cap 24

Amelia.

Después de esa no he un poco extraña hoy vamos a la tienda donde el joven compró el anillo, el lugar parece normal incluso lindo, Fenrick se acerca al encargado y le nuestra el anillo.

-necesitó uno exactamente igual.

-permita me.

El hombre saca de debajo del mostrador una caja y al abrirla nos deja ver ocho anillos exactamente iguales.

-muchos aristocratas llevan este anillo por ser sencillo y elegante a la vez.

Fenrick mira atentamente los anillos de forma sería.

-no son lo que estoy buscando.

Salimos de la tienda y admito sentirme un poco decepcionada al no tener ninguna pista de quien esta traficando con estas cosas.

-aunque los anillos son iguales no hay magia en ellos probablemente algún mago hechizo alguno y lo dejo con los demás, buscaré el taller donde los asen.

Me sorprende que allá un mago capas de hacer algo tan cruel, hechizar un anillo para que un inocente asuma la culpa.

-probablemente alguien esta usando magia antigua para hacer este hechizo para hacerme sentir dolor y si alguien lo esta asiendo solo para molestando me me encargaré personalmente de hacerlo sufrir una agonía indescriptible.

-en ese caso no veo motivo para seguir gustos si aun con mi presencia usted siente dolor.

-no importa si siento dolor ahora tu eres mi amiga y así será por el resto de nuestras vidas.

Me sorprende que Fenrick deseé seguir en mi compañía aun sabiendo que no lo puedo ayudar con su dolor y me doy cuento que en verdad nos hemos hecho amigos, Fenrick me sonríe de forma dulce.

-debes de sentirse afortunada no soy amigo de cualquiera.

Le correspondo la sonrisa a pesar de que me siento un poco incomoda, Fenrick me lleva a un restaurante donde comemos antes de que me acompañe asta la mansión Wide donde pasa la tarde en mi compañía.

Fenrick.

Paso algunos días pensando en que magia hablan usado en este anillo, es algo que no destaca en lo más mínimo ya que solo me provoca dolor a mi, me asegurare que el que hizo esto sufra una dolorosa agonía, dejo el anillo para ir a ver a Amelia ya que tengo dos días sin verla, al llegar a la mansión la encuentro cerca de la biblioteca.

-señorita Amelia que gusto encontrarla.

Amelia me da una sonrisa dulce que ase que mi corazón lata más fuerte y me ase sentir bien solo con verla.

-hola duque Fenrick ¿ como se siente hoy ?

-asé poco encontré al gremio que trafican con las piedras negras y acabo con ellos, de esta manera envié un mensaje de que no deben de meterse conmigo, ¿ que vas hacer mañana ?

-no tengo planes todavía.

-en ese caso me acompañaras a un lugar que esta un poco lejos asía que siéntete libre para llevar equipaje.

-¿ podría saber a donde vamos ?

-no.

Amelia ase un pequeño puchero al escuchar mi respuesta que la ase ver mas linda de lo que es. Esta mañana llegamos al pueblo donde nací que es un lugar más rural que el imperio y me percató de que Amelia esta muy curiosa mirando asía todos lados, la llevo a la plaza donde compro un ramo de flores para luego llevarla al bosque donde esta la tumba de mi padre.

-¿ duque que estamos asiendo aquí ?

-esta es la tumba de mi padre, casi no vengo aquí.

Le dejo las flores y nos quedamos unos momentos, estoy seguro que Amelia jamás pensaría que la trajera aquí pero ya tenía mucho tiempo de no venir además que no quería venir solo.

-me gusta estar en este lugar, es muy callado a diferencia que la capital.

-el lugar es muy sereno, me gusta más que la capital hay muchos espacios verdes.

-pero aquí faltan muchas cosas como médicos decentes es por eso que no vengo con frecuencia.

Recuerdo que mi padre al haber declinado a su titulo por casarse con mi madre se establecieron aquí donde mi padre trabajaba las tierras que adquirió pero hubo una epidemia en que perdí a mis padres y fue cuando mi tía me adopto como su hijo, dos hombres caminan junto con nosotros y uno de ellos se nos acerca que es una hombre mayor.

-Félix, señor Félix ¿ es usted ?

-les ruego que me disculpen mi padre ya no esta en sus cabales.

-¿ conoció a mi padre ?

-disculpe joven es usted el hijo de Félix, no me reconoce soy Julio solíamos jugar cerca del rio.

-lo siento pero no lo recuerdo.

-señor Félix ase mucho que no lo veía.

-insisto que me disculpen por mi padre.

-Amelia por que no te adelantas te alcanzo en un momento.

-! yo no estoy loco, eres tu el que escucha voces Félix !

El anciano me sorprende con sus palabras pero no puedo saber si son verdad o no tal ves este muy viejo pero jamás supe que mi padre escuchara voces.

-¿ a que se refiere ?

-siempre dices que escuchas voces que no están presentes, ¿ cuando iremos de casaría de nuevo ?

-perdonen lo por favor, padre debemos de regresar.

Ambos hombres se retiran dejándome muy confundido y con preguntas, tal vez este dolor lo sufrió mi padre al igual que yo pero estoy seguro que este dolor lo causa la magia y mi padre no la poseía pero mi madre si, es mejor que investigué esto con más cuidado.

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP