Fenrick.
Me recuesto en el sillón mirando el techo disfrutando de la calma que me trae la presencia de Amelia que esta leyendo un libro a mi lado en completó silencio, tal ves tome su mando de nuevo antes de irme pero me da vergüenza que Isabela me mire fijamente cuando lo hago como si no tuviera nada que hacer en otro lado de la casa, escucho su conversación sin decirle nada y solo veo de reojo a Amelia como le sonríe a Isabela, todavía no comprendo como logra curar mis migrañas, me pregunto que pasara por su mente cuando me toma de la mano ya que puedo ver en sus ojos un poco de miedo pero no retrocede ante mi. Amelia. Al atardecer me dirijo a mi casa pero al llegar me encuentro a mis padres adoptivos esperándome en el recibidor, mi madre se ve molesta cruzada de brazos detrás de mi padrastro que se ve molesto. -hija me han dicho que el mago de la torre te a dado un presente y deseo verlo. Veo que mi madrastra me a delatado pero no tengo de otra más que obedecer, voy a mi habitación donde tomo la varita mágica para regresar al recibidor y entregársela a mi padrastro que la mira de todos los ángulos. -¿ por que te dio este regalo ? -es acabo de ayudarlo con su trabajo pero no es nada importante padre. Mi padrastro sonríe con malicia y es algo que no me gusta. -hija deberás de darnos esta varita. -pero padre como la usaría. No me gusta que me quieran quitar un presente tan bonito que me dio el duque Fenrick por muestro contrato verbal además este hombre no posee magia alguna. -la voy a vender y así poder obtener mucho dinero por ella. Me tenia esto, se muy bien que mi padrastro ase tiempo hizo una mala inversión y a tenido problemas con el dinero. -pero. -no te preocupes hija la usaremos por el bien de la familia y de tu hermano Luis asi que no debe de haber problemas con el duque. -madre les podría dar mis ahorros y lo necesitan. -¿ pero por que te niegas ayudar a tu padre en una situación tan precaria ? Mi padrastro le quita la varita a mi madrastra de las manos y me mira con molestia. -te prometo que solo será por un tiempo te la devolveré más tarde junto con tu dinero. Miro que se da la vuelta para salir del recibidor pero no estoy dispuesta a decirles algo tan preciado, me acerco a él y se la arrebato de las manos, ambos me miran muy atonitos. -no voy a permitir que la vendan y espero qué me perdonen. Salgo del recibidor y me encierro en mi habitación asta que es hora de comer pero lo hago sola, me siento triste de que se molesten así conmigo ya que esta es la primera vez que los desobedesco de esta manera, una de las empleadas me sugiere qué le diga a mis padres cómo me siento con esta situación, miro el hermoso ramo de flores sobre la mesa y recuerdo que antes a mi madre le gustaba que ambas recolectaramos flores y se me ocurre una idea para que ya no estén molestos conmigo, voy al jardín donde recolectó algunas flores con las que hago un ramo para ellos, estoy segura que esto les gustara a mis padres, me dirijo a su salón donde miro la puerta entre abierta donde lo escucho discutir mi negativa, mi madrastra dice que se siento avergonzada de mi comportamiento y de tener que retractarse de sus palabras mi padrastro le dice con un tono de vos segura que me puede hacer cambiar de opinión además que conservarme al fin les podría traer veneficios, me sorprende mucho las palabras de mis padres se muy bien que no me querían de verdad pero tenia la esperanza de que te sintieran el más mínimo de afectó asía mi, dejo caer el ramo de flores y sigo escuchando sus palabras llenas de veneno asía mi, cuando no lo soporto más me retiro de la puerta para tomar mi volvo junto con la volá de cristal para salir a caminar un rato por las calles sin rumbo alguno, no tengo hambre y ya me canse de ver la ventanas donde se exhiben prendas, jamás compre algo para mi y no gastaba mucho dinero a menudo solo miraba cosas hermosos pero no las compraba y solo me dieron cosas bonitas después de que conocí a Isabela y su actitud asía mi cambio a una más dulce y agradable, siempre sabía que solo me querían usar a su beneficio pero no lo quería ver, de repente la bola de cristal se enciende dentro de mi bolso. -Amelia. Saco la bola y no tengo deseos de hablar con nadie pero si lo ignoró podría aparecer a mi lado y le digo donde me encuentro a los pocos minutos lo