Capitulo 38
La esposa de Logan
Eira se quedó en esa habitación vacía, silenciosa, donde apenas había una silla junto a la pared. Prefirió sentarse en el suelo, cerca de la ventana enrejada. El aire era escaso, pero al menos por ahí entraba algo de luz.
—Muy bien, Eira… podrás con esto —se dijo en voz baja, abrazándose a sí misma. En el gesto, sintió una de sus cicatrices, una de tantas que Logan le había dejado. No hacía falta mirar para recordarlas. Eran parte de su piel… y de su historia.
—Hola —dijo una voz suave de pronto, tan dulce que parecía casi fuera de lugar en ese ambiente.
Eira levant&oa
Capitulo 39Ella es... ¿Una mujer?Logan se volvió hacia Eira, con la respiración aún agitada. La rabia no había pasado.Pero ahora... estaba dirigida a ella.A la única que podía hacerlo perder la cabeza.— Te lo vuelvo a preguntar Eira… ¿Qué le diste a ese Alfa aparte de tu cuerpo para que venga a exigirte como si fueras un premio?Eira lo miró confundida.—¿De qué hablas?.—¡No me mientas! —gritó Logan, y sin darle tiempo a reaccionar, la tomó del brazo nu
Capítulo 40Alegría verdadera—¡Al demonio con esto! —escupió Logan con rabia, retrocediendo un paso—. ¡Lárgate de aquí, Eira!Su voz temblaba. Ya no era la del Alfa imponente, sino la de un hombre que sabía que había perdido. Sin su lobo, sin su control, sin su poder sobre ella… no era nada.Eira lo miró con cautela, sin moverse todavía.—¿Me puedo ir? —preguntó, dirigiendo la mirada a Luna, que seguía de pie, majestuosa y etérea.Luna asintió, y su voz fue suave esta vez, diferente al tono con el que se dirigió a Logan—Sí. Puedes irte. De seguro Minhos ya tiene todos los papeles firmados.Eira no podía creerlo. La presión en su pecho se aflojó de golpe, como si por fin pudiera respirar con tranquilidad.Una sonrisa tímida, apenas visible, se dibujó en sus labios. Logan la observó en silencio, con el rostro tenso, los ojos ardiendo. Y justo cuando ella cruzó la puerta y dio los primeros pasos fuera de esa habitación que tantas veces había sido su prisión, su voz volvió a sonar detr
Capitulo 41La necesito.Durante todo el trayecto de regreso a la casa en la que se estaban hospedando, Eira no pudo borrar la sonrisa de su rostro. Por primera vez en mucho tiempo, su pecho no estaba oprimido. Pensaba en lo que ahora parecía posible, en lo que había soñado tantas veces en silencio, escondida de todos.La cura para su maldición.La idea latía como un deseo sagrado en su corazón, aunque sabía que el camino sería largo. Aun así, había algo que no podía ignorar: muchas cosas a su alrededor no tenían explicación, y aunque su curiosidad crecía, prefería no hacer demasiadas preguntas… todavía.Pero había una duda que no dejaba de darle vueltas.¿Por qué un lobo Alfa como Minhos necesita sangre? ¿Vampirismo…? Eso no debería existir. Al menos no en nuestra historia. Los vampiros no existen… ¿verdad?—¿En qué piensas, Eira? —preguntó Gabriel desde el asiento del copiloto, notando su expresión abstraída.—¿Eh...? No, en nada importante —respondió rápido, sacudiendo la cabeza
Capitulo 42Una omega especial.Luna había estado con Eira durante todo el tiempo que duró la elección. No decía mucho, pero cada tanto lanzaba un pensamiento como: “Eso te queda bien.” o “Ese color hará que se le caigan los ojos a cierto Alfa.”Finalmente, Eira eligió un vestido sencillo y hermoso. El tono claro realzaba la suavidad de su piel, y el corte justo por encima de las rodillas le daba una elegancia inesperada. Era la clase de prenda que nunca había podido permitirse, ni imaginarse usandolo.Salió de la tienda con pasos inseguros, sosteniendo las bolsas con cierta torpeza. Al alzar la vista, encontró las miradas de ambos Alfas posadas sobre ella.Gabriel soltó una breve sonrisa y se adelantó enseguida.—Vamos, señorita. Yo me encargo de eso —dijo, tomando las bolsas sin darle oportunidad a protestar.—Gracias… pero no creo que esto sea simple generosidad —dijo Eira con sinceridad, observándolos a ambos.Fue entonces que Minhos se acercó unos pasos más, su mirada fija, seria,
