El banquete llegó a su final y los nuevos esposos se retiraron del lugar. El vuelo hacia el lugar reservado para la pareja se encontraba preparado para despegar, entonces Amadeus preguntó a su esposa Elena. —¿Quién era ese hombre con el que conversabas en la mesa? Siento un extraño comportamiento en tu piel tras esa conversación.
Elena imaginó en ese momento que Isabella le comentó a Amadeus sobre esa conversación que no alcanzó a descubrir con Liam Evans. —¡Se acercó para felicitarme y también deseaba felicitarte! Es un trabajador del banco y por lo tanto se encontraba como invitado. —respondió Elena mientras se acomodaba el vestido que Isabella le entregó como regalo de boda.
Un mes después… —¿Cuál es el motivo de la reunión? —preguntó Isabella, siempre conservaba la distancia y la incredulidad hacia Elena.
Amadeus con un tono de voz más calmado a como acostumbraba a tratar a las demás personas sin importar que se tratara de su familia. Comentó. —Últimamente he visto como desprecias a Elena. ¡Por favor deja tu desconfianza y no faltes a la reunión!
Las dos familias fueron convocadas a la reunión, no podría existir otra noticia más que la evidente. Aun así, fueron pacientes y la noche se hizo presente y las familias unidas por el interés mutuo de un mismo fin se encontraron reunidas y la familia Morgan siempre conservando el respeto y temor hacia los Blackwood.
Amadeus mostró serenidad y calma durante la cena y nadie se atrevía a hablar o preguntar sin que el CEO tomara la palabra para lo que fueron reunidos esa noche. Elena comenzaba a comportarse de una manera más firme y sin mostrar temor a la familia de lobos a su alrededor, ella sentía que su sangre era más fuerte y necesaria para los intereses de los Blackwood, por lo que también comenzaba a dudar de traicionar a Liam o continuar con el plan.
Amadeus mientras sostenía una copa de vino añejado, levantándola a los más alto de la extensión de su brazo. —Hoy serán testigos de la primera ocasión en la que una familia de raza pura de lobos ha mezclado su linaje con una de las familias más reconocidas a través de los siglos.
La revelación de la noticia comenzaba a ser más obvia y nadie dudaba que se trataba del embarazo de Elena. —Tras nuestra boda y nuestro regreso, se ha engendrado con éxito en el vientre de mi joven esposa el heredero de la familia Blackwood. El primer hibrido que poseerá la sangre de los Blackwood y la humanidad de los Morgan.
Thomas, el padre de Elena se encontraba feliz que su hija ahora tendría un espacio más preciado dentro de su nueva familia. Oliver Blackwood se levantó de su asiento y dirigiéndose a Amadeus exclamó tras aullar sin reserva. —¡La sangre de los Blackwood está ahora más viva que siempre! Esta noche sacrificaremos a unos lobos invasores y celebraremos hasta el amanecer por la supervivencia de los Blackwood.
Elena quedó horrorizada con las palabras de Oliver, pero sin mencionar una sola palabra. Isabella siguió el ejemplo de su padre y con intriga sembró la discordia. —¿Cuantos meses o semanas tienes de embarazo Elena?
La pregunta era muy arriesgada, sabiendo que Amadeus podría reprenderla o incluso eliminarla del negocio de la familia y expulsarla por su comportamiento toxico en contra de su esposa.
Amadeus quebró la copa con su mano y el vino se derramó hacia los lados, era evidente el enojo que mostró el CEO. Elena se levantó y acaricio a su esposo sin mostrar pudor y susurró. —Deja que le responda mi amor, seguramente ella nunca aceptara nuestra relación.
—No puedo permitir que te falte el respeto de esa manera. —respondió Amadeus, pero entonces Elena exclamó. —Tengo exactamente tres semanas y veintitrés horas de embarazo. ¡Querida cuñada! El medicó que mi esposo escogió para llevar el control es quien lo confirmo, así que me imagino que no dudaras de las decisiones de tu hermano. ¿Verdad?
