Capítulo 3
¿La mordida de un Alfa?
El contacto de la joven era ligero, cuidadoso, diferente a cualquier trato que él hubiera recibido antes.
Entonces, sin previo aviso, Eira deslizó una de sus manos sobre los ojos del Alfa, cubriéndolos con suavidad.
Su cuerpo entero reaccionó de inmediato.
No estaba acostumbrado a que lo tocaran así, con tanta delicadeza. Su respiración se volvió pesada, y un escalofrío recorrió su columna. Su instinto le gritaba que apartara su mano, que recuperara el control, pero algo en la calidez de su tacto lo hacía relajarse de una forma desconocida para él.
Cerró los ojos por completo, entregándose por un breve instante a aquella sensación.
Eira, sin darse cuenta de lo que provocaba, continuó su labor. Sabía que el Alfa necesitaba descansar si quería recuperarse por completo.
Lo que no imaginaba era que aquel hombre, marcado por la guerra y la brutalidad, nunca había sentido una caricia tan apacible en su vida.
Y eso… lo inquietaba más que el propio veneno.
Eira se cuestionó haberlo ayudado de esa forma. Su cuerpo comenzó a sentirse débil casi de inmediato, como si toda su energía se evaporara en un instante.
Un descuido bastó para que él la sujetara con firmeza. En un movimiento ágil, la hizo quedar debajo de su cuerpo, atrapándola contra el colchón de paja.
Los ojos grises del Alfa se oscurecieron, su respiración se volvió pesada.
—¿Qué vas a hacer? —preguntó Eira, sintiendo su pulso acelerarse.
Él no respondió de inmediato. Sus facciones parecían esculpidas en piedra, frías y decididas.
—No te muevas… —ordenó en un tono grave.
Eira sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Su instinto le gritaba que escapara, pero no podía moverse.
Entonces, un dolor agudo la atravesó.
—¡Duele! ¡Por favor suéltame!—exclamó, con su voz quebrándose en un susurro tembloroso.
El Alfa había hundido sus colmillos en su piel.
Su cuerpo se tensó de inmediato. La sensación ardiente de la mordida la atravesó como fuego líquido, haciéndola contener el aliento.
"Pero… esto no es posible."
Su mente intentó procesarlo, pero la realidad la golpeó con fuerza.
"Él… es un lobo. Además, es un Alfa… ¿Por qué está haciendo esto?"
Su cuerpo tembló bajo el suyo, su respiración entrecortada por el dolor hicieron latir con más rapidez su corazón.
Algo dentro de ella le decía que aquella mordida no era un simple ataque.
¿Es una marca acaso?
Eira mantuvo los ojos abiertos mientras aquel hombre continuaba bebiendo su sangre. La sensación era punzante, desgarradora… un dolor que se expandía por su cuerpo como fuego ardiente.
"Yo… no soporto ni el mínimo dolor…" —pensó con desesperación, aferrándose inútilmente a los brazos firmes del Alfa.
“No debo desmayar” —Se dijo a sí misma.
Él se detuvo por un instante y la miró con una expresión indescifrable.
—Bien, me has sido útil —murmuró en un tono grave, su voz cargada de autoridad.
"No puede dolerle tanto… definitivamente no es fuerte." —pensó el Alfa con indiferencia.
Eira sintió cómo el mareo la envolvía. Había drenado gran parte de su energía para sanarlo, pero él no tenía idea.
—Levántate, no fue gran cosa —ordenó con una autoridad innata.
Aún sentía el deseo de seguir probando su sangre, el instinto le exigía más. Sin embargo, sabía que si continuaba, ella no lo resistiría. A pesar de su naturaleza impulsiva, siempre cumplía su palabra, antes pensó en que no importaría si la joven terminaba muerta, pero no la dejaría morir… después de todo, le había salvado la vida.
—¿Qué…? —Eira intentó incorporarse, pero sus piernas apenas la sostenían.
Las heridas del Alfa estaban casi completamente cerradas. Lo que ella había hecho realmente lo ayudó, aunque él jamás lo admitiría, y de su parte jamás revelaría su secreto.
—¿Qué tanto observas? —preguntó con un tono de burla mientras se acercaba.
Su torso desnudo seguía expuesto, y la parte baja de su cuerpo seguía apenas cubierta por un trozo de tela vieja.
—¿Te gusta lo que ves? —inquirió con una sonrisa arrogante.
Eira tragó saliva con dificultad. Su cuerpo se tensó cuando él la sujetó del mentón, obligándola a mirarlo de cerca.
El espacio entre ambos se redujo a centímetros.
El calor de su aliento acarició su piel.
“No sería mala idea, su sangre sabe bien” — Pensó el Alfa.
—Solo necesito descansar. —Musitó Eira.
Su visión comenzó a nublarse, y poco a poco, sus párpados se cerraron, respiró profundamente y entonces, una chispa de esperanza cruzó su mente y la hicieron despertar de nuevo .
