Luego que el silencio reinara por unos instantes en el comedor, Alessandro al fin respondió.
— Victoria se quedará aquí un tiempo, en lo que Fabrizzio regresa.
En el momento que el mafioso dijo aquello Luis se levantó de forma brusca, para, por primera vez, confrontar a su hermano y jefe de la mafia siciliana.
— Tu no serias capaz de…
— Te recuerdo que Estefanía está aquí, y nunca olvides quien soy, debo protegerte a ti y a todos.
Alessandro lo miro de tal manera que a Luis solo le quedó guarda silencio, apenas término de cenar se retiró, no sin antes prometerle a Victoria que todo estaría bien.
— Estefi debo pedirte un favor muy importante para mí. — le dijo ya en la salida de la finca y bajo la presencia de Alessandro.
— Si tío, tú me puedes pedir lo que quieras. – la niña ten&iacu
Alessandro Santoro abrió sus ojos en medio de la oscuridad de su cuarto, una sonrisa se posó en sus labios ante el recuerdo de lo que para él fue la vagina más apretada y húmeda en la que había podido ingresar, y como si de un acosador se tratara, lo segundo que hizo fue prender los monitores de vigilancia, solo para ver qué era lo que su hermosa cautiva estaba haciendo.La cámara que estaba en el florero, sobre el mueble al lado de su cama le brindo una imagen en infrarrojo del rostro de Victoria. La joven estaba con sus ojos exóticos abiertos, y su rostro reflejaba algo, pero no sabía que, la observo, estaba bajo el edredón, de costado, sin moverse, casi sin respirar, los minutos pasaron y ella no se movió, algo faltaba en aquel rostro, pero el hombre no sabía que era.Luego de largos minutos, se levantó y fue a ducharse, aunque el cuerpo de Victoria había dejado
Alessandro había pasado casi toda la noche pensando que Victoria había perdido la cordura solo por defender a Estefanía y eso la había dejado indefensa , era él quien debía cuidar a su hija, lo único bueno que tenía, pero incluso eso hacia mal, y por primera vez en la vida se sentía culpable por algo que había hecho, Victoria se mostraba como una joven fuerte, pero él la observaba cuando quedaba sola, luego de que la violara, ella no hablo, no comió, no durmió, hasta que lo ataco, luego paso gran parte del día fuera, memorizando los alrededores de la finca, pero ahora se encontraba sola en su habitación y a pesar de no pronunciar palabra alguna, el mafioso podía ver sus lágrimas caer mientras estaba sentada en la cama, con las luces apagadas, ella no las necesitaba, nunca las prendía, después de todo era ciega, y eso lo hizo sentir peor, él era
Victoria se despertó gracias a los rayos de sol que entraban por su ventana, podía sentir el calor en su piel, giro en la gran cama aun cansada, no entendía porque si recién despertaba, sentía su cuerpo tan cansado, hasta que recordó todo lo sucedido con Alessandro la noche anterior, nerviosa se sentó en la cama y trato de percibir algo, algún indicio, un aroma, un movimiento, cualquier cosa que le hiciera sentir que el hombre aún estaba en su habitación, pero no sintió nada fuera de lo normal y por primera vez en su vida daba gracias por estar ciega, si se sentía nerviosa por tener que enfrentarlo tarde o temprano, no quería saber lo que sería mirarlo a los ojos, y mientras camino al baño a llenar la tina, se detuvo en ese pensamiento.— ¿De qué color tendrás los ojos? — dijo en voz alta, desde niña, tenía la costumbre
Victoria deslizaba su mano por el rostro de Alessandro, su piel era suave de rasgos fuertes, nariz recta, su barba había sido rasurada, pero aun así su mandíbula estaba un poco áspera, cuando llevo su pulgar delineando los labios del hombre, este no lo pudo evitar, abrió su boca y lo chupo, Victoria se asustó, quiso retirarlo, pero él era rápido y lo mordió, de una forma suave, pero aun así firme, impidiendo que lo sacara.— ¿Qué haces? — Sus mejillas brillaban en rojo y Alessandro parecía un toro mirando su objetivo.— Estabas seduciéndome y reaccione. — respondió luego de liberar su pulgar.— No es cierto. — se defendió de semejante acusación.— Si, si lo es ¿realmente no te das cuenta de que toda tu invita a querer comerte? — La voz del hombre se había vuelto ronca y esto pr
