Sabrina

Decir que la felicidad que siento no es real, sería mentir. No puedo tapar el sol con un dedo y es por eso que tomé el riesgo y decidí darnos esa oportunidad.

En ese instante a mi mente llegaron las sabias palabras de mi padre y por eso quise hacer lo que dictaba mi corazón en ese momento.

Ojalá hubiera tenido mi celular para haberle tomado una foto a Mauricio al momento de arrodillarse y pedir formalmente que fuera su novia.

«Pensaba que todo era un sueño, uno del que no quería despertar, pero esa la realidad, nuestra realidad»

Estoy que no quepo de la felicidad. Después de darnos ese maravilloso y efusivo beso, sentí como mi cuerpo iba perdiendo el control y la temperatura empezaba a aumentar de una manera tan drástica que no lo podíamos controlar.

Justo ahora nos encontramos dentro de su auto parado frente al semáforo. No estoy segura de invitarlo a mi casa o que sea él quien me pida ir a la suya.

Me siento como una adolescente que va a tener su primera vez. De repente sien