Fenrick.

Devuelta en mi mansión no comprendo por que me moleste tanta al enterarme de que el príncipe le dio flores a Amelia, ni siquiera eran un rama grande era tan simple, me pregunto a que se refería cuando dijo era bien parecido, acaso lo considera guapo, estoy seguro que son mil veces mejor que un simple príncipe son el mago de torre y el mejor del imperio, doy un suspiro cansado y me decepciona al saber los estándares de Amelia, es mejor que ocupe mi mente con trabajo, me teletrasporto a la torre, desde que conocí a Amelia me ayudo mucho con mi dolor de cabeza pero es solo temporal debo de encontrar una forma de desaparecer el dolor de mi cabeza para siempre y por muchos años pensé que este dolor sería para toda mi vida pero al conocer Amelia todo cambió, últimamente estado investigando por mi cuenta y en secreto de los demás magos una forma de aliviar lo y e logrado obtener una poción que me podría ayudar pero aun no la he probado, pienso en decirle a Amelia mis logros de seguro estará feliz de ya no tener que pasar tiempo conmigo pero al pensar en eso me siento mal y me siento afortunado al poder pasar tiempo con ella, su sonrisa me ase sentir una calidez en el pecho y su risa es música para mis oídos, me enfoco en lo que estoy asiendo y me preparó para utilizar la poción, no importa que sea peligrosa no tengo en quien utilizarla ya que ningún otro mago sufre lo mismo que yo, tomo un pequeño trago de la poción y me recuesto en la silla de mi escritorio, me pregunto por que no hay efecto tal vez necesito tomar una dosis más alta, no importa los efectos secundarios, tomo toda la poción y espero que haga efecto pero es algo inútil mi dolor de cabeza sigue igual, me frusto y tiro todas las cosas de mi escritorio, cuanto tiempo más voy a estar sufriendo este maldito tormento.

Amelia.

Hoy estoy tomando té en la compañia de Mónica e Isabela en el patio de la mansión Wide, platicamos de las tendencias de los vestidos asta que Mónica dice algo que me alerta un poco.

-se dice que últimamente se le a visto un poco desmejorado, dicen que tal ves este enfermo ya que un mago lo vio toser sangre y otro dice que paso por un pasillo cerca de su oficina y miro gotas de sangre.

Me hororizo al pensar que Fenrick esta enfermo o que tal ves esa sangre que miraron no era de él y no soy la única que piensa lo mismo.

-lo más seguro que la sangre que miraron no es la de él debe de ser de animales, Fenrick ase experimento con pociones en animales así que no hay razón por la que preocuparse.

Las palabras de Isabela me da un poco de alivió pero todavía me quedo con la duda de quien será la sangre, el té termina y al llegar la puesta de sol voy a mi habitación.

-bienas noches.

Doy un brinco al escuchar la voz de Fenrick a mis espaldas, la volteo a ver muy sorprendida pero me percató de que su chaleco esta manchado de sangre en la parte baja.

-¿ por que te asustas ?

-duque me podría decir por que esta manchado de sangre.

Fenrick se ríe y saca del bolsillo de su chaleco una poción.

-de seguro se abrió.

La puerta de mi habitación es abierta por Isaac que nos mira a ambos.

-¿ todo esta en orden aquí ?

-si solo que el duque me asustó y tu primo tiene una poción extraña en la mano.

-es solo curativa pero es experimental.

Ambos familiares se comienzan a reír de mi asiento dome sentir vergüenza de mi misma por asustarme con algo tan simple pero no me pueden culpar no soy mago y no estoy familiarizanda con esas cosas, el duque e Isaac se van a su habitación para poder hablar asta altas horas de la noche, esta mañana Isaac nos informa atravez de la volá de cristal que Fenrick no asistió a la torre de magia hoy y que por lo general avisa si no va a venir además que anoche se miraba un poco cansado y nos pide que lo vallamos a ver por si algo le ocurrió, después de un viaje en carruaje llegamos a la mansión de Fenrick donde Isabela entra como si fuera suya, asta que el mayordomo nos intercepta.

-señoritas por favor ¿ que hacen aquí ?

-mi primo no se presentó al trabajo.

-el señor no se siente bien señorita Isabela.

Isabela sin decir nada más retoma su caminata y solo la sigo asta una habitación donde miro a Fenrick recostado en la cama que nos mira con mucha sorpresa.

-¿ que asen aquí ?

-pensé que estabas dormido primo.

-me desperté por que alguien estaba gritando.

-duque Fenrick me podría decir que le ocurre.

Fenrick se sienta en la cama y me mira con calma.

-solo tengo fiebre y las pociones medicinales no funcionan, no voy a poder hacer negocios hoy y ya que me han despertado y visitado les pido que se retiren.

Pero al ver a Fenrick tan casado me arrepiento de a ver venido y más Isabela que entro de forma tan escandalosa y más con las manos vacías.

-Isabela podrías cuidar de Fenrick unos minutos por favor.

Salgo de la mansión y tomo el carruaje para ir a la plaza central para comprarle algunas cosas a Fenrick, solo espero que siga despierto cuando regrese.