veo acercarse a mi con una capucha, le doy una so risa y le extiendo la mano qué el aprieta con fuerza, cuando el reloj dio las diez solté su mano y me intente despedir de la de la forma más rápida posible pero él me detiene. -Amelia ¿ que te paso ? anda mal con tu rostro. Intento darle mi mejor sonrisa y le digo que no pasa nada pero me repite al pregunta e insiste. -¿ dime alguien te hizo enojar o te molesto de alguna manera ? tenme la confianza y te prometo que desaparecer a esta persona. Se muy bien que no esta bromeando y lo intento convencer de lo contrario pero sigue sin creeme y me dice que sabe cuando le están mintiendo, bajo la cabeza e insisto en estar bien pero me sorprende la cencibilidad de este hombre.Amelia. Esta mañana al abrir uno de mis cajones me doy cuenta que mi varita no se encuentra en el lugar donde la deje el día anterior, me dirijo a las sirvientas que se encargan de la limpieza para saber que alguna la movió de lugar pero todas niegan y dicen que no la han visto, doy un suspiro cansada ydejo que se retiran, una de ella se me acerca con un poco de preocupación en la mirada. -disculpe señorita pero mire cuando su madre la tomo y se la llevo de la habitación. Me apresuró y voy asía el comedor donde abro las puerta de par en par, miro a mis padrastro muy tranquilos desayunando, mi madrastra me voltea a ver con seriedad y frialdad. -¿ que ocurre Amelia ? ¿ por que el escándalo ? Mi madrastra me habla con calma y totao frialdad, intento calmarme para poder hablar con claridad y calma y no perder la compostura frente a mis padrastros. -¿ madre donde esta mi varita ?Mi madrastra ve a mi padrastro para después verme con una sonrisa calmada-la tome anoche y la vendimos.
Amelia. No se que este planeando Fenrick o que le pase por la mete pero sus palabras asen que la actitud de mis padrastros cambie totalmente a una más amable y cordial. -hay Amelia disculpanos por no avernos dado cuenta antes. -te pedimos las más sinceras disculpas. Al verlos no veo ni un solo rastro de sinceridad en sus ojos y ya estoy harta de esto. -si vendieran sus cosas no podrían no podrían pagar el valor de esta varita y por eso su acto se podría considerar un robo y lo sé lo informaré a las autoridades. El rostro de mis padrastros esta lleno de asombro, gracias al duque por fin pude hacerles frente a mis padrastros que se indignan. -pero Amelia como nos puedes hacer esto a tus padres que te cuidamos durante tanto tiempo con cariño. Sigue diciendo esa mentira a pesar de que ellos saben como me trataron, doy un suspiro y les doy una sonrisa fingida. -que esperaban de un extraño. Las autoridades correspondientes llegan muy rápido supongo por que fue Fenrick quien los l
Amelia. Me pregunto de donde se conocerán y pensándolo bien el príncipe ya esta en edad de buscar una novia y Mónica al igual que Isabela son unas muy buenas candidatas. -¿ Amelia como me miro esta noche ? La vos de Isabela me saca de mis pensamientos y la veo con una dulce sonrisa. -te ves realmente hermosa. -¿ estas segura ? -claro que si. -en ese caso por que nadie me se acerca y solo hablar con mi hermano. Antes de que responda se nos acerca la señorita Mónica con una dulce sonrisa junto con su madre que ase las presentaciones debidas, hago un leve reverencia por que ellas son condesas. -es un placer conocerla condesa Mónica. -me siento avergonzada con usted ya que noto mi mirada asía su acompañante. -no le tiene miedo al duque Fenrick condesa. -en verdad es un hombre muy guapo y no me era posible quitarle la mirada de encima aunque aquí en el baile hay muchos hombres de igual belleza. -debes de tener cuidado con ese ladrones ya que todos son monstruos por dentro y m
Fenrick. Esta mañana Isabela entro muy temprano a mi habitación a estar berreando.-eres una desgracia para la familia.-no entiendo por que estas tan molesta conmigo.-debes de estar jugando.-no y no entiendo por que me gritas.-eres un mentiroso de primera Fenrick.No se por que diablos tiene que estar tan temprano gritando es mi habitación que no podía espera a la hora del desayuno, Amelia se asoma por la puerta de segura atraída por los gritos de Isabela, no soy estúpido y recuerdo claramente lo que paso la noche anterior y la vergüenza que me da por haberle dicho esas palabras y más por que todos me escucharon, me levanto de mi asiento.-Isabela por favor ya detente como ya te dije no recuerdo nada de anoche.Me acerco a Amelia para disculparme pero las palabras no me salen de la boca mi dignidad me ase callar pero por que mi corazón late con tanta fuerza al verla.-buenos días duque Fenrick.No le puedo responder y solo paso a un lado de ella sin decirle nada, será mejor que n
