Victoria parece haber nacido no solo con el alma de su madre, sino que también destinada a sufrir tanto como lo hizo Candy, a pesar de nacer en una de las mejores familias y bien posicionada en la vida, esta joven dulce se ha tenido que enfrentar al hecho de perder la vista por un accidente, el mundo que antes se mostraba a sus hermosos ojos, ahora quedo sumergido en la más negra oscuridad, se propuso seguir adelante, solo por su familia, mostrando siempre una sonrisa, aunque su corazón muere día a día, su vida cambiara aún más cuando se convierta en la moneda de intercambio de un mafioso sádico por naturaleza. Alessandro Santoro, un hombre de 30 años viudo por su propia mano la cual no le tembló al matar a su esposa y dejar sin madre a su hija, para él la lealtad va primero, nadie que quiera vivir se tendría que meter con él o su organización, pero Eros Zabet tenía un trabajo que cumplir, capturar a líder de la organización mafiosa de Italia, fue así que capturo a Fabrizzio, creyendo que entregaba al mafioso apodado LA SOMBRA a las autoridades, pero cometió un error, el verdadero Jefe de la mafia Siciliana, es Alessandro y Eros cometió el error de atrapar a su mano derecha, pero Santoro ya tiene planeado como liberarlo y sin que él se deba mostrar, ya que por algo lo apodan LA SOMBRA y es que nadie jamás ha visto su rostro y así debe permanecer todo. Dos vidas totalmente distintas, luz y oscuridad, maldad y compasión ¿encontrarán un punto medio o se destruirán sin poder evitarlo? Quien será realmente el cautivo, ¿Quién hace años vive en la oscuridad? ¿O quién al fin ve la luz y ya no puede vivir sin ella?
Leer más18 años habían pasado del día que Victoria Zabet había contraído matrimonio con Alessandro, convirtiéndose así en la señora Santoro, una mujer de conducta intachable, alguien que todo el mundo respetaba al igual que su esposo, atrás habían quedado los chismes, comentarios o rumores de que aquella mujer era la Reina de la sombras o que manejaba la mafia Siciliana, para todo el mundo esta pareja no tenía punto de comparación con el resto de su familia, como el Clan Neizan o los tíos de la mujer, sin embargo nada había cambiado, Alessandro Santoro jamás había dejado de ser LA SOMBRA ITALIANA y a su lado su esposa era quien Reinaba, ahora todo aquello recaería en la mayor de sus hijas Estefanía, que con 25 años se preparaba día a día para tomar el lugar de su padre, manejaría la mafia al igual que su progenitor, desde las sombras, nadie debía conocer quién era en realidad y hasta la fecha lo habían conseguido.Para todos Estefanía Santoro era una mujer culta, servicial, honrada, igual que
El día de la boda llego y con él los rumores, ante la vista de todos los empresarios y los Paparazzi que allí se encontraban, Victoria Zabet era la Reina de las sombras, parecía que el incauto, respetado empresario y viudo Alessandro Santoro, seria atrapado por el lado oscuro gracias a la joven con cara de Ángel, y es que nadie nunca dudaría del tipo de vida que tenía Santoro.Si alguien de la realeza se hubiera casado el mismo día, no hubiera tenido tanta importancia o cobertura como lo tenía la pareja, y es que nadie podía pasar por alto las personas que allí se encontraban, la familia Bach, no solo estaba Lucero esposa de Eros Zabet, también estaban Liam Simons y Kimberly Bach, el Ángel de la muerte y su sucesor Hades, junto a la madre del joven, Melody, mejor conocida como el susurro de la muerte, el Clan Constantini estaba representado por los señores Marco y Prieto además de los mellizos Valentina y Donato, que estaban acompañados de sus padres y líderes del clan en Grecia los
Ver el rostro de Victoria siempre era un premio para su familia, pero ahora estos hombres sentían miedo, ¿acaso la maldad podía lucir más hermosa?, por fin entendían a la perfección porque LA SOMBRA ITALIANA se había convertido en un cautivo de esta pequeña, como fue capaz de dejar todo por ir tras ella, su Reina, y como no caer ante ella, un perfecto ángel que podía moverse entre el día y la noche, o mejor aún convertir un día brillante en la noche más oscura, como en este momento. — Atalo, pies, manos y que quede desnudo. Fabrizzio cumplió al pie de la letra lo que su jefa pidió, lo que ninguno de los presentes se había percatado era que Alessandro había llegado a aquel lugar, el hombre era astuto, aprendía de sus errores, ya una vez su mujer había escapado de él, y aunque ahora todo era distinto, el miedo nos lleva a hacer locuras, fue por eso que el italiano le coloco un rastreador en el anillo de compromiso, y cuando descubrió que su bella gatita no estaba, se dio a la tarea de
No hubo poder sobre la tierra que hiciera desistir al mafioso italiano apodado la sombra, para que esperara en su habitación, el hombre tomo a su hija en brazos y en el momento que su hermano le ofreció una silla de ruedas, este lo vio matándolo con la mirada. Él era Alessandro Santoro, también conocido como la sombra, no necesitaba una silla de ruedas, solo necesitaba ver a su futura esposa, dejando a todos sorprendidos, el hombre cambio la bata de hospital por su ropa de calle, tomo una vez más a Alejandra en brazos, con el mismo afán con el que un pirata custodia su mayor tesoro y con paso firme se dirigió a la habitación donde llevarían a Victoria cuando terminara la operación. — Esto debe ser una broma. — dijo el italiano cuando encontró a Hades allí. — Hola primo, veo que traes a mi ahijada para que la conozca. — respondió en tono divertido el ángel de la muerte. — Jodete. — respondió molesto y como si de un niño berrinchudo se tratara cubrió el rostro de su hija con una mant