"Si es un Alfa y me marcó… entonces esto de la mala suerte hacia los demás acabaría. Pero él… él cargaría con eso el resto de su vida."
Su corazón latía con fuerza mientras intentaba convencerse de que tal vez, sin quererlo, ese Alfa había cambiado su destino.
—¿Eso fue una marca? —preguntó con un hilo de voz.
El lobo la miró con desconcierto, como si lo que acababa de decir fuera una completa estupidez. Jamás había pensado en marcar a una Omega. Nunca había considerado marcar a nadie.
—Mira, no creas que por lo que hiciste yo haría algo como eso. Olvídalo —respondió con frialdad.
Eira se sostuvo de una silla, sintiendo que la poca energía que le quedaba amenazaba con abandonarla. Sus palabras la pusieron triste. Ni siquiera había pensado en lo que él acababa de hacerle… Su mente seguía atrapada en el temor a lo que Logan planeaba para ella esa noche.
"Ni siquiera es mediodía… y todo lo que ya ha ocurrido."
El Alfa la observó con curiosidad. Se preguntaba por qué no había hecho ninguna pregunta.
—Entiendo… —murmuró ella, sin más.
El lobo frunció el ceño de inmediato.
Olfateó el aire y un aroma fuerte lo alertó. Alguien se acercaba.
Un Alfa.
Uno poderoso.
Su cuerpo se tensó de inmediato.
Capítulo 4Un Alfa fuerte—¿A quién esperas? —preguntó con frialdad mientras se acercaba y la sujetaba con firmeza de ambos brazos.—A nadie… nadie conoce este lugar… —susurró ella, su rostro palideciendo.El Alfa maldijo con palabras grotescas y crueles. Aún no estaba completamente recuperado. Podría luchar, pero sería un riesgo demasiado alto en su estado.—Si es una trampa, vas a lamentarlo. —Dice amenazante, aunque no la había visto comunicarse con nadie, él es alguien demasiado atento como para dejar pasar algo como eso.—No pueden encontrarte —añadió Eira con nerviosismo.Rápidamente, dios unos pasos erráticos hacia un pequeño cajón y sacó unas hojas secas de laurel. Sabía que, si quien venía era un lobo, esto serviría para ocultarlo temporalmente.—Pon esto debajo de tu lengua. No podrán verte ni saber que estás aquí… pero solo durará cinco minutos.El Alfa la miró con desconfianza.—¿Eres una bruja? —murmuró con recelo.Él tenía el olfato demasiado desarrollado como para no no
Capítulo 5Una petición poco usualRecordaba perfectamente la vez que Logan la ató a un poste de madera con fuerza desmedida. Le había dicho que, si sufría lo suficiente, tal vez su loba interior despertaría para defenderla.Pasó semanas en ese tormento.Las marcas seguían allí, impresas en su piel como un cruel recordatorio de lo que Logan era capaz de hacer."No quiero pasar por eso otra vez…"La ansiedad la envolvió, helándole la sangre.Eira apenas probó un poco de carne de cerdo y algunas verduras en el almuerzo. No tenía apetito. Su mente estaba atrapada en la incertidumbre de lo que ocurriría esa noche.Cuando terminó sus tareas, sin siquiera buscar a su amiga, se dirigió directamente a la cabaña.Al llegar, quedó inmóvil por un instante.El Alfa se había bañado y, para su asombro, parecía completamente recuperado. Sus heridas, que apenas unas horas antes parecían profundas, habían desaparecido casi por completo. Su piel firme y limpia era la prueba de una regeneración anormalm
Capítulo 6El Alfa acepta el tratoEl Alfa esbozó una sonrisa cargada de incredulidad.—Así que… déjame ver si entendí bien. A cambio de salvarme la vida, ¿quieres que te f***e en lugar de pedir dinero?—Por favor —respondió ella sin titubeos.Él arqueó una ceja, divertido por su insistencia.—Bien, después de todo, me salvaste la vida. Creo que aceptaré.Eira sintió el calor subir a sus mejillas. Su respiración se aceleró, pero en ese momento, una alternativa cruzó por su mente.—Bueno, imagino que, como cualquier otro General de alto rango… —murmuró, intentando halagarlo—, no desearía intimar con una omega que se pasa los días lavando platos y ropa.Hizo una breve pausa antes de continuar:—Pero si tiene alguna forma de ayudarme a salir de aquí, no será necesario que hagamos esto.El Alfa la observó con detenimiento, sus ojos analizaron cada matiz de su expresión.Ya se había hecho una idea de lo que significaría tomar a una joven omega virgen. Nunca antes había tenido la oportunida
