cap 20

Amelia.

Hoy regresamos a la mansión de Fenrick para ver su estado de salud y me sorprende ver que ya esta totalmente sano, tal ves tomo alguna poción curativo, Fenrick se me acerca con una leve sonrisa en le rostro.

-señorita Amelia me podría mostrar como ase conejos de manzanas.

-si solo necesito una.

Fenrick aparece en su mano una manzana que me entrega junto con una daga que saca de su chaleco, comienzo a tallar conejitos de manzana ambos parientes me miran con fascinación.

-que habilidad tan peculiar señorita Amelia, hoy encontré algo muy peculiar y quisiera dárselo.

Fenrick extiende la mano y me entrega lo que parece una pequeña piedra, para que me dio esto, de pronto la piedra se trasforma en un gran ramo de flores de varios colores pero lo que predomina más son las rosas rojas, una sonrisa aparece en mis labios.

-muchas gracias duque Fenrick, son muy hermosas.

-pense en dárselas ya que te gustan las flores y una sola flor no es suficiente.

-¿ y por que a mi no me diste ninguna ? a mi también me gustan.

-no te lo mereces.

Fenrick mira con aburrimiento y fastidio a Isabela para después aparecer una margarita amarilla y dársela que mira molesta Isabela, no puedo evitar reírme, nos tenemos que retirar por que Fenrick tiene que trabajar. Hoy en la tarde invite a Mónica a tonar el té y para ella no pasa desapercibido el ramo de flores que e colocado cerca de la ventana para que revivan no poco de sol.

-Amelia que hermosas flores ¿ tu las cultivate ?

-en realidad no me las dio el duque Fenrick esta mañana.

-eso me sorprende, deben de ser cercanos ya que recibe presentes tan hermosos de él.

-es un milagro que mi primo regale algo a alguien.

Sus palabras me ponen a pensar sobre la actitud de Fenrick así mi y debo de admitir que es muy atentó así mi pero no quiero pensar en eso y decido cambiar el tema.

-¿ que tal si mañana vamos de compras ?

-lo siento Amelia pero no puedo acompañarlas tengo que ir al templo a purificar mi cuerpo y a hacer estudios.

Y recuerdo haber leído que los poderes de la purificación puede aliviar dolores de cualquier tipo eso podría ayudar permanentemente a Fenrick y se me ocurre una idea.

-que tal si vamos todas juntas al templo y luego vamos de compras.

Después de una charla con Isabela termina aceptando. Hoy miro asía todos lados ya que nunca había estado en el templo y me entero que hoy los sacerdotes verificaran si alguien tiene poderes de purificación y por petición de Mónica todas asemos la prueba a pesar de que Isabela piensa que es una perdida de tiempo por que ella al ser maga es imposible que tenga dones de purificación y como eres de esperar ninguna tiene poderes de purificación y la más decepciona es Mónica saliendo de allí vamos de compras, después de un día de paseo voy a mi balcón a descansar un rato a la sobra de un árbol y miro al ramo de flores que sigue tan hermoso como el día que me lo dio el duque Fenrick, me sigo preguntando por que me lo dio y sigue siendo amable contigo, no me puedo fiar de lo que siento ya que se muy bien que él solo viene a mi para que lo alivie de su dolor, doy un suspiro cansado y me recargo en la silla, doy un brinco del susto al ver que Fenrick aparece a un lado de mi.

-¿ que estas asiendo ?

Calmo mi cuerpo y le doy una sonrisa un poco forzada.

-duque Fenrick que susto, ¿ lo puedo ayudar en algo ? ¿ se siente mal de nuevo ?

-estoy bien gracias por preguntar pero quiero saber ¿ si soy tu amigo ?

-claro que si, somo muy cercanos.

Fenrick se recarga en la mesa y me mira con una leve sonríe.

-¿ segura que no te arrepentirás después de tus palabras ?

-muy segura duque.

Como si pudiera decirle la verdad pero se me ocurre una idea para que no me vuelva a preguntar lo mismo, tomo un hoja de papel y redacto un documento donde seremos amigos asta que él lo deseé, al terminar firmo y lo sello para extenderse lo a Fenrick.

-con esto seremos amigos asta que tu lo consideres adecuado.

Fenrick lo lee para después firmarlo pero como el no trae sello de su firma saca una daga de su chaleco para cortarse el dedo y colocar su sangre en el escrito, estoy acostada a sus rarezas pero esto pasa mis límites, Fenrick me sonríe como si fuera de lo más normal.

-ahora seremos amigos para toda la eternidad.

Desde que firmamos el contrató nuestra relación no a cambiado y aunque la duquesa me advirtió que Fenrick puede llegar a ser muy posesivo y que estuviera preparada por que los conceptos de amistad de Isabela y Fenrick no pueden ser los mismos pero asta ahora no veo ningún cambió, hoy Fenrick vino y estamos tomados de la mano sentados en el sillón del salón.

-señorita Amelia ¿ que hizo el día de ayer ?

-fui con Isaac a la plaza.

-no me interesa los demás solo pregunte por ti, recuerda que somos amigos, solo me preocupo por ti y espero que tu hagas lo mismo.

Me quedo un poco desconcertada por sus palabras pero guardo la calma y decido hacerle algunas preguntas para darle gusto con su caprichos y me entero que no tiene comida favorita, que no tiene amigos y que odia a las personas ruidosas.

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