Mauricio Después de dos largas semanas donde la mayor parte del tiempo fue realizar exámenes y estudios finalmente hoy me encuentro de alta. No veía la hora de salir de este encierro en estas cuatro paredes. Decir que me siento completamente feliz sería una absoluta mentira y más ahora que finalmente pude darme cuenta de que mi reina, la mujer que tanto amaba termino por enamorarse del imbécil de Evans. Haber visto la forma en que sus ojos se iluminaban con solo pronunciar su maldito nombre, hizo que mi corazón se partiera en miles de pedazos. Nuevamente, he fallado en el amor y estoy convenido de que no es para mí. Por más que pienso que todo es un completo error, al final del día me golpea la triste realidad. Tal vez nuestro amor no estaba destinado a ser y reo que será mejor dejarlos y apartarme. Me estoy cambiando cuando escucho que la puerta se abre tras mi espalda y pienso que ha de ser alguna de las enfermeras que viene a entregarme el alta, pero todo se paraliza al escucha
(Veinte años después) Ekaterina Evans Ver mi reflejo en el espejo, me hace sentir orgullosa de lo que he logrado con tanto esfuerzo y dedicación. Ser modelo y estudiante de ingeniería informática no ha sido nada fácil, ha sido un camino muy duro por recorrer, pero finalmente estoy recogiendo el fruto de lo que he cosechado. El apoyo incondicional de mis padres ha sido de gran ayuda, ellos me han motivado a luchar por alcanzar mis metas y cumplir mis sueños. No voy a negar que mi padre al principio se opuso a que fuera modelo, se negaba a aceptar que los hombres vieran a su hermosa princesa en poca ropa, esto desencadenó una terrible discusión hasta el punto de que me fui a casa de mi amiga Sharon por unos días. Solo estaba dándole tiempo de recapacitar y para ello contaba con la ayuda de mi madre y mi hermano Eiker. —¿Estás lista princesa? —interroga Eduardo, el mejor amigo de mi hermano e hijo de la secretaria de mi padre ingresando al camerino. Tenerlo aquí me hincha el corazón,
Parada frente al espejo detallo mi hermoso vestido color perla, un delicado peinado de lado que mi amiga me ayudó a hacer colocando una hermosa peineta, esa que es uno de los recuerdos más preciados que tengo de mi madre. Mi maquillaje es sencillo, pero por eso no deja de ser hermoso, eso es solo para tapar las ojeras que he tenido a causa de tanto trasnocho.Toda esta descripción puede parecer un poco cliché, pero vamos, seamos realistas que todos alguna vez en la vida han pasado por situaciones parecidas, no lo digo solo desde el punto de vista de estar parada frente a un espejo observando cómo queda tu atuendo momentos antes de dar un gran paso. También me refiero a otra serie de situaciones que se dan en la vida real y que a muchos nos pasan de la misma manera que a otros.En este instante muchas imágenes pasan por mi mente. Recuerdo los hermosos momentos que he vivido junto a mi padre todos estos años desde que tengo uso de razón. No entiendo por qué justo en este momento me entr
Sabrina Pensaba que era un día cualquiera, uno de esos en dónde no pasa nada y todo es aburrido. Lo creí desde que llegué a primera hora a la clínica Brockmann para hacer la ronda y chequear a mis queridos pacientes. Por cosas del destino todo cambió, al entrar encuentro un gran revuelo en la sala de emergencia. Me quedo en estado de shock al ver semejante locura, siempre creí estar preparada para afrontar este tipo de situaciones, pero me doy cuenta de que imaginarlo es una cosa y vivirlo es otra.Salgo de mis pensamientos cuando el grito del Dr. Brockmann me devuelve a la realidad.—Echeverri ¿Qué carajos estás esperando para mover tu culo y ayudar? —espeta con un gran enfado y por un instante creo que me va a pegar—. ¿Acaso esperas que te tomen una foto para la posteridad?—No, señor, ya voy. —respondo con voz temblorosa tratando de controlar la respiración y evitar que me dé un soponcio. Camino a paso apresurado hasta llegar al locker para guardar mis pertenencias. Arreglo mi c