Capitulo 7Una primera vez dolorosa.—Creo que… —Eira apenas pudo pronunciar las palabras cuando, de repente, él la sujetó con firmeza de ambos brazos y la tumbó sobre la cama de paja donde había estado descansando.El Alfa no dudó en deshacerse de su ropa, su cuerpo imponente quedó al descubierto ante la mirada atónita de la joven.Los ojos de Eira se abrieron de par en par al recorrer su figura con un solo vistazo."No… es demasiado…"“Demasiado… grande… No voy a soportarlo…”Nunca antes había visto a un hombre desnudo en ese estado. Y el Alfa, con su porte dominante y su físico esculpido por la batalla y cubierta por cicatrices, destilaba una masculinidad casi irreal, intimidante.Tragó saliva cuando él se posicionó sobre ella, y entre sus piernas sintió la dureza de aquello que, en cuestión de segundos, pondría fin a la razón por la que Logan la veía como su próximo juego perverso.Su virginidad.Pero para su sorpresa, el Alfa deslizó su mano hasta su intimidad y comenzó a frotar c
Capítulo 8Consecuencias después de intimar.EiraEira sintió cómo el sueño la invadía repentinamente, pero sus ojos seguían abiertos, atrapados en un estado de consciencia nublada.El calor volvió a extenderse por su cuerpo, una sensación extraña que se entremezclaba con el ardor persistente en sus músculos y el sudor que cubrió todo su cuerpo."Necesito cuidarme más… La medicina que bebí no fue suficiente."Cada mes compraba aquella medicina elaborada por los elfos, un remedio que mitigaba el dolor que su cuerpo padecía debido a la maldición con la que cargaba. Sin embargo, esta vez parecía no haber surtido el efecto que esperaba.De pronto, sintió que el Alfa se detenía.Al principio, su presencia sobre ella le transmitía cierta calidez, pero luego, la sensación se disipó, dejando solo la realidad de su cuerpo exhausto.Él la sostenía con firmeza, una fuerza que tal vez para alguien más hubiera sido normal, pero para Eira, que sentía todo de manera más intensa, le parecía abrumadora
Capítulo 9¿Un lobo hechizado?— ¿Cómo es que llegaste hasta aquí? Apenas encontré tu mensaje, me dirigí de inmediato. Tendríamos que salir antes del anochecer.Minhos había enviado un mensaje con la palabra “veneno” para que Gabriel lo encontrara.—Esa parte aún sigue siendo confusa —admitió Minhos, frunciendo el ceño—. Recuerdo que sentí un mareo extraño y, después, tomé mi forma de lobo y llegué hasta el bosque cerca de la cabaña. Esa mujer me ayudó.—¿La misma con la que te acostaste? —Gabriel arqueó una ceja—. Vaya, pensé que nunca aceptarías a una omega. Y por su aroma... es de muy bajo nivel en cuanto a fuerza, diría que ni siquiera puede transformarse.Minhos se quedó en silencio. No admitiría lo mucho que aquella omega lo había cautivado.—Bueno, ella me lo pidió a cambio de su ayuda. No pude negarme. Además, me vino bien, lo necesitaba —dijo con aparente despreocupación.Gabriel lo miró con escepticismo.— ¿No pidió dinero? Además, es una zona precaria. No te lo creo, suena e
Capítulo 10El juego de Logan—¿Qué hora es?Eira abrió los ojos lentamente. Se había quedado dormida durante horas. Creyó haber despertado apenas una hora después de que aquel Alfa se marchara, pero el cansancio la venció y volvió a dormir.—¡No! Ya es muy tarde, debo ir a la mansión —murmuró con urgencia.Se incorporó de golpe, pero apenas puso los pies en el suelo, sintió algo húmedo entre sus piernas. Bajó la mirada y vio una leve mancha de sangre. El ardor persistía, aunque el dolor se había disipado considerablemente."Ese lobo… tiene magia o algo parecido. De lo contrario, no me habría quedado dormida así."Se pasó una mano por el rostro, tratando de ordenar sus pensamientos.—Muy bien, él se marchó sin despedirse. Tal vez, si se hubiera quedado, le habría confesado lo de mi maldición… pero al no verlo por aquí, significa que le fue bien y pudo irse sin problemas. Al menos podrá llegar a su destino. No debí preocuparme tanto.Suspiró, aliviada, aunque una parte de su mente aún
Capítulo 11 Serás mía — ¿Qué necesitas, Logan? Ya no soy la misma que caía en tus juegos tontos —dijo Eira con firmeza, mientras lo observaba. Logan se encontraba de espaldas al ventanal que daba al jardín trasero. Ella nunca había entrado a esa habitación, ni tampoco había visitado esa parte de la mansión. Su sola presencia allí le provocaba un escalofrío. Él giró lentamente hacia ella, con una sonrisa que helaba la sangre. —Bueno, es una pena que no quieras participar… pero eres la invitada especial. Sin ti, esta noche no sería la misma. Eira sintió un nudo en el estómago. -No. No me interesa nada de lo que tenga que ver con esta fiesta ni con la luna llena —espetó—. Ambos sabemos que no tendré ninguna posible pareja ni nada por el estilo, y mucho menos participaré en tus torturas. Logan se acercó con paso lento, observándola con intensidad. Algo en ella era diferente. Aún no lograba descifrar qué, pero lo percibía. —Es una lástima… porque necesito un sacrificio. Alguien que