Liam se quedó sorprendido ante la declaración de Elena. La situación que proponía ella en ese momento no era lo que esperaba Liam. Sin embargo, Liam sabía que esa no era la opción más apropiada.
Elena observó la impresión que causó su respuesta. —¿Porque te sorprendes con mi idea? ¿Acaso no es la mejor manera para acabar con los Blackwood?
Liam la tomó entre sus brazos y exclamó. —¡Es la peor idea que se te ha ocurrido! Sinceramente no considero que eso sea factible. Amadeus no permitirá que su esposa embarazada se convierta en una igual. ¿Acaso has olvidado que Amadeus te eligió por ser humana?
Elena sonrió levemente y respondió ante la pregunta de Liam. —Amadeus me eligió por el hecho que era la única heredera de mi familia y siempre buscó la manera de destruir a mi familia.
Liam no contaba con mucho tiempo a lado de Elena en la habitación matrimonial de Amadeus, por lo que no prolongó la conversación y se limitó a responder la declaración de Elena antes de marcharse. —Solo te ruego que no se lo hagas saber a Amadeus, te pueden ver como amenaza y no como familia. Muy pronto vendré a verte.
Amadeus y su familia terminaron la cacería, era momento de regresar a la mansión. Elena se encontraba recostada pensando la manera de vengarse de su esposo tras las palabras de Liam de advertencia.
—Debemos buscar la manera de acabar con Nathaniel Gray, es muy molesta su presencia en la cumbre bancaria mundial. —mencionó el padre de Amadeus mientras descansaban en el salón principal de la mansión.
Amadeus escuchaba la conversación, pero su pensamiento se encontraba en Elena en ese instante, por lo que por impulso reaccionó y respondió a las inquietudes de la familia. —Debemos tender una trampa y acabar con su vida.
La hermana de Amadeus se sorprendió por la manera fría y salvaje con la que Amadeus lo mencionó. —¿Cómo se te ocurre eso Amadeus? Nos acusarían directamente y Nathaniel Gray se encuentra muy bien resguardado por su seguridad.
Oliver Blackwood no se sintió ofendido con la propuesta de su hijo, por lo que respondió de inmediato. —¿No veo porque no hacerlo? Somos la familia más importante y nadie se atreve a desafiarnos, por lo que Nathaniel Gray debe desaparecer de este mundo.
Amadeus no continuó la conversación y sin despedirse se retiró a la habitación donde se encontraba su esposa Elena.
Elena escuchó como se acercaban a la habitación, por lo que cerró los ojos y aparentó estar profundamente dormida, pero Amadeus entre las sombras y el frio de la noche, mencionó a toda prisa. —Puedo sentir que aún no duermes Elena, así que por favor voltea a verme que deseo conversar contigo.
Los nervios de Elena se encontraban en lo profundo de su corazón, sentía temor que Amadeus descubriera que otro hombre estuvo en su compañía esa noche. Elena respondió con incertidumbre. —¿Es necesaria esa conversación ahora mismo? Me siento cansada y haberte esperado me ha causado desvelo y no deseo perjudicar a nuestro hijo.
Amadeus siendo un lobo de carácter fuerte y dominante no parecía ser la misma persona con Elena, por lo que recostándose a su lado susurró. —Descansa, mañana hablaremos.
Elena sintió un enorme alivio tras las palabras de Amadeus, pero entonces ella se preguntó. —¿Por qué Amadeus no es exigente conmigo? —La respuesta era clara, aunque ella no lo apreciara de esa manera. Amadeus realmente comenzaba a enamorarse perdidamente de su esposa y de ese hijo que no era suyo.
Las horas pasaron esa madrugada y Elena despertó agitada por la mañana, su esposo ya no se encontraba a su lado y ella se preguntó con angustia. —¿Dónde se encuentra Amadeus? Saliendo desconcertada de su habitación se encontró en el pasillo a la hermana de Amadeus quien le preguntó mientras sostenía una taza de té. —¿Buscas a mi hermano?
