La ciudad había encontrado finalmente un respiro después de meses de agitación. Los cambios implementados por Raffil y su equipo habían comenzado a transformar la vida de los ciudadanos, y la esperanza era palpable en el aire. Con la organización desmantelada y las reformas en marcha, Raffil decidió que era el momento perfecto para concentrarse en su familia.Había pasado tanto tiempo desde que pudo disfrutar de momentos de tranquilidad con Victoria y su hijo, Rafael. Ahora, con la paz restaurada, Raffil planeaba algo especial: la boda de Victoria, un evento que prometía ser la celebración más grandiosa de sus vidas.La casa estaba llena de actividad. Victoria, rodeada de amigos y familiares, se encontraba inmersa en los preparativos. El jardín se transformaba en un paraíso floral, y los músicos practicaban las melodías que llenarían de magia el aire durante la ceremonia.Anastashia, siempre al lado de su hermano, se encargaba de coordinar los detalles, asegurándose de que todo fuera
La boda de Raffil y Victoria había sido un evento mágico, a pesar del incidente que casi arruina el día. Ahora, con Rafael a salvo y la familia reunida, la celebración continuaba en el jardín iluminado por luces suaves y música envolvente. Sin embargo, bajo la superficie de la alegría, había una tensión palpable que solo unos pocos podían percibir.Ambar, la madrina de Rafael, observaba la escena con una mezcla de felicidad y preocupación. Había estado cerca de Anastashia durante toda la boda y, aunque no había dicho nada, intuía que Carla estaba detrás del secuestro de Rafael. Pero Ambar sabía que este era el día de su amiga Victoria, y no quería arruinarlo con acusaciones que podrían desatar el caos.Mientras la fiesta continuaba, Ambar se mantuvo cerca de Rafael, asegurándose de que estuviera seguro y protegido. A pesar de su preocupación, no podía evitar sonreír al ver a los recién casados tan felices.Más tarde, cuando la fiesta había alcanzado su punto álgido y Rafael se había q
Unas semanas después de la boda, la vida de Raffil y Victoria parecía haber retomado un curso de normalidad. La amenaza de El Lobo había sido neutralizada, y la familia se concentraba en disfrutar de su tiempo juntos. Sin embargo, en las sombras, Carla no había desistido de su obsesión por destruir la felicidad de Victoria.Carla, consumida por la envidia y la frustración, había ideado un nuevo plan para arruinar la vida de Victoria. Había sobornado a una empleada de la empresa de Raffil, una joven llamada Clara, para que drogara el café de su jefe. La dosis que Carla había proporcionado era lo suficientemente fuerte como para causar alucinaciones casi instantáneas.Clara, aunque inicialmente reacia, había cedido ante la presión y el dinero que Carla le ofrecía. Sabía que estaba jugando con fuego, pero la promesa de una vida mejor la había convencido de seguir adelante.Era una mañana como cualquier otra en la empresa. Raffil llegó temprano a su oficina, listo p
Victoria y Anastashia estaban decididas a resolver el misterio detrás del envenenamiento de Raffil. Sabían que Carla estaba involucrada, pero necesitaban pruebas concretas para enfrentarse a ella. Anastashia sugirió que buscaran a Clara, la empleada que había sido manipulada por Carla. Clara podría proporcionarles la información que necesitaban para desenmascarar a Carla y proteger a Raffil.Después de investigar un poco, Victoria y Anastashia lograron localizar a Clara en un pequeño pueblo donde se había estado escondiendo. Clara sabía que había cometido un grave error al involucrarse con Carla y temía las repercusiones. Sin embargo, también estaba agobiada por la culpa y sabía que debía hacer lo correcto.Cuando Victoria y Anastashia llegaron al pueblo, encontraron a Clara viviendo en una modesta pensión. Clara, temerosa, pero también aliviada de verlas, las recibió con lágrimas en los ojos.—Clara, necesitamos tu ayuda —dijo Victoria, su voz suave pero urgent