Victoria se encontraba aturdida ante las sensaciones que su cuerpo sentía, pero no era la única, Alessandro se había vaciado al completo en su interior pero aún no podía salir de encima de ella, el hecho de verla como lo hacía en este momento lo congelo, parecía que Victoria lo estuviera mirando directamente a los ojos, esos que tanto brillaban cada vez que llegaba al orgasmo, sus mejillas estaban de un color rosa suave producto de la gran agitación, sus labios estaban un poco hinchados, era la viva imagen de un ser celestial, algo que él jamás había visto, esta joven lo aturdía de una manera irreal, tantas mujeres pasaron por sus brazos, decenas de vírgenes deseosas de aprender las artes del sexo, otras más experimentadas también fueron atendidas por él, pero ella, era algo único, y Alessandro se planteaba como poder seguir una vez que la matara, deberí
El sol que entraba por la ventana calentó el rostro de Victoria que poco a poco comenzó a despertar, solo le basto con aspirar el aroma de aquella habitación para recordar donde se encontraba y porque había sido llevado allí.Victoria Zabet siempre había sido buena para escuchar y comprender todo lo que sucedía a su alrededor, aun antes de quedar ciega, de todos sus hermanos siempre fue la más silenciosa, por eso aquel día nadie se dio cuenta que ella estaba escuchado la discusión que tenían sus padres, Amir lloraba de miedo e impotencia, mientras su madre se convertía en la base fuerte de su hogar, los doctores les habían informado que el dolor de cabeza que afectaba a la joven se debía a un nuevo coagulo producto de la última cirugía a la que había sido sometida la niña, en vez de mejorar su condición la habían complicado aú
Alessandro estaba en una de sus empresas, hacia días que no aparecía y todo por estar al pendiente de cada movimiento que la joven Zabet hiciera, pero no podía descuidar sus negocios, ni los legales ni los otros.Aun así, paso todo día tratando de entender lo que sentía por su cautiva, primero pensó que era curiosidad y morbo, luego atracción y fascinación, para llegar a la conclusión de que estaba sintiendo cosas que nunca había sentido y que no estaba seguro de querer sentirlas, el hecho de que la noche anterior durmiera con ella, sin tener sexo, sin hacer nada más que consolarla por la propia noticia que él le había dado, no era un bien indicio.— Quiero que sepas que… jamás volverás con tu familia.— Ya sé que me mataras cuando el famoso Fabrizzio pise Sicilia, no es necesario que me tortures. — respond
La semana paso con una gran tensión entre ambos, Alessandro se conformaba viendo a la joven en los monitores, mientras ella se relajaba al sentirlo cerca cada vez que cenaban juntos gracias a Estefanía.Victoria trataba de descifrar que era lo que le pasaba con Alessandro, ella definitivamente debía sentirse aliviada de que el hombre no acudiera a su habitación, pero era todo lo contrario, el sentir su voz, oler su perfume, todo, absolutamente todo de él la provocaba a querer saltar a sus brazos, definitivamente si lograba escapar debía acudir a un psiquiatra, estaba más que claro que sufría del síndrome de Estocolmo. Mientras tanto, Alessandro no estaba mejor que Victoria, el hombre se masturbaba a diario viendo como la joven se bañaba, se había convertido en un maldito acosador depravado, pero prefería eso a ir con ella, no podía sacar de su mente las palabras que la joven le grito o