Elena trató de alejarse de Isabella, guardado el temor que descubriera su secreto y respondió. —Esta mañana que desperté ya no se encontraba a mi lado.
Isabella notó que Elena la evitaba de cerca, así que se acercó peligrosamente con una sonrisa en su rostro y preguntó creando incertidumbre. —¿Por qué sientes miedo tras acercarte? Sé que posiblemente no nos hemos llevado bien desde el inicio, pero déjame decirte que eres la esposa de mi hermano y que darás a luz un heredero. ¡Situación que no podría hacerlo por esta familia! Así que deberías de comenzar a tomarme confianza.
Elena recibió las palabras de Isabella muy convincentes y desde ese momento comenzó a considerar el hecho de tomarse en serio el matrimonio con Amadeus.
—¿Por qué has cambiado tu opinión sobre mí? —le preguntó Elena mientras llevaba sus manos hacia su vientre.
Isabella sin desviar la mirada del vientre de Elena. Le hizo saber. —No encontré evidencia que traicionaras a esta familia, así que debo reconocer que ese hijo que esperas es de mi hermano. Solo quiero advertirte, ¡que nunca se te ocurra traicionar la confianza de esta familia y la de Amadeus!
Isabella antes de marcharse bebió de su té y exclamó. —¡Por cierto! Amadeus se encuentra en las oficinas del banco, deberías de acostumbrarte a la rutina que ha manejado desde que es el CEO del banco.
Elena sonrió y se retiró de inmediato a su habitación, ella se dispuso a salir y visitar a su esposo en su oficina para conocer el motivo de la conversación que dejaron pendiente durante la madrugada.
Elena arribaría a las oficinas en unas horas, pero su amante como trabajador del banco, se encontraba realizando su trabajo en las oficinas. Liam mantenía monitoreado a Amadeus, controlaba todos sus movimientos con el único objetivo de atacar en el momento adecuado y no depender de Elena.
Hasta el momento Liam contaba con las claves de acceso al banco, así como a las cajas de valor. Planeaba asaltar el banco y llevarse la mayor cantidad de documentos importantes de la empresa y robar las acciones en valor de la familia de Elena. ¡Tarea que no era nada fácil de llevar a cabo!
El auto se estacionó de sorpresa en la entrada de las oficinas de los Blackwood y Liam observó cómo Elena descendía del mismo, causándole sorpresa inmediata. Liam salió a recibirla. —¡Señorita Blackwood! Es un honor contar con su presencia.
El guardaespaldas que la acompañaba se interpuso y la llevó directamente hacia la oficina de Amadeus.
Elena ignoró por completo a Liam, ella no podía darse el lujo que descubrieran su relación y, ¡mucho menos que era el verdadero padre de su hijo! —Lamento mucho la intervención de ese empleado señorita Elena. —exclamó el guardaespaldas. —No se preocupe. —respondió Elena sin mostrar una sola muestra de empatía.
Elena llegó a toda prisa hasta la oficina de Amadeus quien se encontraba en reunión con un socio del banco. Ingresó sin haber sido anunciada y con un carácter fuerte y prepotente ante la mirada del personal. —¡Elena! ¿Qué haces aquí? —exclamó Amadeus con sorpresa, con un rostro completamente diferente.
—He venido a que conversemos sobre el tema que dejaste pendiente. ¿Se puede? —preguntó Elena con orgullo y prepotencia ante los presentes.
El socio de Amadeus se retiró de la oficina, así como el guardaespaldas de igual manera. Inmediatamente después Elena exclamó con molestia. —¿Por qué has impuesto un guardaespaldas a mi cuidado? No me siento cómoda y tampoco estoy de acuerdo.
Amadeus levantándose de su asiento se acercó y tras abrazarla y besarla en la mejilla, respondió. —Es por tu seguridad, la familia Blackwood cuenta con muchos enemigos que ha deseado nuestra caída en el mundo de las finanzas y estamos seguros que pueden hacer lo que sea para conseguir doblegarnos y es algo que no permitiré en lo absoluto.
