La tensión en la mansión Blackwood era asfixiante. Los ojos de Amadeus ardían con una furia contenida mientras su cuerpo entero irradiaba dominio y peligro. Pero Nathaniel no retrocedió. Mantuvo su postura relajada, con esa sonrisa ladina que solo servía para avivar la rabia del Alpha de los Blackwood. Elena, atrapada entre ambas fuerzas, sintió cómo su corazón latía con fuerza descontrolada. No podía negar que las palabras de Nathaniel la estremecían, porque en el fondo, él tenía razón. No era una posesión. No era un trofeo en una disputa de poder. Pero ¿cuánto más podría soportar antes de que la situación estallara? —Cuidado con lo que dices, Gray. —gruñó Amadeus con voz peligrosa. —No vuelvas a comparar a Elena con tus fracasos. Nathaniel soltó una carcajada seca. —Lo que te molesta no es que la compare, Amadeus. Lo que te destroza por dentro es saber que nunca fue realmente tuya. Liam sintió cómo los músculos de Amadeus se tensaban al máximo. Su lobo estaba al borde del contro
Amadeus dejó escapar un aliento tembloroso mientras su cuerpo comenzaba a relajarse. Su transformación se desvaneció lentamente, los músculos de su lobo encogiéndose hasta que su piel recuperó su forma humana. Su respiración era errática, su mente atrapada en un bucle infinito de la escena que acababa de ocurrir. Elena en el suelo. Elena con la mejilla enrojecida. Elena con los ojos llenos de lágrimas. "Te amaba, Amadeus... pero tu violencia lo destruyó todo."Sus palabras resonaban en su pecho como golpes invisibles, más dolorosos que cualquier herida de batalla. Nunca había sentido algo así antes. La guerra, la competencia, el dominio… todo eso lo entendía. Pero esta sensación, esta angustia aplastante que se instaló en su interior, lo dejó completamente desorientado. No reaccionó cuando Nathaniel se acercó, su expresión seria y triunfante a la vez. —¿Nos vamos? —preguntó con calma, pero con firmeza. —Elena se marchará a la mansión Gray. Allí estará segura… lejos de ti. —acotó
La mansión de los Morgan brillaba con la opulencia de una familia de linaje respetable. Grandes columnas de mármol y obsidiana sostenían los altos techos, mientras las lámparas doradas iluminaban los pasillos adornados con diamantes y cuadros al óleo.En uno de los salones se encontraba Elena Morgan, hija única de la familia y heredera de una de las fortunas más envidiadas en Holanda. Se encontraba de pie junto a su madre, la matriarca de la familia. Discutiendo en voz baja. —Madre, ¡no puedo casarme con ese hombre! —mencionaba Elena con determinación, aunque su madre no compartía su decisión—¡Lo sabes tan bien como yo! Elena, este matrimonio es crucial para el futuro de nuestra familia y nuestra empresa —respondió con frialdad y sin mostrar amor por su hija.Elena suspiró, resignada a su destino. Sabía que su madre tenía razón, pero eso no hacía que la idea de casarse por conveniencia fuera más fácil de aceptar. Su esposo un Alpha joven, de familia de renombre, pero con sangre de lo
Amadeus se encontraba extasiado tras observar el cuerpo de quien al día siguiente se convertiría en su esposa, pero que esa noche era la perfecta para engendrar un heredero, según sus deseos y pensamientos. Elena sentía nerviosismo tras pensar que Amadeus podría percatarse que ella se encontraba encinta y nadie más que ella lo sabía.—¿Podríamos esperar a que nuestra boda sea un hecho? Considero que es lo correcto. —exclamó Elena mientras Amadeus admiraba su cuerpo desnudo y lleno de lujuria por desposar a la joven Elena Morgan.Amadeus no dejó de anhelar con miradas de pasión, deseando acostarse con Elena, pero entonces surgió la duda en su mente y preguntó con incertidumbre mientras se acercaba más a la doncella. —¿Porque no lo consideras ahora? ¿Acaso escondes algo? Aun así, nos casemos mañana, desde hoy eres mi mujer y te deseo ahora mismo.Elena se sintió aún más atemorizada, sabiendo que Amadeus era un Alpha dominante y sus deseos eran más que órdenes para cualquiera. Entonces e
