Amadeus se encontraba extasiado tras observar el cuerpo de quien al día siguiente se convertiría en su esposa, pero que esa noche era la perfecta para engendrar un heredero, según sus deseos y pensamientos. Elena sentía nerviosismo tras pensar que Amadeus podría percatarse que ella se encontraba encinta y nadie más que ella lo sabía.
—¿Podríamos esperar a que nuestra boda sea un hecho? Considero que es lo correcto. —exclamó Elena mientras Amadeus admiraba su cuerpo desnudo y lleno de lujuria por desposar a la joven Elena Morgan.
Amadeus no dejó de anhelar con miradas de pasión, deseando acostarse con Elena, pero entonces surgió la duda en su mente y preguntó con incertidumbre mientras se acercaba más a la doncella. —¿Porque no lo consideras ahora? ¿Acaso escondes algo? Aun así, nos casemos mañana, desde hoy eres mi mujer y te deseo ahora mismo.
Elena se sintió aún más atemorizada, sabiendo que Amadeus era un Alpha dominante y sus deseos eran más que órdenes para cualquiera. Entonces ella se echó a llorar sentada a la orilla de la cama que esperaba esa noche de pasión. —Entre los deseos más soñados de mi vida, ¡siempre soñé con casarme en un altar grande y rodeada de muchas personas! Para entonces entregarme a mi esposo esa misma noche de la boda y no antes.
Amadeus era sin duda un Alpha dominante y sanguinario, no era condescendiente con nadie, pero Elena estaba provocando que Amadeus dejara salir ese lado amable y dulce que permanecía dormido y nunca expuesto a sentirse débil ante nadie, por lo que, acercándose a Elena y con su piel desnuda, le comentó. —¡Que no se hable del CEO Alpha de la familia Blackwood que es un egocentrista y que no sabe complacer a las mujeres! Puedes quedarte en esta habitación, debo realizar los preparativos de la boda y que te quede claro que mañana a estas horas no podrás escaparte Elena Morgan de mis deseos y garras.
La noche para Elena fue de angustia y desesperación, sabiendo que Amadeus podría actuar de manera violenta en contra de su familia si descubría que se encontraba embarazada, pero por lo menos esa noche consiguió algo que nadie antes había logrado con Amadeus. Veinticuatro horas serían suficientes para hacerle creer que ella quedaría embarazada después de su primer encuentro.
Isabella presentía que algo no andaba bien con Elena, pero no acertaba en su pensamiento y deseaba conocer más a fondo quien se convertiría en su cuñada y de quien dependerían para obtener un heredero hibrido, sangre humana y sangre de lobo puro.
A la mañana siguiente… —Espero que mi hermano no tenga que esperar más por ti Elena. Anoche era el momento ideal para engendrar un verdadero heredero de la familia Blackwood, pero lo has echado a perder con tus estúpidos deseos de cuento de hadas. —exclamó Isabella tras ingresar a la habitación donde Elena pasaría su vida junto al CEO.
Elena vestida y sin mostrar nervios ante Isabella, exclamó. —¡Disculpa! En verdad no era mi intención actuar de esa manera, solo que no consideré el hecho de entregarme a tu hermano sin aun haber firmado nuestro matrimonio. Así que después de todo sigo siendo una humana que tiene sueños y deseos por cumplir y casarme antes de entregarme a un hombre. ¡Era lo que buscaba!
Isabella trataba de conectarse con el cuerpo de Elena, sin lograrlo de esa manera. Era extraño para Isabella no conseguirlo y descubrir el secreto de Elena. Tratándose de una rastreadora audaz y muy inteligente como lo era Isabella. Entonces ella preguntó. —¿En verdad seria tu primera vez con un hombre Elena? Por alguna extraña razón no puedo sentir algo diferente en tu cuerpo, seguramente tienes una sangre muy fuerte y dispuesta a ser transformada en una de nosotros. ¿Alguna vez pensaste o soñaste en convertirte en una loba?
