Me convierto en nada a medida que la necesidad aumenta. Ya no solo te deseo.
Alexander
Y pensar que casi atropello a mi nueva asistente. La polla me duele desde que vi el océano en sus ojos, quiero verlos empañados de deseo, que se cristalicen por la pasión que lleva oculta bajo su piel mientras me follo su boca. Necesito escuchar sus jadeos retumbando en las paredes de mi habitación, que su dulce voz se convierta en una melodía obscena, que me haga correr sobre su lengua, que me pida que le dé más duro, que le destroce el coño, que la deje adolorida.
Ansío escucharla gemir, pidiendo que la haga pedazos. Me saboreo los labios al imaginar su voz rota, suplicando por más, desnuda, temblorosa y de rodillas ante mí.
—No estarás pensando en llevarte a la cama a Isabella, cierto. —Alzo la mirada cuando escucho la voz de Rebecca.
Camina en mi dirección sacudiendo el culo de un lado al otro, me gustaría perforar sus jugosos agujeros.
—Sabes que no me importa la superficie, puede ser este escritorio, el de su oficina, el piso, el baño o ese sofá. —Señalo en dirección a los muebles que ocupan el lado izquierdo de mi oficina.
—A veces olvido lo imbécil que eres —bufa y se deja caer en la silla delante de mí—, te lo diré una sola vez Alexander, la señorita Turner, es una joven que nada tiene que ver con las cosas a las que estás acostumbrado, es inteligente y capaz, por favor no lo arruines. —Ruedo los ojos.
Rebecca no solo es mi gerente de recursos humanos, sino también es una buena amiga. Aunque eso se debe a que sus gustos son iguales a los míos, con la diferencia de que ella conquista a sus mujeres en los bares fuera del trabajo y yo no me mido a la hora de pescar. Aunque claro, tengo mis exigencias, solo mujeres hermosas tienen el privilegio de disfrutar de mi polla.
—Tú fuiste quien la envió conmigo, si ella me coquetea no veo por qué no darle lo que pide. —Todas las mujeres siempre quieren algo, y una con un título en Economía, no es la exención. Sobre todo cuando tiene una mirada tierna y una expresión de ingenuidad, esas infla pollas son las mejores; un cheque y te dan toda una noche de gemidos y jadeos descontrolados.
Son las perfectas para azotar hasta que la mano me duela.
—Solo te pido que no hagas nada para perjudicar a esa chica, es todo. —Se pone de pie y me mira—. Te juro que si Isabella renuncia antes de cumplir un mes aquí, yo también voy a renunciar, ya no soporto tus estupideces —suelta en tono cansino.
—No olvides que soy yo quien paga tu sueldo, no sobrepases tus límites Rebecca —advierto. Abre la puerta y la sostiene para luego girarse solo un poco y clavar sus ojos en los míos.
La m*****a es demasiado sexy para solo ser una lesbiana que se desperdicia, aunque no me opondría en tenerla a ella y a una de sus amiguitas en mi cama.
—Y tú no olvides que soy yo quien mantiene toda tu m****a en orden para que no te caiga encima. —Me quedo observando la puerta cerrada de mi oficina mientras mi mente recrea la imagen de Rebecca ofreciéndome su culo.
Me olvido por un momento de mi nueva asistente y de mi gerente de recursos humanos, para concentrarme en los negocios. En Castle Tecnology desarrollamos nuevas tecnologías, las cuales comercializamos y distribuimos, pero no solo nos ocupamos de crear nuevas tabletas o computadoras, abarcamos una gran gama de servicios: hardware, software, semiconductores, equipos de telecomunicaciones, Internet y comercio electrónico. También desarrollamos productos y servicios innovadores que mejoren la vida de las personas.
La búsqueda en la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías es lo que ha hecho que mi empresa se mantenga por delante de la competencia. Aunque claro, también existe una zona altruista en todo esto, quizás para expiar mis pecados o simplemente porque sé lo que se siente no tener que comer.
Mensualmente, una parte de las ganancias va dirigida a un fondo que cada año se transforma en mejoras materiales y de salud para comunidades rurales no solo en los Estados Unidos, sino alrededor del mundo. Y es algo que hago en secreto, detesto la publicidad basura.
Reviso el diseño computarizado de una nueva tableta que funcionará con energía solar, pero no me convence. No es funcional, su diseño es anticuado y sus dimensiones absurdas. Todavía quedan varios meses para su lanzamiento al mercado, sin embargo, todo lo que me han presentado hasta este momento me parece una m****a del tamaño del mundo.
El software es lo único que me ha mantenido en pie con este proyecto. Castle Tecnology maneja su propia marca de equipos y cada año reinventamos todo el stand con mejoras en los equipos que van desde el diseño hasta la funcionalidad. Envío un correo con mis observaciones y al terminar apago el monitor para posteriormente salir de la oficina. Me siento agotado y por más que intenté distraerme, no pude dejar de pensar en mi nueva asistente.
Estoy seguro de que será muy fácil abrirle las piernas, todas las que han trabajado para mí mueren porque lo haga, me suplican que lo haga, y ella no es la excepción. Las amenazas de Rebecca no tienen fuerza, haga lo que haga, ella jamás dejará su posición dentro de la empresa.
