia era la prueba de una regeneración anormalm
Capítulo 6El Alfa acepta el tratoEl Alfa esbozó una sonrisa cargada de incredulidad.—Así que… déjame ver si entendí bien. A cambio de salvarme la vida, ¿quieres que te f***e en lugar de pedir dinero?—Por favor —respondió ella sin titubeos.Él arqueó una ceja, divertido por su insistencia.—Bien, después de todo, me salvaste la vida. Creo que aceptaré.Eira sintió el calor subir a sus mejillas. Su respiración se aceleró, pero en ese momento, una alternativa cruzó por su mente.—Bueno, imagino que, como cualquier otro General de alto rango… —murmuró, intentando halagarlo—, no desearía intimar con una omega que se pasa los días lavando platos y ropa.Hizo una breve pausa antes de continuar:—Pero si tiene alguna forma de ayudarme a salir de aquí, no será necesario que hagamos esto.El Alfa la observó con detenimiento, sus ojos analizaron cada matiz de su expresión.Ya se había hecho una idea de lo que significaría tomar a una joven omega virgen. Nunca antes había tenido la oportunida