—Buenas, ¿Cómo se encuentra mi paciente más consentido? —pregunto con una gran sonrisa en mi rostro mientras me acerco a la cama para empezar la revista médica.—Pues déjame decirte que no te creo, así le has de decir a todos. —cruza los brazos a la altura de su pecho en lo que hace un puchero.—¡Padre, me ofendes! ¿Cómo se te ocurre decir eso? —llevo a mi pecho la mano en forma de indignación.—Mi hermoso tesoro sabes que te amo mucho, ¿cierto? —pone mirada de cachorro tierno haciendo que mi corazón se estruje.—Lo sé, así como tú eres lo más importante en mi vida papito. —le doy un beso en la coronilla y empiezo con mi labor del día.Miguel Echeverri, ese es el nombre de mi padre, el hombre más importante de mi vida. Cada día que pasa es un milagro, debido a su terrible enfermedad se ha visto obligado a estar encerrado entre estas cuatro paredes.Tiene un tumor cerebral que es inoperable por el lugar en que se encuentra alojado. Aunque muchos me dicen que debo resignarme y ser fuert
RodrigoDespués del pequeño infortunio que sufrió en el accidente finalmente me dieron el alta. Por fortuna mi amigo Aidan se encontraba de guardia en la clínica, pero no estarlo si es el director médico y puto dueño del lugar.Antes de retirarme me quedé conversando con él sobre los próximos negocios que tengo en puerta. Le estoy muy agradecido por haberme contactado con un excelente abogado que no es nada más y nada menos que su hermano Ethan, ese hombre es un monstruo referente a leyes. Es frío y despiadado, no le tiembla el pulso a la hora de ejercer su labor.Mientras seguimos conversando viene a mi mente la hermosa doctora Sabrina, me encanta esa antipatía de ella, sin hacer el mínimo esfuerzo logro que mi entrepierna se enloqueciera y eso fue algo totalmente extraño, nunca me había sucedido eso. Lo asocié a la medicación porque no logro entender como una mujer que nunca había visto en mi vida produjera esa reacción en mí.No me creo la última coca-cola del desierto, pero tengo
—¿Sé puede saber qué está pasando aquí? —espeta llena de furia e indignación—. No me vayas a salir con que no es lo que estoy pensando.—Es exactamente lo que iba a decir. —respondo con descaro—. Deja que te explique —ruego para que no se marche mientras hago a Vanessa a un lado.—¿Has escuchado eso de que una imagen vale más que mil palabras? —señala en dirección a Vanessa, quien no muestra ni pizca de vergüenza—. No te molestes en dar explicaciones a lo obvio Rodrigo, es el colmo de tu desfachatez.«Necesito hacerla entrar en razón y que me dé el beneficio de la duda»Me levanto para caminar en dirección a Lucia, así se llama mi progenitora y amor de mi vida.—Madre, deja que te explique. —ruego mientras la tomo de la mano para llevarla hasta el sofá—. No te vayas, ya voy a solucionar esto.«Pongo cara de ternero degollado para que se apiade de mí» Espero que surta efecto y termine por aceptar»Ella acepta a regañadientes mientras fulmina con la mirada a Vanessa, quien ya se encuent
Me devano los sesos pensando en si le escribo o no. Al parecer esa mujer tiene un carácter jodido y tal vez me mande a freír monos, pero como decía mi abuela “el que no arriesga no gana ni pierde” Creo que voy a tomar la decisión de hacerlo, pero primero debo pensar que le voy a escribir no sea que cuente con la mala suerte de que haya cambiado de número y no esté actualizado.Sigo revisando su perfil y veo que tiene muchas fotos junto a un hombre de edad, tal vez ese sea su padre. También tiene otras con otros que por la ropa que tienen puesta deduzco que son compañeros de trabajo.Veo una foto que llama mucho mi atención, se encuentra muy sonriente y tras ella se encuentra un muchacho que la rodea con sus brazos, sus labios reposan en su mejilla derecha. Seguro este hombre puede ser su novio, lo imagino porque recuerdo claramente las palabras que me dijo sobre que a ella la besaba quien ella quisiera y que ya tenía quien le prestara la debida atención a sus labios.«Ella no se imagi