Fenrick.

Estando en mi estudio mirando por la ventana me doy cuenta de que un carruaje de mi tía llega a mi propiedad, una sonrisa aparece en mis labios al pensar que es Amelia que a venido a visitarme pero al teletrasportar me al recibidor miro a Isabela abrir las puertas de mi casa con fuerza y molestia en el rostro.

-¿¡ que le dijiste a Amelia el otro día !?

-solo le conté lo que paso en tu cumpleaños número doce.

-¿ por que le dijiste eso ? por tu culpa Amelia esta triste.

-no me culpes fue ella quien me pregunto por ti ya que te noto triste.

Miro que Isabela se pasa la mano por el cabello con evidente frustración.

-no debiste decirle eso solo ases que se preocupé, te prohibo contarle cualquier cosa de mi a Amelia sin mi consentimiento, te mataré si lo vuelves hacer.

Isabela sale muy molesta de mi mansión dejándome desconcertado, pensé que como amiga de Amelia no se molestaría por esto pero quien comprende a mi prima, chasqueo los dedos y aparezco de nuevo en mi oficina donde me siento en mi silla y con un movimiento de mi mano convocó la bola de cristal para ver que esta asiendo Amelia, la miro sentada cerca de la ventana leyendo un libro, se mira tan pacífica y hermosa como las flores en primavera, me recargo en el escritorio y doy un suspiró largo, que tipo de magia será esta que me impide ver algo malo en Amelia y me cautiva solo con su mirada.

Amelia.

Salgo de mi habitación otra ir a dar un paseo por el patio después de leer un poco y me encuentro a Isabela entrando a la casa, parece molesta me pregunto que le abra pasado en su salida.

-Isabela ¿ te ocurre algo ?

-no solo ya arregle todos mis asuntos pendientes.

-no deseas salir a dar una vuelta.

Isabela acepta mi invitación y en poco tiempo ya estamos en un restaurante donde disfrutamos de unos deliciosos postes, Isabela se tiene que excusar un momento de la mesa, al estar sola doy un suspiro largo, cada ves que veo a Isabela recuerdo lo que me dijo Fenrick y me siento mal por ella y me sentí más mal cuando me pregunto en el carruaje que personas deseaba tener en la fiesta, no supe que responder ya que no se quienes son los que no fueron a su doceaba fiesta, esperando a Isabela miro a una de las jóvenes que destacan en la sociedad la hija del marques Greeng y recuerdo que su acompañante hablo muy mal de Isabela durante una fiesta de té que asistí antes de dejar a mi familia, se acercan a mi con una so risa falsa.

-hola señorita Amelia, escuche que estabas organizando una fiesta en la casa de la familia Wide, será una oportunidad buena para ver la mansión después de tanto tiempo solo espero que nada extraño ocurra esta vez.

Al escuchar sus palabras comprendo que fue ella una de las que asistió a la fiesta de cumpleaños de Isabela en aquella ocasión pero decido indagar un poco antes de sacar mis conclusiones.

-¿ usted a ido a la mansión ?

-si pero fue ase mucho, fue una fiesta de la señorita Isabela.

Con eso estoy más que segura que ella fue a esa fiesta que termino tan mal, las damas que acompañan a la hija del marques se ríen y comienzan a discutir sobre quien asistirá está ves a la fiesta, al escucharlas me molesta que hablan asi pero antes de que diga algo Isabela regresa a la mesa y las damas frente a mi dejar de reír y saludan a Isabela como es debido, son una vola de cobardes, no tienen el valor de hablar frente a Isabela.

-Isabela las damas están interesadas en la futura fiesta.

Isabela las mira de forma fría y la habitación se comienza a sentir pesada, las damas se percatan de esto y se despiden de Isabela para alejarse de nosotras, Isabela no las deja de mirar con seriedad y me preocupa que allá recordado lo que le paso en aquella fiesta, me levanto de mi silla y voy asía ella.

-¿ que tal si regresamos a casa Isabela ?

Para mi suerte Isabela acepta sin protestar ni poner objeción alguna, al llegar a la mansión Isabela va al campo de entrenamiento y después de una horas voy en su búsqueda, al entrar al campo de entrenamiento veo a Isabela siendo detenida por dos soldados para que no ataque de nuevo a un tercero que ya esta en el suelo me apresuró a ir con ella para detenerla antes de que haga daño al pobre hombre.

-Isabela detente el pobre ya no puede pararse.

Isabela me sonríe y deja caer la espada para salir en mi compañía y regresar a la mansión. En la noche estoy en la compañía de Fenrick que a venido a que tome su mano pero no dejo de pensar en Isabela.

-¿ señorita por que tienes esas expresión ?

Decido contarle a Fenrick lo que paso en el café hoy con la hija del marques y le expresó mi preocupación por Isabela de que se halla sentido mal por la presencia de esas damas.

-señorita Amelia no has sido amiga de mi prima por mucho tiempo pero aun así te preocupas por ella.

-no importa cuanto tiempo nos conocemos siento mucho afectó por ella, es como el amor a primera vista.

-eso es cierto.

Discuto con el duque Fenrick por unas cuantas horas asta que se retira, voy de nuevo a ver a Isabela para ver como esta.