Aquí estoy y lo prometido es deuda. Les comparto este maratón de fin de semana. Espero que disfruten la lectura y dejen sus comentarios. Con amor YP . Nos leemos la semana que viene.
MauricioSepararme de ella cada día se hace mucho más difícil. Tenían razón en decirme que cuando uno está completamente enamorado de una mujer se vuelve el oxígeno que se necesita para respirar.Este tiempo al lado de ella ha sido maravilloso, lo que me va a pesar es que voy a estar separado de ella por unos cuantos días.Lo hago, no por el simple hecho de querer ir de paseo, es porque mi carrera lo exige. Tengo que viajar para atender el caso de un paciente que no puede trasladarse por no poseer los suficientes recursos económicos.Si algo me enseñaron mis padres es a ayudar a todo el que necesite sin pedir nada a cambio, esto es algo que nos hace más humanos, pero lamentablemente en este mundo se encuentran personas que estudian medicina únicamente pensando en todo el dinero que pueden obtener. Se sabe que es necesario para poder subsistir, pero la vocación es algo que va mucho más allá.Dejando a un lado el tema debo seguir con los pendientes. Salgo del área de emergencia para reg
Después de entregarle a mi amigo la guardia, finalmente, voy saliendo de la clínica.Siento que el corazón se me va a salir del pecho, todo esto se debe a los nervios que siento y la ansiedad por ver a mi princesa. Al subir al auto se me ocurre pasar por algún supermercado de esos que trabajan 24 horas.Tengo la intención de hacer de esta noche algo muy especial. Cuando llego hasta el automercado estaciono el carro en un lugar no muy lejano de la entrada, no es que quiera comprar muchas cosas, pero cuando se está dentro se comienzan a ver infinidad de cosas que llaman nuestra atención y no podemos negarnos a comprar porque simplemente hacen falta.Agarrando el carrito camino por cada uno de los pasillos. De repente veo su cereal favorito y sin más que pensar tomo 4 bolsas, busco leche líquida, frutas y demás cosas.Cuando voy a la caja para cancelar y ver las cajas de preservativos, recuerdo que la primera vez que estuvimos juntos cometí la tontería de no usar protección.«Tal vez ell
La mañana llegó en un abrir y cerrar de ojos, me desperté por los rayos solares que se colaban a través de las cortinas. Intentaba moverme, pero fue imposible al estar atrapado entre las piernas de mi reina.Una gran sonrisa se dibuja en mi rostro, desearía despertar así de esta forma todos los días.Al tenerla entre mis brazos imagino ese despertar, ambos juntos en la misma cama, preparar el desayuno antes de ir a trabajar, darle masajes cada vez que llegue cansada. Son miles de cosas las que cruzan por mi mente, donde la protagonista de cada una de ellas es mi princesa.Por haber entregado la guardia ayer, hoy me corresponde entrar después de las dos de la tarde y según lo que sé, ella también entra a la misma hora.Me levanto con todo el cuidado de no despertarla, últimamente se encuentra muy cansada y dormir un poco más no le haría daño, sino todo lo contrario.Voy hasta la cocina en donde busco entre la nevera las cosas que compré ayer. Decido hacer unas tortillas y las preparo c
(Días después)SabrinaLos días compartidos con Mauricio han sido maravillosos. A pesar de que no podemos vernos con frecuencia, nos comunicamos por mensajes y cada vez que se puede una que otra videollamada. Hay días en los que no han parado de llegar pacientes al área de emergencia, ese es el lugar en el que he realizado mis guardias. No es por nada, pero todo ese tiempo ha sido un sin vivir. La pasamos corriendo de un lado a otro como desquiciados. Es tanto el trabajo que no nos ha dado tiempo de comer.Atender a todos esos pacientes, es algo que me llena de felicidad al final del día.Como siempre, el grupo de WhatsApp que comparto con mis amigos no deja de tener más de 2000 mensajes por día. Puede parecer cosa de locos, pero a más de uno de ustedes les ha pasado al momento de formar parte de estos grupos. Las pocas veces que puedo entrar es para leer los mensajes de mi amor, además de uno que otro de pacientes que hacen alguna consulta. Salgo de mis pensamientos cuando la voz de
(Dos semanas después) Sabrina He estado inmersa en mis pensamientos y en una angustia interminable todos estos días. La terrible sensación de que algo malo va a pasar no me ha dejado dormir, lo único que hago es trabajar y trabajar sin descanso para mantener la mente despejada. En cuanto a mi padre lo he visto mucho mejor, pero el último estudio que le realizaron no era para nada alentador, aunque su médico tratante me haya explicado mil veces que todo lo tiene bajo control no me fío de sus palabras. Tal vez estoy siendo pesimista y me estoy ahogando en un vaso de agua sin necesidad. Agradezco a mis amigos que se mantienen atentos y pendientes de mí. Casi no nos hemos podido ver estos días, es algo que en parte agradezco, de lo contrario me estarían acribillando a preguntas y eso es lo que menos necesito en estos días. El sonido de mi celular alertando una llamada entrante me devuelve a la realidad. Contesto sin darme cuenta de quien es el remitente. —¡Aló! —respondo desanimada.