Amelia. Doy gracias por ya no estar en ese salón, el príncipe es guapo pero me siento un poco incomoda al estar a su lado por que no lo conozco bien y debo de tener la mejor etiqueta frente a él en cambio con Fenrick me puede relajar un poco por el tiempo que hemos pasado juntos, al pasear por los jardines del palacio en la compañía de Fenrick me duele admitir que extrañaba su compañía sería y reservada. -¿ disculpé duque Fenrick ya no tiene migrañas ? -como dije antes estado muy ocupado. -cuando entre al salón el dolor se calmo un poco. -ya veo, recuerde que puede ir a la mansión de la familia Wide cuando guste y le puedo ayudar con eso y si gusta solo podemos tomarnos la mano como si nos saludaremos. Le extiendo la mano a Fenrick y él la toma simulando un saludo de mano formal. -señorita Amelia si gusta puede ir a mi torre a visitarme cuando lo deseé, estoy llevando un experimento interesante y si gusta puedes ver. El rostro de Fenrick se vuelve en una mueca de felic
Amelia. Me siento tan frustrada por la actitud de Fenrick y me molesta más que a él no le importa en lo más mínimo, al llegar a la mansión de la familia Wide me encuentro a Isabela en el jardín trasero donde le dejo el pastel en el mesa. -¿ por que regresaste tan temprano ya que ibas a comprar una casa y por que regresaste con mi primo ? -nos encontramos por casualidad. -Isabela, la señorita Amelia se encontró con un agente inmobiliaria y me encargo de que no fuera engañada por ningún hombre aprovechado. Si claro maldito egocéntrico me arruinaste el trató si no fuer por tu culpa estaría mirando mi futuro hogar. -además la iba adquirir sin tu conocimiento. -ya lo sabía. -entonces soy en único que no tenia conocimiento de este hecho. -al parecer primo. Siento sobre mi la mirada molesta de Fenrick que me ase ver asía otro lado. -pensé que eramos amigos. -lo somos, disculpame por no decírtelo antes. Me molesta que este maldito siga fingiendo que no hizo nada malo y tiene el
Amelia. Estoy recostada en mi cama mirando el techo de mi habitación y me pregunto como Fenrick se dio cuenta de que intento mantener mis sentimientos bajo control todo el tiempo aunque con el no los puedo mantener cubiertos tal ves sea parte de sus investigaciones o algo así, es la hora del desayuno y la duquesa me mira con una sonrisa dulce.-señorita Amelia quisiera hacer una recepción en tu honor.-a mi me gustaría mucho la idea madre, haré la lista de invitados y organizare todo, lo haré tan magnífica que todos tendran envidia si me lo permites.-claro.Después del desayuno vamos Isabela y yo a uno de los salones que tiene vista a los jardines para comenzar la lista de invitados.-no sé quien pueda venir así que invitare a todos, no deseo que el lugar está vacío.-si abra demasiadas personas quisiera escoger solo a las que estas interesadas en verme.-tal ves rechacen la invitación. Isabela frunce el ceño y me sorprende su falta de seguridad de que los invitados acepten la invi
Fenrick. Estando en mi estudio mirando por la ventana me doy cuenta de que un carruaje de mi tía llega a mi propiedad, una sonrisa aparece en mis labios al pensar que es Amelia que a venido a visitarme pero al teletrasportar me al recibidor miro a Isabela abrir las puertas de mi casa con fuerza y molestia en el rostro. -¿¡ que le dijiste a Amelia el otro día !? -solo le conté lo que paso en tu cumpleaños número doce. -¿ por que le dijiste eso ? por tu culpa Amelia esta triste. -no me culpes fue ella quien me pregunto por ti ya que te noto triste. Miro que Isabela se pasa la mano por el cabello con evidente frustración. -no debiste decirle eso solo ases que se preocupé, te prohibo contarle cualquier cosa de mi a Amelia sin mi consentimiento, te mataré si lo vuelves hacer. Isabela sale muy molesta de mi mansión dejándome desconcertado, pensé que como amiga de Amelia no se molestaría por esto pero quien comprende a mi prima, chasqueo los dedos y aparezco de nuevo en mi oficina do