Elena se extrañó nuevamente que Amadeus actuara de manera amable luego que su carácter era fuerte y dominante, pero ante ella se estaba doblegando. Elena se preguntó en ese momento. —¿Sera por el embarazo?
Era muy probable que Amadeus se sintiera débil ante el embarazo de Elena, pero eso sin duda significaría un problema mayor si Amadeus descubría que el hijo que espera Elena no era de la sangre Blackwood.
Elena caminó y se acomodó en uno de los asientos de la oficina y sin mostrar sentimientos de empatía. Le hizo saber a Amadeus con exigencias sus deseos. —¡Deseo que eches a tu familia de la mansión! No me siento tranquila con ellos y tu hermana continua con sus amenazas en contra del hijo que espero de tu sangre.
Amadeus volvió su mirada con molestia y respondió con premura ante la acusación de Elena. —¡No se ocurra volver a insinuar tal situación! Eso no sucederá, antes tendría que marcharme de la mansión que sacar a mi familia de ese lugar.
—Entonces marchémonos a otra mansión y vivamos en paz lejos de las amenazas de tu familia en mi contra. —respondió Elena con autoridad tras descubrir que Amadeus bajaba la guardia en su presencia.
Elena estaba probando a Amadeus, deseaba que estuviera solo a su favor y así llevar a cabo su cometido con Liam. La conversación que Amadeus deseaba entablar con Elena no llegaba a su punto y la nueva intriga causaba un revuelo en la cabeza del CEO sobre las aparentes amenazas de la familia Blackwood en contra de Elena.
Amadeus susurró mientras retomaba su lugar en la oficina. —Eso es un tema que no puedo confirmar ahora mismo Elena, pero podría pensarlo y conversar al respecto por la noche.
Elena observó sobre la mesa las acciones que los socios estaban entregando, por lo que ella sacó a conversación los negocios con su familia. —¿Acaso no prometiste dar el cincuenta por ciento de las acciones a mi familia después de nuestra boda? Mi padre aún no se recupera y me preocupa su situación.
Amadeus cerró las carpetas con las acciones y respondió. —Nada les ha faltado, ¿Por qué he de devolver sus acciones? Tu padre es viejo y su lugar es el retiro, deberías centrarte en nuestro matrimonio y dar a la luz un hijo sano y fuerte como su padre.
Elena se enfureció y respondió. —¿Si no devuelves lo que le corresponde a mi familia? Te juro Amadeus que me marcharé con mi hijo y no sabrás nunca de nosotros.
Elena se levantó estrepitosamente de su asiento y antes que abriera la puerta escuchó la respuesta de Amadeus con desesperación. —¡No te marches Elena! No sé qué me sucede contigo, pero haré lo que me pides. Solo te ruego que atiendas mi corazón.
Elena entendió en ese momento que Amadeus clamaba por amor, entendió que Amadeus solo era un fuerte y despiadado lobo por falta de amor. Elena entonces devolvió su mirada y mencionó con una mirada deslumbrante ante su esposo. —¡Te amo Amadeus y me sucede lo mismo contigo! Siendo honesta contigo, deseo un hombre dócil y entregado a mi lado. ¿Puedes ser ese hombre?
Amadeus respondió. —¡Puedo ser el hombre que tu desees! Pero me duele tu indiferencia y distancia y era precisamente lo que deseaba hacerte saber.
Por fuera de la oficina de Amadeus se encontraba Liam y escuchando la conversación de ambos, susurró. —Después de todo tienes sentimientos. ¡Entonces Amadeus Blackwood puede sangrar desde el corazón! Elena puede manipularlo a su antojo desde ahora.