Elena se sentía confiada desde ese momento, sabiendo que Isabella no descubrió el embarazo, por lo que con más confianza ella respondió. —Lo siento, pero en verdad me encanta mi vida como ser humano y no pensaría diferente bajo ninguna circunstancia.
—Eso tendríamos que verlo después que des a luz un hijo de nuestra raza. —respondió Isabella al mismo tiempo que le dio la espalda y se retiró de la habitación, no sin antes acotar. —La boda se realizará dentro de ocho horas, así que debes prepararte porque las doncellas vendrán a prepararte para el ritual de la boda y la entrega de tu cuerpo al de mi hermano.
Isabella trataba por todos los medios posibles hacer caer a Elena y descubrir la razón por la cual se sentía bloqueada al momento de conectar sus sentidos con el de Elena.
Dos horas más tarde las doncellas se encontraban llevando a cabo el ritual conforme las costumbres de la familia Blackwood a la futura esposa de Amadeus. Afortunadamente ninguna de ellas percibió algo diferente en el cuerpo de Elena, a pesar que ella contaba con tres semanas de embarazo, pero para un lobo era muy fácil detectar a una mujer preñada. ¡No siendo así en este caso!
Amadeus preparó un enorme banquete en un campo abierto y conforme a los deseos de Elena, aunque todos los conocidos y socios de la familia Blackwood y Morgan fueron invitados. Solo una familia no corrió con la invitación a la boda, siendo precisamente la familia Gray quien era precedida por Nathaniel Gray.
Nathaniel Gray exclamó en su despacho mientras observaba la ciudad y el banco de los Blackwood justo frente a su despacho. —¡Así que hoy contrae matrimonio Elena Morgan!
Elena se encontraba preparada para ser llevada a la boda de ensueño y el compromiso que su padre la obligo a contraer por el bienestar de la familia Morgan, sin que ese fuera exactamente el trato que Amadeus respetaría.
—Es momento hija, agradezco con mi vida que te sacrificaras de esta manera por nuestra familia. —susurró entre sollozos Thomas Morgan.
Elena Morgan con odio en sus ojos mencionó con certeza. —¡Esto no será para siempre, padre! ¡Te lo juro!
Thomas Morgan se llenó de arrepentimiento, pero sabía que no era conveniente echarse atrás sobre el trato que llevó a cabo con Amadeus, sin saber que Nathaniel Gray era el único que podría confrontar a la familia Blackwood.
Lo que para muchos parecía un día de alegría y satisfacción tras observar a Elena vestida de novia mientras Amadeus esperaba en el altar a su futura esposa, lo cierto es que para Elena ese momento y todos los que tendría que vivir, era solo el camino más doloroso para alcanzar la dicha con el amante que siempre entre sombras se movía. ¡Incluso el día de la boda!
Thomas Morgan acompañó a su hija rumbo al altar, entregándola en los brazos de Amadeus, quien la recibió con el velo en su rostro y anillos que sellarían el pacto de matrimonio.
El acta de matrimonio se encontraba justo frente a ellos y así mismo el contrato para conservar parte de sus acciones del banco que dirigía la familia Morgan. Elena firmó cada uno de los contratos y desde ese momento ella comenzó a descubrir la manera en la que la familia Blackwood se apoderaba de los bienes de los accionistas y hacían quebrar a la competencia.
Elena fingía emoción y alegría tras estar legalmente casada a Amadeus, pero en el CEO Blackwood el sentimiento de contraer matrimonio con una humana le dio una sensación de debilidad. Amadeus comenzaba a ser presa de su propio juego y ambición.
Amadeus era felicitado por los accionistas prioritarios del banco nacional de bienes del estado, así como de la manada de lobos reconocidos dentro de la familia.
Elena se encontraba a solas en la mesa y una inesperada felicitación se acercó a su mesa. —¡Felicidades señora Blackwood! Alcanzó a conquistar el corazón del hombre más testarudo y egocéntrico que jamás esta tierra haya parido.