Subo al auto y parto a toda velocidad. Necesito una perra para esta noche, una que no me haya follado antes, las modelos de la empresa ya me tienen aburrido y odio repetir tantas veces un mismo plato. Además, cogerme de nuevo a alguna de ellas le dará ideas erróneas que prefiero evitar. Le entrego la llave al valet al llegar al club de un conocido e ingreso al establecimiento.
—Señor Castle, un placer tenerlo nuevamente con nosotros. —Saluda la empleada del lugar—. Lo acompaño al reservado. —Asiento.
Su trabajo es estar en la puerta en espera de que los peces gordos entren para llevarlos al área VIP para luego ofrecerles servicios adicionales que no se encuentran en el menú de los que disfrutan de la pista de baile. Sin embargo, una melena rubia capta mi atención al subir las escaleras.
¿Quién diría que la señorita Turner tiene dinero para entrar en un lugar como este?
—¿Necesita algún servicio en particular? —pregunta al entrar en la sala VIP.
—Me gustaría el número tres de la lista.
—Iré por una chica.
—No, quiero que seas tú.
—Señor Castle, tenemos…
—¿Quieres continuar con tu trabajo? —Se relame los labios y deja caer los hombros.
La observo por un momento en que se desabrocha la blusa y la deja caer al piso, se suelta el pelo y por último, se deshace de la falta. Me dejo caer sobre el sofá de cuero negro, me acomodo de modo que puedo ver a las personas del piso de abajo, aunque mis ojos están fijos en un solo punto.
Mientras la puta me chupa la polla, no aparto la mirada de Isabella, luce incómoda y para nada encaja en el lugar.
Soy cenicienta, siempre lo he sido. Pero ahora, justo ahora me siento como Caperucita y su lobo feroz.IsabellaHace tanto tiempo que no veo a mi padre, ni siquiera estuvo a mi lado el día de mi graduación y ayer cuando al fin me armé de valor para contarle que ya había encontrado trabajo en una empresa muy importante el ama de llave me dijo que los señores no se encontraban porque estaban en un viaje familiar fuera del país, sentí que un nuevo puñal más frío y letal se me enterraba en el pecho. ¿Cómo se puede vivir con tanto dolor?La decepción coloreó mis lágrimas de amargura. Di media vuelta frente a la puerta y me fui de la casa de mis padres; ni siquiera me permitieron ingresar. Es como si fuese una extraña y no la hija de Jack Turner. Aún no lo entiendo. ¿Cuál es el propósito de que siga con vida luego de haber recibido tanto maltrato y humillaciones por parte de la esposa de mi padre?Hace catorce años que perdí todo lo que amaba, pero he podido continuar y estoy segura de que
La obsesión crece, se intensifica, se convierte en mi razón para despertar cada día. Mi dulce asistente; pura, inocente y apasionada. Serás mía, no lo dudes.AlexanderLa señorita Turner es una mujer difícil de impresionar, es un enigma que me obsesiona, cualquier otra mujer ya habría caído rendida a mis pies. Su indiferencia solo alimenta el fuego de mi deseo, no voy a darme por vencido, ella tiene que ser mía como todas las demás y por Dios, voy a disfrutar cuando la escuche gemir mi nombre. ¡Oh sí! Lo voy a disfrutar como nunca antes lo he hecho, haré que suplique por mi polla, que se extasíe cuando la tenga dentro y me bañe con su lujuria.La idea de doblegar su voluntad, de hacerla mía por completo, me excita como ninguna otra.Desde que la vi en el club no he podido sacarla de mi cabeza, quería quitarle el vestido y maravillarme la vista con lo que tenía oculto debajo de la diminuta prenda, pero tuve que conformarme con la mamada de la empleada, no estuvo mal, sin embargo, era o
Cada segundo que pasa, el deseo se vuelve obsesión y la obsesión locura. No logro sacarte de mi mente y solo conozco un antídoto para mi demencia.AlexanderAzoto con furia el culo de la puta que tengo en cuatro. Me hundo en ella una y otra vez mientras chilla como perra en celo y se frota el coño con su mano. Con mi mano libre sujeto su larga melena y tiro de ella cuando siento que ya estoy cerca; arremeto, arremeto sin contemplaciones y salgo de su interior para derramarme en su espalda.Suelta un alarido lastimero que me infla las bolas y me hace expulsar más semen sobre ella. Se gira temblorosa y se lleva mi polla goteante a la boca, lame de arriba abajo saboreando cada gota de fluido. Anoche encontré a esta zorra en un bar, sabe chuparlo como diosa y se menea bastante bien, sin embargo, no pudo quitarme las ganas de follar.Solo una puede hacerlo, pero se niega a darme lo que le pido. Me aparto de ella para ir al baño, se queja por mi brusquedad, pero la ignoro. No la traje para