Amadeus se sentía débil e indefenso ante Elena, sus sentimientos lo estaban trastornando y transformándolo en un hombre dócil ante la belleza y el amor que repentinamente sentía por Elena. Por su parte Liam descubrió que el CEO Blackwood cedía y era fácil de manipular, pensando de inmediato la manera en la cual podría afianzarse de la fortuna Blackwood con la ayuda de Elena.Amadeus con un temor inexplicable en su interior le mencionó a su esposa antes que ella se marchara. —Me comunicaré con tu padre y nos reuniremos para realizar los trámites para el cierre de sus acciones en mi poder, espero que eso sea suficiente para ti Elena.Elena satisfecha tras las palabras de su esposo, se apresuró a responder. —Es lo que necesito para que nuestro matrimonio deje de ser un simple compromiso y se convierta en un verdadero hogar. ¿No lo crees?Amadeus parecía estar ahora a merced de Elena, por lo que susurró al oído de su esposa tras acercarse y anhelar un beso de sus labios. —¿Qué has hecho p
Thomas Morgan aceptó el nuevo trato con Amadeus. Las circunstancias lo obligaron a ceder y obedecer cada una de las indicaciones del CEO que solo deseaba ser el CEO bancario más poderoso del país y no dejar una migaja para la competencia.Elena por su parte tramaba la manera de obligar a Amadeus para que la mansión Blackwood le perteneciera en lo absoluto y expulsar a la familia Blackwood era su único objetivo.Mientras Isabella pronunciaba en la mansión. —No me soporto a esa estúpida un día más en esta mansión.Rebeca Gray en compañía de Isabella Blackwood. Susurró. —No deberías de hablar de esa manera, podría escucharnos y estaremos en problemas.Rebeca Gray muy contrario a su hermano era la mejor amiga y aliada de Isabella. Eran muy unidas y la rivalidad entre sus hermanos no les importaba en lo más mínimo, debido a que desde muy jóvenes ambas familias eran entrañables, pero la vida dio giros inesperados y cada uno de los hermanos Gray contaba con sus propias opiniones en cuanto a
Isabella indignada por la decisión de su madre y la actitud de Amadeus, se sacudió el cuerpo y tras sanar sus heridas instantáneamente, procedió a retirarse hacia su habitación. Todo indicaba que no existía marcha atrás y Elena de momento ganó la primera batalla en contra de la familia Blackwood.Amadeus abrazando a Elena con cuidado le preguntó con preocupación en su voz. —¿Te encuentras bien? ¿Nuestro hijo se encuentra bien?Elena aferrándose a la espalda de Amadeus comenzó a llorar con un sentimiento insostenible y respondió entre lágrimas. —Por un instante me imaginé que perdería a nuestro hijo.Linda Blackwood sonrió con desagrado tras escuchar la respuesta de Elena y susurró entre labios. —Maldita hipócrita! —alejándose de inmediato del lugar para dirigirse con Isabella.Amadeus junto a Elena se marcharon a la habitación para entrar en privacidad y hablar al respecto, aunque Elena pretendía continuar su plan para desterrar a la familia del CEO de la mansión y quedarse en complet
Oliver Blackwood no podía creer lo que escuchaba. Oliver se estremeció ante tal noticia que su esposa e hija le dio a conocer y se marcharon sin esperar una posible resolución de su parte.Se dirigió a toda prisa hacia el centro de la mansión para exigir una respuesta a lo sucedido, para exigir una convincente explicación para haber expulsado a su familia de la mansión de la cual pertenecía a la familia Blackwood.Linda e Isabella Blackwood se dirigieron a la mansión de los Gray donde Rebeca se encontraba a la espera de su llegada, con la certeza que su hermano no se podría entrometer en sus asuntos y decisiones.Isabella a su llegada a la mansión Gray. —¡Te agradezco que nos recibieras por el momento! Estaremos no más de tres días para luego unirnos a la familia en el oeste.Rebeca mostró calidez a la llegada de su amiga e igualmente de Linda, por lo que respondió con amabilidad. —Es un placer que se encuentren presentes y esta también es su casa por si desean hospedarse por más tiem