Elena tras escuchar la voz de inmediato reaccionó y pronuncio. —¡Liam! ¿Qué demonios haces aquí? No deberías exponernos de esta manera, Isabella se encuentra muy desconfiada y podría sospechar de este acercamiento.
Liam siendo un lobo audaz y dominando el arte de esconderse entre sombras, respondió. —No deberías preocuparte por eso mi amor, la familia de nuestro futuro, se encuentran muy entretenidos y hasta podríamos despedirnos de una manera más íntima. ¡Si así lo desearas!
Elena derramó la copa de vino que estaba servida, ella se levantó abruptamente y susurró con molestia. —¡Por favor Liam! No nos expongas de esta manera, debo decirte algo muy importante antes que me entregue a Amadeus esta noche.
Liam nuevamente se encontraba en un mar de dudas tras escuchar a Elena, por lo que sin dudarlo preguntó con premura y exigencia. —¿Qué es lo que me ocultas Elena? Te exijo que dejes el misterio y seas clara desde este momento. ¿Acaso ya no me amas? ¿Es ese el secreto?
Elena extendió su mano hacia su vientre y exclamó con profunda tristeza y alegría en su interior. —¿Cómo no voy a amarte Liam? Si eres la razón por la cual dejaría todo esto en este instante, pero por demostrarte mi amor es que me encuentro aquí, pero, ¿antes que sea poseída por Amadeus? Es justo que sepas que espero un hijo fruto de nuestro amor.
Liam se alteró de inmediato y negando la situación exclamó. —¡Eso tiene que ser una vil mentira Elena! ¿Cómo es qué esperas un hijo de mi sangre? La familia Blackwood te hubiese despedazado anoche que dormiste con Amadeus.
Elena sonrió y exclamó. —Pareciera ser que la suerte esta de nuestro lado mi amor, porque Amadeus no durmió conmigo y su hermana no descubrió mi embarazo.
—¡Eso parece imposible Elena! —respondió Liam con la sorpresa en su rostro. —¿Porque me dices esto hasta ahora y no cuando aún eras libre? —preguntó Liam Evans desconcertado por la inesperada noticia.
Elena no debía permanecer más tiempo con Liam, pero era necesario que Liam se enterara de la verdad. —Es toda la verdad que tengo para contarte Liam. —respondió Elena y de pronto entre ellos se escuchó. —¿De qué verdad están hablando?
Amadeus encontrándose a unos metros retirado de Elena y atendiendo a los invitados más importantes, se encontraría con la desagradable sorpresa de la llegada de un invitado no esperado. —¡Señor Blackwood! Lo felicito por haber ganado a un hermoso ejemplar y haberme ganado la batalla por el amor y el deseo de esa hermosa doncella.
Las palabras y la visita inesperada, provocaron molestia en Amadeus, respondiendo de inmediato. —Debería de tener un poco de vergüenza por asistir a un lugar donde jamás será bienvenido señor Nathaniel Gray.
—No he venido por invitación y tampoco me interesa, he venido a advertirle que ese hermoso ejemplar llegará a ser de mi propiedad si usted se descuida y deja de cuidarla. — exclamó Nathaniel Gray con soberbia ante Amadeus.
Amadeus mostró su lado agresivo ante Nathaniel y mencionó con certeza. —¿Lo que mis garras tocan y a mi vida llega? ¡Eso jamás podrá ser arrebatado! Así que le sugiero señor Nathaniel Gray que se trague sus malditas palabras y se valla por donde ha llegado maldito bastardo.
Nathaniel Gray se dio la vuelta y susurró al aire sin desviar su mirada de Elena que se encontraba con Liam. —¡Ya lo veremos Amadeus Blackwood!
