cap 11

Fenrick.

Esta mañana Isabela entro muy temprano a mi habitación a estar berreando.

-eres una desgracia para la familia.

-no entiendo por que estas tan molesta conmigo.

-debes de estar jugando.

-no y no entiendo por que me gritas.

-eres un mentiroso de primera Fenrick.

No se por que diablos tiene que estar tan temprano gritando es mi habitación que no podía espera a la hora del desayuno, Amelia se asoma por la puerta de segura atraída por los gritos de Isabela, no soy estúpido y recuerdo claramente lo que paso la noche anterior y la vergüenza que me da por haberle dicho esas palabras y más por que todos me escucharon, me levanto de mi asiento.

-Isabela por favor ya detente como ya te dije no recuerdo nada de anoche.

Me acerco a Amelia para disculparme pero las palabras no me salen de la boca mi dignidad me ase callar pero por que mi corazón late con tanta fuerza al verla.

-buenos días duque Fenrick.

No le puedo responder y solo paso a un lado de ella sin decirle nada, será mejor que no la veo durante algunos tiempo asta que sepa que me pasa.

Amelia.

Pasa algún tiempo y no veo al duque Fenrick en la casa de la familia Wide, estoy leyendo un libro en la sala de estar en la compañía de Isabela pero no me puedo concentrar muy bien en la lectura así que cierro el libro y pongo mi atención en Isabela que esta limpiando su varita con una pociones de purificación.

-Isabela ¿ el duque Fenrick ya no a tenido migrañas ?

-no tengo ni idea de ello.

-se supone que lo miraría ase algunos días pero el no se presentó.

-no te preocupes estoy segura que regresa pronto ya que eres la única que lo ayudado con las migrañas.

Pasa el resto del día y no lo veo otra ves, salimos un rato para despejar la mente y al regresar se me acerca uno de los sirvientes con una carta que llego para mi y me dice que es parte del príncipe, la tomo han alegria y es una invitación para cenar en su palacio, me siento sorprendida por su repentino atención en mi pero no me puedo negar, así que me preparo y tomo un carruaje para ir al palacio, al llegar soy guiada asta una de las salan donde esta ya dispuesta una mesa para la cena y me siento muy preocupada y ansiosa ya que es la primera vez que vengo a este lugar sola a los pocos minutos el príncipe llega y me saluda como dicta el protocolo y con una sonrisa en le rostro me invita a sentarme.

-se que tendrás dudas del por que estas aquí pero solo te aseguro que deseo recuperar el tiempo perdido además deseo darle mis más sincera gratitud por ayudarnos con el duque Fenrick el día del baile, me sorprendió la forma en la que lo calmo y discúlpeme por no agradecerle como es debido.

Las puertas del salón son abiertas por Fenrick que se sorprende al verme aquí al igual que yo pero me siento feliz de ver una rostro familiar y no importa que el me vea con extrañeza estoy feliz de verlo, el toma asiento frente a mi y no deja de verme.

-sabe señorita Amelia es muy difícil ver al duque Fenrick.

-estado muy ocupado.

No me sorprende con la frialdad con la que Fenrick le responde al príncipe pero al parecer a al principio William no le importa y nos invita a inicial con la cena donde nos traen un plato tras otro que son realmente delicioso.

-los platillo son tan buenos que no se nota la pérdida de alguien.

Fenrick me mira de forma fría pero con una sonrisa en los labios asiendome sentir muy incomoda, ya había olvidado lo tenebroso que puede ser al hablar.

Fenrick.

Al ver de nuevo a Amelia los sentimientos que e tenido todos estos días en lo más profundo de mi corazón florecen de nuevo como las flores en cada primavera y no importa cuanto lo ignore quiero ver a Amelia y no solo por que me ayuda con el dolor y al verla hablar con tanta calma y alegria con el príncipe deseo arrancarle la lengua a esa maldito doble cara pero me doy cuenta que Amelia no a tocado la comida miro lo que hay en su plato y sé que eso no le gusta a ella le gustan más las cosas dulces, chasqueo los dedos y aparezco frente a ella una gran variedad de postes sorprendiendo la.

-siéntete libre de comer los que gustes.

Amelia sonríe dulcemente y comienza a disfrutar de los postres como si fuera una ardilla comiendo nueces, William se levanta de la mesa y nos mira con su estúpida sonrisa falsa.

-les ruego que me disculpen pero tengo trabajos que atender y espero volverlos a ver después.

-una ves en más que suficiente.

Me doy cuenta que Amelia me mira con sorpresa pero no le doy importancia, salimos del salón y del palacio para caminar por los jardines donde me siento más calmado de no tener a ese hombre cerca de Amelia.

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