Oliver observó a su hijo con desprecio y con inmensa ofensa tras declarar a su nuera la beta de la familia Blackwood. Convirtiéndola en ejecutar el poder dentro de la familia y mansión y posiblemente en la empresa bancaria de la familia.El padre de Amadeus con extremo arrepentimiento, mostró su desaprobación. —¡No puedes hacer esto Amadeus! ¿Cómo pretendes pasar sobre mi autoridad y la de tu madre? ¿De haber previsto que la situación cambiara drásticamente con este matrimonio arreglado? ¡Jamás lo hubiera permitido y propuesto!Amadeus soltó a su padre e ignorándolo le hizo saber. —No necesito de tus arrepentimientos. Dejaste de ser importante y de tener autoridad el día que me nombraste el Alpha de la familia Blackwood. Así que, ¿si deseas permanecer en esta mansión? Deberás apegarte a las reglas y mis condiciones, comenzando con respetar a mi esposa y heredero.Oliver no podía creer lo que escuchaba de la boca de su hijo, con orgullo y prepotencia dijo. —No permitiré que me humilles
La luz del sol iluminaba tenuemente la habitación mientras el aire estaba cargado de una tensión casi palpable. Isabella se paseaba cerca de la ventana, tras haber descubierto las intenciones de Rebeca. Su mente procesando las palabras de Rebeca mientras trataba de sofocar el torbellino de emociones que ésta había provocado en su interior.El deseo latente que Rebeca había encendido en ella seguía ardiendo, pero el resentimiento hacia Elena comenzaba a tomar fuerza, convirtiéndose en una necesidad casi visceral de vengarse. Rebeca, aún despojada de su ropa, se acercó con una sonrisa que mezclaba malicia y satisfacción. Sus ojos destellaban con la certeza de que había logrado plantar una semilla de intriga y complicidad en Isabella. —¿Lo ves, querida? —dijo Rebeca, inclinándose cerca de Isabella, su voz un susurro que acariciaba más que el oído. —Elena no es tan intocable como aparenta. Ese hijo es la clave para desenmascararla, y nosotras somos las únicas que podemos lograrlo. Isab
Isabella cerró la puerta con un giro rápido asegurándose de que no quedaran testigos. Giró hacia Rebeca, su mirada con una mezcla de emoción y preocupación. —Este Liam Evans puede ser tanto una bendición como una maldición. —murmuró Isabella, tamborileando los dedos sobre las sabanas.Rebeca, aun sosteniendo la carta original, se inclinó hacia adelante, su voz baja pero decidida. —Primero debemos investigar quién es y cuál es su conexión con Elena. No quiero que esto nos explote en la cara.Isabella asintió lentamente, pero su mente ya estaba a varios pasos adelante. —Podemos usar a uno de los asistentes de Amadeus para acercarnos a él. Ellos sabrán más sobre cualquier sombra en su pasado o quién podría ser lo suficientemente temerario como para amenazarlo.—Y mientras tanto. —agregó Rebeca con una sonrisa peligrosa. —haremos que Elena se acerque más a nosotras. ¿Entre la presión que siente por su embarazo y las grietas que ya muestra? Tarde o temprano se quebrará. —añadió Rebeca.—¿Y
Isabella se quedó en silencio por un momento, evaluando las palabras de Rebeca. Finalmente, asintió con determinación.—Tienes razón. ¡¿Si la carta ya no está en nuestras manos?! debemos centrarnos en encontrar a ese tal Liam Evans. Él es la clave para exponer a Elena y recuperar nuestra ventaja. Rebeca sonrió con satisfacción, sabiendo que había convencido a Isabella. —Conozco a alguien que puede rastrearlo. Liam no puede esconderse mucho tiempo. Isabella se inclinó hacia ella, su voz baja y conspiradora. —¿Y qué hay de Elena? ¿Qué harás si decide actuar primero? —Elena está atrapada en su propia red de mentiras. —respondió Rebeca con confianza y una sonrisa dibujada en su pálido rostro. —Probablemente esté buscando formas de ocultar su secreto o asegurarse de que Liam no diga nada. Eso nos da tiempo para adelantarnos. Mientras discutían sus planes, Elena conducía a toda velocidad por una carretera oscura, su mente en caos. La carta de Liam seguía en su bolso, las palabras grabad