Después del tumultuoso juicio de Carla, la vida de Victoria y Raffil comenzó a estabilizarse. Sin embargo, las cicatrices emocionales y físicas de lo que habían vivido aún eran palpables. Ambos sabían que necesitaban tiempo para sanar y reconstruir sus vidas. La noticia del juicio y la condena de Carla se había propagado rápidamente, y la empresa de Raffil también estaba en proceso de recuperación tras el caos.Clara, después de testificar en contra de Carla, había decidido dar un giro completo a su vida. Con el apoyo de Victoria y Anastashia, se mudó a una nueva ciudad y comenzó a trabajar en una pequeña librería, un lugar tranquilo donde podía encontrar paz y comenzar de nuevo.El primer día en su nuevo trabajo, Clara se sintió nerviosa pero también emocionada. La librería era acogedora, con estantes llenos de libros que prometían mundos diferentes y aventuras por descubrir. Clara encontró consuelo en el orden y la tranquilidad del lugar, y poco a poco comenzó a sent
Todo estaba en calma en la casa de Victoria y Raffil. El pequeño Rafael cumplía su primer año, y la atmósfera estaba impregnada de alegría y emoción. Había sido un año lleno de desafíos, pero también de amor y esperanza. Rafael, apodado "el hijo del rey del inframundo", llevaba un nombre pesado para un niño tan pequeño, pero sus padres estaban decididos a darle una vida llena de luz y felicidad.Victoria había estado trabajando incansablemente en sus diseños, preparando una colección especial para el cumpleaños de su hijo. Esta colección no solo era un homenaje a Rafael, sino que también marcaría un hito en su carrera como diseñadora. Las piezas de joyería que había creado eran deslumbrantes, y la anticipación en la industria era palpable.Los preparativos estaban en marcha. La casa estaba decorada con globos, guirnaldas y luces brillantes. Había una gran mesa llena de deliciosos pasteles, bocadillos y todo tipo de delicias. Los invitados estaban llegando, y la música
Mientras Raffil se preparaba para la confrontación, Victoria sintió que algo no estaba bien. La atmósfera en la celebración había cambiado drásticamente, y la risa de los niños se había desvanecido. Se acercó a Raffil, preocupada.—¿Qué está pasando? —preguntó, mirando a su esposo con ansiedad.Raffil la miró, sabiendo que debía protegerla de la verdad, pero no podía ocultarle lo inevitable.—Rimsky ha atacado el muelle. Mis hombres han sido asesinados, y necesitamos actuar —dijo Raffil, su voz grave.Victoria sintió que el mundo se desmoronaba a su alrededor. Era el cumpleaños de su hijo, un momento que debería ser de celebración, y ahora estaban al borde de una guerra. Sin embargo, sabía que Raffil tenía que hacer lo que era necesario.—Debes tener cuidado, Raffil. No quiero que te pongas en peligro —dijo Victoria, su voz temblando.—Lo sé, pero no puedo quedarme de brazos cruzados. No puedo permitir que esto continúe —respondió Raffil, su
Rimsky, sintiéndose acorralado, intentó mantener su arrogancia.—No puedes hacer esto. No sabes con quién te estás metiendo —dijo, su voz temblando.—Sé exactamente con quién me estoy metiendo —respondió Victoria, avanzando hacia él—. Y estoy lista para terminar con esto.En un movimiento rápido, Victoria desató toda su furia. Con una precisión mortal, se lanzó hacia Rimsky, quien no tuvo tiempo de reaccionar. La lucha fue intensa, pero la determinación de Victoria era imparable.Raffil observó con asombro cómo su esposa se enfrentaba a un enemigo formidable. La mujer que amaba no solo era una madre, sino también una guerrera.Los hombres de Rimsky comenzaron a caer uno a uno, incapaces de resistir la fuerza combinada de Victoria y Raffil. La batalla que se había desatado en el muelle tenebroso era más que una lucha por el poder; era una lucha por la familia, por la vida.Finalmente, Rimsky se dio cuenta de que estaba perdiendo. Con un últim