Mi sangre se agita con la promesa oscura de tu pecado. Tus labios me seducen, tu mirada mi hipnotiza y tu oscuridad planta su estandarte en mi piel.IsabellaJuro por Dios que estoy perdiendo la razón, ¿cómo se me ocurre hacer una escena como esa? El señor Castle es mi jefe, solo eso, puede coquetearle a quien se le venga en gana y a mí eso me debe dar completamente igual. Es un maldito mujeriego ególatra, no sé por qué me sorprendo o por qué me molesta tanto que se esté ligando a la nueva.Siento que el corazón me quiere explotar de lo rápido que me late y tengo un nudo en la boca del estómago que no me deja respirar. ¿Cómo puedo estar así por un mujeriego de manual? Es imposible que su comportamiento me esté afectando de esta manera.A esa estúpida se le nota en la cara que nada le cuesta abrir las piernas si se trata de ascender en posición. Está muy creída si de verdad piensa que, por acostarse con el jefe, puede ocupar mi lugar. Ni se imagina lo que le sucede a las empleadas que
La oscuridad me llama, me atrae hacia ella. Su seducción me pervierte y me atrapa en sus redes de lujuria.IsabellaPerdí la cabeza por completo, ¿cómo se me ocurre acceder a sus juegos? Tengo que encontrar el modo de escapar de las garras de mi jefe sin perder mi trabajo. No quiero convertirme en la comidilla de todo el edificio, pero estoy segura de que Alison no se quedara con la boca cerrada y no estoy segura de poder soportar que todo el mundo me señale. Suspiro rendida, imaginando las caras de todos al enterarse, los susurros a mi espalda, la mirada de triunfo de Alison al quedarse con mi puesto.Y ni siquiera puedo tener la consciencia tranquila porque lo hubiese besado si ella no nos hubiese interrumpido. Ahora mismo estaría saboreando el infierno que habita en sus labios y deleitándome con esa promesa secreta que se agita en su mirada cada vez que sus ojos me recorren. No consigo comprender cómo es que no logro controlar mis emociones ni mi cuerpo cuando estoy cerca de Alexan
Sedúceme, conquístame; si así, hazlo así. Me estás quitando el aliento, te robas mi capacidad para razonar y me conviertes en un ciclón de pasión que solo ansia tus caricias.IsabellaMe quedo completamente muda al escuchar la declaración de mi jefe, mi boca se seca y mis ojos se abren de par en par, incapaz de articular palabra alguna, después de él, yo tengo el poder total en la empresa. Tiene que ser una broma de su parte, no puede estar hablando en serio, mi mente se niega a aceptar la magnitud de sus palabras. La sala de juntas se ha quedado completamente en silencio mientras los ojos de mi jefe me perforan sin piedad.Siento que su mirada me traspasa, penetra mucho más profundo de lo que le puedo permitir y ahora sí, se apodera de mi alma y me convierte en su cautiva.«¿Por qué tus ojos se oscurecen tanto, querido lobo?»Me quedo sin aire, necesito salir de aquí o voy a desmayarme.—Confío en mi asistente, me ha demostrado ser eficiente y eficaz, además de que ha aportado muy bu
Algo se rompió y se encendió en mi interior cuando tus labios me probaron. Es una luz que me conduce a la oscuridad, pero mis pasos se niegan a seguir el camino que tu voz le indica.IsabellaSostengo la nota en mi mano con fuerza, sintiéndome culpable de lo que sucedió, sintiendo que fui usada por un hombre que no vale nada, sintiendo un asco horrible en mi boca que aún conserva el sabor de sus besos. Al llegar al piso del estacionamiento, camino con paso firme hasta el auto donde el señor Torres me espera. Lo saludo al llegar y subo sin perder tiempo, cierra la puerta y rodea para tomar su lugar detrás del volante.—¿Se encuentra bien, señorita Turner? —Alzo la vista y sus ojos se cruzan con los míos a través del espejo retrovisor.La nota sigue en mi mano, es como si se hubiese adherido a mi piel.—No es nada, solo estoy cansada. —Fuerzo una sonrisa—. Sigo sin acostumbrarme a la rutina del señor Castle —añado y él asiente.—No se preocupe, cuando menos lo espere, irá a su mismo rit
Beber de tu boca el elixir de lo prohibido es lo que ha condenado a mi alma a solo vivir por un suspiro de tus labios, una mirada de tus ojos y una caricia de tus manos.A vivir por ti.AlexanderIsabella tiene que ser mía. Este deseo que siento hacia ella solo se extinguirá cuando la tenga debajo de mí, suplicando por más. Sus labios son tan suaves y su piel, su piel es como la seda. No sé cómo no la desvestí, muero por ver toda su piel desnuda, quiero admirar cada centímetro de su cuerpo.Deleitarme al ver como se torna roja con cada palmada, embeberme en sus gemidos y jadeos, ahogarme con sus fluidos. Estoy seguro de que mi dulce Isabella tiene el mejor sabor de todas, incluso que las Zorras con las que me acuesto. Por primera vez ansío arrancarle cientos de orgasmos a una mujer antes de llenarla con mi semen.No creo que pueda salir de ella al correrme, quiero ver como la leche sale de sus agujeros.—Lo siento. —La estúpida secretaria interrumpe mis pensamientos—. Vine a ordenar l