El banquete llegó a su final y los nuevos esposos se retiraron del lugar. El vuelo hacia el lugar reservado para la pareja se encontraba preparado para despegar, entonces Amadeus preguntó a su esposa Elena. —¿Quién era ese hombre con el que conversabas en la mesa? Siento un extraño comportamiento en tu piel tras esa conversación.Elena imaginó en ese momento que Isabella le comentó a Amadeus sobre esa conversación que no alcanzó a descubrir con Liam Evans. —¡Se acercó para felicitarme y también deseaba felicitarte! Es un trabajador del banco y por lo tanto se encontraba como invitado. —respondió Elena mientras se acomodaba el vestido que Isabella le entregó como regalo de boda.Un mes después… —¿Cuál es el motivo de la reunión? —preguntó Isabella, siempre conservaba la distancia y la incredulidad hacia Elena. Amadeus con un tono de voz más calmado a como acostumbraba a tratar a las demás personas sin importar que se tratara de su familia. Comentó. —Últimamente he visto como despreci
Liam se quedó sorprendido ante la declaración de Elena. La situación que proponía ella en ese momento no era lo que esperaba Liam. Sin embargo, Liam sabía que esa no era la opción más apropiada.Elena observó la impresión que causó su respuesta. —¿Porque te sorprendes con mi idea? ¿Acaso no es la mejor manera para acabar con los Blackwood?Liam la tomó entre sus brazos y exclamó. —¡Es la peor idea que se te ha ocurrido! Sinceramente no considero que eso sea factible. Amadeus no permitirá que su esposa embarazada se convierta en una igual. ¿Acaso has olvidado que Amadeus te eligió por ser humana?Elena sonrió levemente y respondió ante la pregunta de Liam. —Amadeus me eligió por el hecho que era la única heredera de mi familia y siempre buscó la manera de destruir a mi familia.Liam no contaba con mucho tiempo a lado de Elena en la habitación matrimonial de Amadeus, por lo que no prolongó la conversación y se limitó a responder la declaración de Elena antes de marcharse. —Solo te ruego
Amadeus se sentía débil e indefenso ante Elena, sus sentimientos lo estaban trastornando y transformándolo en un hombre dócil ante la belleza y el amor que repentinamente sentía por Elena. Por su parte Liam descubrió que el CEO Blackwood cedía y era fácil de manipular, pensando de inmediato la manera en la cual podría afianzarse de la fortuna Blackwood con la ayuda de Elena.Amadeus con un temor inexplicable en su interior le mencionó a su esposa antes que ella se marchara. —Me comunicaré con tu padre y nos reuniremos para realizar los trámites para el cierre de sus acciones en mi poder, espero que eso sea suficiente para ti Elena.Elena satisfecha tras las palabras de su esposo, se apresuró a responder. —Es lo que necesito para que nuestro matrimonio deje de ser un simple compromiso y se convierta en un verdadero hogar. ¿No lo crees?Amadeus parecía estar ahora a merced de Elena, por lo que susurró al oído de su esposa tras acercarse y anhelar un beso de sus labios. —¿Qué has hecho p
Thomas Morgan aceptó el nuevo trato con Amadeus. Las circunstancias lo obligaron a ceder y obedecer cada una de las indicaciones del CEO que solo deseaba ser el CEO bancario más poderoso del país y no dejar una migaja para la competencia.Elena por su parte tramaba la manera de obligar a Amadeus para que la mansión Blackwood le perteneciera en lo absoluto y expulsar a la familia Blackwood era su único objetivo.Mientras Isabella pronunciaba en la mansión. —No me soporto a esa estúpida un día más en esta mansión.Rebeca Gray en compañía de Isabella Blackwood. Susurró. —No deberías de hablar de esa manera, podría escucharnos y estaremos en problemas.Rebeca Gray muy contrario a su hermano era la mejor amiga y aliada de Isabella. Eran muy unidas y la rivalidad entre sus hermanos no les importaba en lo más mínimo, debido a que desde muy jóvenes ambas familias eran entrañables, pero la vida dio giros inesperados y cada uno de los hermanos Gray contaba con sus propias opiniones en cuanto a