El jueves a primera hora de la mañana Victoria Zabet pidió ingresar a la habitación de su futuro esposo, la medicación que le habían estado suministrando al mayor para mantenerlo en coma estaba siendo retirada poco a poco, para que Alessandro Santoro pudiera despertar, por lo que ahora si estaba en una habitación privada. — Quiero estar sola. — pidió la joven y su madre salió cerrando la puerta tras ella. — Amor mío, no sabes la falta que nos haces. — dijo mientras pasaba su mano por el rostro del hombre, que aun en coma sintió el contacto de la mujer que amaba. — Me gustaría estar en la finca, caminando por los viñedos, bajo tu atenta mirada, porque sé muy bien que me mirabas, siempre sentí tus ojos en mí. — Victoria hablaba anhelando aquel tiempo, sin saber que los dedos del mafioso comenzaban a moverse. — Pase lo que pase Alessandro Santoro, recuerda que soy una cautiva de tu amor, por lo que siempre volveré a ti, mi hermosa sombra, si despiertas antes que yo… cuida a nuestras hi
Amir llego al final del pasillo donde su hija había sido llevada, le pidieron que esperara un momento que el doctor la estaba revisando y aguantando la incertidumbre junto con el miedo espero, fueron unos minutos, pero a él le parecieron horas, se relajó un poco cuando el médico, mismo que había traído a Victoria a este mundo, salió para informarle como marchaba todo. — Amir, tranquilo, todo está bien, rompió la fuente, pero ya solo faltaban días para la fecha que habíamos pactado la cesaría, la dilatación es solo de tres, por lo que la bebé aún no está ubicada en el canal de parto. — ¿Y eso quiere decir? — pregunto nervioso y confundido el mayor. — Que la cesaría no saldrá con mayores complicaciones, ahora le están colocando la anestesia, por lo que te pido que sigas a la enfermera así te ayudan a alistarte. — el doctor trataba de mantener la calma, pero por dentro estaba muy nervioso, él conocía a los niños dorados desde que estaban en el vientre de Candy, eran una parte importan
Los días pasaron, convirtiéndose en semanas y luego en meses, todo parecía marchar bien, Neizan se había encargado junto con los Bach de hablar con los Constantini y los Zabrek aclarándoles que todo estaba bien con LA SOMBRA ITALIANA, alegando que tenían un trato, ya que Alessandro necesitaba seguir con sus negocios, pero no estaba dispuesto a rebelar su verdadera identidad, su vida junto a Victoria prometía ser tranquila, para todo el mundo la joven Zabet contraería matrimonio con el respetado empresario Italiano Santoro, eso es lo que todos sabría y con ello estaban seguros que tanto Vicky como sus hijas estarían bien y a salvo, pero la mente de Victoria tenía sus propios conflictos, Stefano había dejado atrás el pequeño inconveniente con las adicciones, incluso Zafiro logro que ingresara en un grupo para manejo de la ira, esa misma que a veces le hacía meter la pata, pero parecía que el mundo conspiraba contra su hermano.— ¿Qué sucede gatita? Tienes alguna molestia. — pregunto de
Victoria solo una vez se había sentido tan indefensa y expuesta, fue la primera vez que Alessandro la tomo, la única vez que había atado sus manos, por lo que comenzó a sentirse nerviosa y el mafioso se dio cuenta. — Tranquila gatita, este castigo te gustara y si no llega a ser el caso solo dime que me detenga y lo hare. — mientras le hablaba al oído Alessandro llevo su mano a uno de los pechos sensibles de Victoria y apretó su pezón, provocando que un gemido saliera de los labios de la joven. — Solo disfruta… si puedes. — y es que el italiano realmente la castigaría, la llevaría a suplicar por un orgasmo. Victoria paso de sentir el cuerpo caliente del hombre, a quedar sola nuevamente en la cama, la alfombra que cubría el piso de la habitación tampoco ayudaba para saber qué era lo que el hombre estaba haciendo. — Ale. — lo llamo mientras su rostro se movía de un lado a otro, tratando de agudizar su oído, pero no obtuvo respuesta. Al cabo de unos minutos sintió como Alessandro tom
Como se esperaba la cena transcurrió en un silencio incomodo, si bien todos trataban de no hacer o decir nada que pudiera estresar a Victoria, era inútil, aún quedaban muchas cosas por aclarar, Alessandro trataba de mostrar su mejor cara aun sabiendo que su mujer no podía verlo, este hombre ya había aprendido que ella sentía todo lo que pasaba a su alrededor, sin necesitar sus ojos para saber cómo se sentía cada uno, los niños fueron llevados a descansar y ahora si la charla pendiente se llevaría a cabo, aunque el mafioso italiano tenía claro algo, no importaba lo que sucediera esa noche, Victoria era su mujer y nadie separaría a su familia.— Creo que deberíamos hablar mañana, Vicky debe estar cansada. — dijo Candy un poco preocupada por la forma en la que sus hijos miraban a Alessandro.— No te preocupes mamá, mientras antes terminemos con esto, mejor será para mi salud mental. — la rubia fue honesta, el estrés la agotaba de sobremanera.— Valiente, eso eres y eso serás, debería apr