(Horas después)La guardia transcurrió con normalidad, agradezco que la pesada de Tania no siguiera con su fastidio. Creo que al ver la forma en la que Mauricio le habló fue suficiente para que dejara su prepotencia.Tal vez pensó que si se quejaba con el Dr. Brockmann este iba a tomar cartas en el asunto e iba a terminar por llamarle la atención. Lo peor que le puede ocurrir a ella es que el doctor la mande a freír monos y terminen con la relación extraña que tienen.Todos aquí saben que ella es solo un medio por el cual el doctor se desestresa en sus momentos de malhumor cuando las cosas no van bien. Aunque ella crea lo contrario.Miro la hora en mi celular, el cual yace dentro del bolsillo de mi bata y estoy a una hora de entregar la guardia y finalmente ir a la comodidad de mi hogar a dormir.Para pasar el tiempo me pongo a arreglar unos expedientes, completar las historias con los resultados de laboratorios. Los imprimo uno a uno y los adjunto a cada carpeta.Sigo sumergida en el
Sabrina—Apúrate Aurora. —le exijo a mi amiga que no ha terminado de arreglarse—. Recuerda que debemos tener todo listo.—¿Será que puedes respirar? —me regaña para que pueda tranquilizarme—. Ven cuenta del 1 al 10 y en caso de que no funcione hazlo hasta el 100 ¿De acuerdo?Me siento tan estresada que no veo la hora en salir del departamento. Todo esto porque hoy es el cumpleaños de Mauricio y quiero darle una sorpresa.Desde que amaneció el único mensaje que le di fue uno de buenos días, como lo hago a diario, quiero que piense que me he olvidado de su cumpleaños, pero no se imagina todo lo que le tengo preparado.No será una fiesta para varias personas porque simplemente estaremos los dos. A él no le agrada festejar esta fecha, no sé el verdadero motivo, pero cuando esté preparado sé que lo va a hacer.Solo debo darle tiempo al tiempo para que todo esto suceda.Últimamente, no me he sentido nada bien, todo debe ser a causa del estrés que he tenido.Entre el trabajo en la clínica, l
Las horas pasan y finalmente veo la hora en el reloj y pido un taxi, me despido de mi amiga con la promesa de encontrarnos otro día para tomar un café. Le pido al taxista que me lleve al supermercado más cercano y este cumple con lo que le solicito. Solo pasan unos 15 minutos y ya me encuentro en mi destino. No sé cuánto tiempo voy a demorar, pero lo único que sí sé es que no puedo pedirle al conductor que me espere. El pago por el servicio me puede salir un tanto costoso y eso es lo que no quiero. En este momento no estoy para gastar más de lo que puedo. Le pago al taxista y bajo con mis bolsas para dejarlas en algún locker donde pueda guardarlas mientras hago las compras. En el súper me encuentro a mi amiga Verónica, quien al verme corre en mi dirección para darme un fuerte abrazo. —¿Cómo estás, mujer? —grita eufórica llamando la atención de los presentes—. Pensaba que estabas descansando. —Es que necesitaba comprar unas cuantas cosas. —evito comentar lo que voy a hacer, luego