El banquete llegó a su final y los nuevos esposos se retiraron del lugar. El vuelo hacia el lugar reservado para la pareja se encontraba preparado para despegar, entonces Amadeus preguntó a su esposa Elena. —¿Quién era ese hombre con el que conversabas en la mesa? Siento un extraño comportamiento en tu piel tras esa conversación.Elena imaginó en ese momento que Isabella le comentó a Amadeus sobre esa conversación que no alcanzó a descubrir con Liam Evans. —¡Se acercó para felicitarme y también deseaba felicitarte! Es un trabajador del banco y por lo tanto se encontraba como invitado. —respondió Elena mientras se acomodaba el vestido que Isabella le entregó como regalo de boda.Un mes después… —¿Cuál es el motivo de la reunión? —preguntó Isabella, siempre conservaba la distancia y la incredulidad hacia Elena. Amadeus con un tono de voz más calmado a como acostumbraba a tratar a las demás personas sin importar que se tratara de su familia. Comentó. —Últimamente he visto como despreci
Liam se quedó sorprendido ante la declaración de Elena. La situación que proponía ella en ese momento no era lo que esperaba Liam. Sin embargo, Liam sabía que esa no era la opción más apropiada.Elena observó la impresión que causó su respuesta. —¿Porque te sorprendes con mi idea? ¿Acaso no es la mejor manera para acabar con los Blackwood?Liam la tomó entre sus brazos y exclamó. —¡Es la peor idea que se te ha ocurrido! Sinceramente no considero que eso sea factible. Amadeus no permitirá que su esposa embarazada se convierta en una igual. ¿Acaso has olvidado que Amadeus te eligió por ser humana?Elena sonrió levemente y respondió ante la pregunta de Liam. —Amadeus me eligió por el hecho que era la única heredera de mi familia y siempre buscó la manera de destruir a mi familia.Liam no contaba con mucho tiempo a lado de Elena en la habitación matrimonial de Amadeus, por lo que no prolongó la conversación y se limitó a responder la declaración de Elena antes de marcharse. —Solo te ruego
Amadeus se sentía débil e indefenso ante Elena, sus sentimientos lo estaban trastornando y transformándolo en un hombre dócil ante la belleza y el amor que repentinamente sentía por Elena. Por su parte Liam descubrió que el CEO Blackwood cedía y era fácil de manipular, pensando de inmediato la manera en la cual podría afianzarse de la fortuna Blackwood con la ayuda de Elena.Amadeus con un temor inexplicable en su interior le mencionó a su esposa antes que ella se marchara. —Me comunicaré con tu padre y nos reuniremos para realizar los trámites para el cierre de sus acciones en mi poder, espero que eso sea suficiente para ti Elena.Elena satisfecha tras las palabras de su esposo, se apresuró a responder. —Es lo que necesito para que nuestro matrimonio deje de ser un simple compromiso y se convierta en un verdadero hogar. ¿No lo crees?Amadeus parecía estar ahora a merced de Elena, por lo que susurró al oído de su esposa tras acercarse y anhelar un beso de sus labios. —¿Qué has hecho p
Thomas Morgan aceptó el nuevo trato con Amadeus. Las circunstancias lo obligaron a ceder y obedecer cada una de las indicaciones del CEO que solo deseaba ser el CEO bancario más poderoso del país y no dejar una migaja para la competencia.Elena por su parte tramaba la manera de obligar a Amadeus para que la mansión Blackwood le perteneciera en lo absoluto y expulsar a la familia Blackwood era su único objetivo.Mientras Isabella pronunciaba en la mansión. —No me soporto a esa estúpida un día más en esta mansión.Rebeca Gray en compañía de Isabella Blackwood. Susurró. —No deberías de hablar de esa manera, podría escucharnos y estaremos en problemas.Rebeca Gray muy contrario a su hermano era la mejor amiga y aliada de Isabella. Eran muy unidas y la rivalidad entre sus hermanos no les importaba en lo más mínimo, debido a que desde muy jóvenes ambas familias eran entrañables, pero la vida dio giros inesperados y cada uno de los hermanos Gray contaba con sus propias opiniones en cuanto a