Capítulo 1Un lobo heridoEira—¡Eira, despierta de una vez! —La voz de una joven omega resonó en toda la habitación. Era un día esperado por cualquier lobo... excepto por Eira.Había sido comprada por la familia Valmont cuando aún era una niña pequeña. La guerra iniciada en Du Sang había arrebatado innumerables vidas, incluida la de su familia.—¿Qué sucede, Adhara? Anoche trabajé demasiado, déjame dormir un poco más —murmuró Eira con voz somnolienta, girando sobre su lecho de paja.Su amiga había ido a buscarla porque aquel día todos los lobos de menor categoría y fuerza debían escoger a sus Lunas.—Debes ir, no quiero que te elijan como sacrificio. Ya sabes cómo es Logan, dijo que quería cumplir con esa antigua tradición —explicó Adhara con urgencia.Eira suspiró. Sabía bien del desmedido deseo de Logan por convertirse en el Alfa de Lilles. Desde que Mikros declaró la guerra, hacía más de veinte años, cada ciudad se había independizado y funcionaba como un reino distinto.—Ya conoc
Capítulo 2Una Omega salva al loboEira dejó los vegetales en la cocina y, sin perder tiempo, caminó con rapidez hacia la cabaña que Adhara le había mencionado. Para llegar hasta allí debía atravesar un bosque espeso, un lugar donde la recepción para su teléfono era prácticamente inexistente.Mientras avanzaba, un sonido extraño captó su atención. Se detuvo en seco, allí, en el suelo cubierto de hojas y tierra húmeda, yacía un joven. Estaba gravemente herido."No es de Lilles", pensó de inmediato al notar la insignia en su camisa rasgada."¿Y si es de Mikros? ¿Un enemigo?" —se preguntó, pero descartó la idea casi al instante. Ella conocía bien el sello de Mikros, y el que llevaba aquel hombre no coincidía con ninguno de los que había visto antes.Sangraba demasiado. Su respiración era irregular. Pero ¿cómo podría ayudarlo? Era un hombre grande y musculoso, no tenía manera de cargarlo por sí sola.—Oiga… ¿puede ponerse de pie? No podré moverlo —le preguntó con suavidad.El joven abrió
Capítulo 3¿La mordida de un Alfa?El contacto de la joven era ligero, cuidadoso, diferente a cualquier trato que él hubiera recibido antes.Entonces, sin previo aviso, Eira deslizó una de sus manos sobre los ojos del Alfa, cubriéndolos con suavidad.Su cuerpo entero reaccionó de inmediato.No estaba acostumbrado a que lo tocaran así, con tanta delicadeza. Su respiración se volvió pesada, y un escalofrío recorrió su columna. Su instinto le gritaba que apartara su mano, que recuperara el control, pero algo en la calidez de su tacto lo hacía relajarse de una forma desconocida para él.Cerró los ojos por completo, entregándose por un breve instante a aquella sensación.Eira, sin darse cuenta de lo que provocaba, continuó su labor. Sabía que el Alfa necesitaba descansar si quería recuperarse por completo.Lo que no imaginaba era que aquel hombre, marcado por la guerra y la brutalidad, nunca había sentido una caricia tan apacible en su vida.Y eso… lo inquietaba más que el propio veneno.E
Capítulo 4Un Alfa fuerte—¿A quién esperas? —preguntó con frialdad mientras se acercaba y la sujetaba con firmeza de ambos brazos.—A nadie… nadie conoce este lugar… —susurró ella, su rostro palideciendo.El Alfa maldijo con palabras grotescas y crueles. Aún no estaba completamente recuperado. Podría luchar, pero sería un riesgo demasiado alto en su estado.—Si es una trampa, vas a lamentarlo. —Dice amenazante, aunque no la había visto comunicarse con nadie, él es alguien demasiado atento como para dejar pasar algo como eso.—No pueden encontrarte —añadió Eira con nerviosismo.Rápidamente, dios unos pasos erráticos hacia un pequeño cajón y sacó unas hojas secas de laurel. Sabía que, si quien venía era un lobo, esto serviría para ocultarlo temporalmente.—Pon esto debajo de tu lengua. No podrán verte ni saber que estás aquí… pero solo durará cinco minutos.El Alfa la miró con desconfianza.—¿Eres una bruja? —murmuró con recelo.Él tenía el olfato demasiado desarrollado como para no no