Isabella indignada por la decisión de su madre y la actitud de Amadeus, se sacudió el cuerpo y tras sanar sus heridas instantáneamente, procedió a retirarse hacia su habitación. Todo indicaba que no existía marcha atrás y Elena de momento ganó la primera batalla en contra de la familia Blackwood.Amadeus abrazando a Elena con cuidado le preguntó con preocupación en su voz. —¿Te encuentras bien? ¿Nuestro hijo se encuentra bien?Elena aferrándose a la espalda de Amadeus comenzó a llorar con un sentimiento insostenible y respondió entre lágrimas. —Por un instante me imaginé que perdería a nuestro hijo.Linda Blackwood sonrió con desagrado tras escuchar la respuesta de Elena y susurró entre labios. —Maldita hipócrita! —alejándose de inmediato del lugar para dirigirse con Isabella.Amadeus junto a Elena se marcharon a la habitación para entrar en privacidad y hablar al respecto, aunque Elena pretendía continuar su plan para desterrar a la familia del CEO de la mansión y quedarse en complet
Oliver Blackwood no podía creer lo que escuchaba. Oliver se estremeció ante tal noticia que su esposa e hija le dio a conocer y se marcharon sin esperar una posible resolución de su parte.Se dirigió a toda prisa hacia el centro de la mansión para exigir una respuesta a lo sucedido, para exigir una convincente explicación para haber expulsado a su familia de la mansión de la cual pertenecía a la familia Blackwood.Linda e Isabella Blackwood se dirigieron a la mansión de los Gray donde Rebeca se encontraba a la espera de su llegada, con la certeza que su hermano no se podría entrometer en sus asuntos y decisiones.Isabella a su llegada a la mansión Gray. —¡Te agradezco que nos recibieras por el momento! Estaremos no más de tres días para luego unirnos a la familia en el oeste.Rebeca mostró calidez a la llegada de su amiga e igualmente de Linda, por lo que respondió con amabilidad. —Es un placer que se encuentren presentes y esta también es su casa por si desean hospedarse por más tiem
Oliver observó a su hijo con desprecio y con inmensa ofensa tras declarar a su nuera la beta de la familia Blackwood. Convirtiéndola en ejecutar el poder dentro de la familia y mansión y posiblemente en la empresa bancaria de la familia.El padre de Amadeus con extremo arrepentimiento, mostró su desaprobación. —¡No puedes hacer esto Amadeus! ¿Cómo pretendes pasar sobre mi autoridad y la de tu madre? ¿De haber previsto que la situación cambiara drásticamente con este matrimonio arreglado? ¡Jamás lo hubiera permitido y propuesto!Amadeus soltó a su padre e ignorándolo le hizo saber. —No necesito de tus arrepentimientos. Dejaste de ser importante y de tener autoridad el día que me nombraste el Alpha de la familia Blackwood. Así que, ¿si deseas permanecer en esta mansión? Deberás apegarte a las reglas y mis condiciones, comenzando con respetar a mi esposa y heredero.Oliver no podía creer lo que escuchaba de la boca de su hijo, con orgullo y prepotencia dijo. —No permitiré que me humilles
La luz del sol iluminaba tenuemente la habitación mientras el aire estaba cargado de una tensión casi palpable. Isabella se paseaba cerca de la ventana, tras haber descubierto las intenciones de Rebeca. Su mente procesando las palabras de Rebeca mientras trataba de sofocar el torbellino de emociones que ésta había provocado en su interior.El deseo latente que Rebeca había encendido en ella seguía ardiendo, pero el resentimiento hacia Elena comenzaba a tomar fuerza, convirtiéndose en una necesidad casi visceral de vengarse. Rebeca, aún despojada de su ropa, se acercó con una sonrisa que mezclaba malicia y satisfacción. Sus ojos destellaban con la certeza de que había logrado plantar una semilla de intriga y complicidad en Isabella. —¿Lo ves, querida? —dijo Rebeca, inclinándose cerca de Isabella, su voz un susurro que acariciaba más que el oído. —Elena no es tan intocable como aparenta. Ese hijo es la clave para desenmascararla, y nosotras somos las únicas que podemos lograrlo. Isab