Amadeus volvió a tomar la palabra con premura. —Espero tu duda se haya resuelto, pero quiero advertir, ¿que cualquiera que dude de aquí en adelante? ¡Será severamente castigado!
Los integrantes de la familia Blackwood enmudecieron y se prepararon para el sacrificio de luna de sangre, para celebrar el embarazo de Elena. La mansión de los Blackwood se encontraba rodeada de bosques y ríos, existían entradas y salidas impredecibles que solo ellos conocían, por lo que Amadeus en murmullo exclamó a Elena. —Esto es algo que no debes presenciar y mantenerte distante, no me esperes despierta porque este sacrificio durará toda la noche.
Elena se retiró a la habitación y sus padres se marcharon confiados que ahora Elena tendría mayor respaldo de Amadeus y por lo consiguiente el futuro de la fortuna de los Morgan comenzaba a tomar un rumbo favorable de nueva cuenta.
Los aullidos de la manada y los lamentos de los lobos sacrificados eran ensordecedores y atemorizantes para cualquiera que se encontrara a menos de diez kilómetros a la redonda. Inesperadamente un ruido completamente ajeno a los aullidos se hizo presente en la ventana del balcón de la habitación de Elena.
Atemorizada que se tratara de Isabella queriendo provocar daño, se acercó a observar y su sorpresa fue mayor. —¡Liam! Pero, ¿qué haces aquí? —preguntó Elena con desesperación.
—He aprovechado que tu nueva familia se encuentra ocupada y deseo que ahora me des una seria explicación de tu embarazo. —mencionó Liam con exigencia mientras ingresaba a la habitación sin aparente temor.
La duda en Elena se hizo presente en ese momento, pero obvió la duda y sabiendo que Amadeus podría regresar, pero que Liam también debía conocer la verdad sobre su estado.
—Luego hablaremos de cómo es que has llegado hasta aquí, por ahora debo mencionarte que no sé cómo podré esconder durante tanto tiempo este embarazo.
Liam la abrazó y besó apasionadamente y volteo su cuerpo. —No Liam. ¡No esta vez! ¿Si deseas poseerme? Entonces tiene que ser de frente, de lo contrario no permitiré que usurpes mi cuerpo una vez más. —exclamó Elena con molestia, pero deseando sentir el deseo de Liam en su cuerpo.
Liam no deseaba que Elena lo descubriera. ¡No al menos por el momento! Bajó su deseo al máximo y se entregó a la petición de Elena. Liam no deseaba que Elena se enterara de su secreto, por lo que controlando su deseo la circunstancias jugaron a su favor.
Elena se encontraba nerviosa en cuanto a su encuentro con Liam, aun así, los amantes no dudaron y se entregaron a la pasión y Elena por fin observaba de frente el rostro de su amante mientras besaba y acariciaba su cuerpo con lascivia y deseo desenfrenado.
Era la primera que vez que intimaron a la voluntad de Elena. Bajo la luz de la luna escarlata manchada por los sacrificios de los Blackwood y la traición de Elena una vez más, la noche volvió a ocultar los secretos de los amantes prohibidos y el deseo indecente entre un lobo y una humana que era esposa del mayor CEO y Alpha de los lobos de la región.
Liam sin dejar de pensar y tras su repentina aparición en la mansión Blackwood, mientras Elena se vestía, preguntó con incertidumbre en su rostro. —Ahora dime Elena. ¿Cómo es que estabas embarazada y no me lo hiciste saber cuándo se presentó la oportunidad?
La pregunta de Liam era un factor importante mientras escuchaba los aullidos de los lobos rebozando con sus presas que no se cansaban de correr y arrebatar lo único preciado en existencia de una criatura. ¡La vida!
—Nunca me sentí segura si aceptarías mi condición, por eso callé, pero ahora que está controlado y hemos conseguido que el medico juegue a nuestro favor y, ¿no sé cómo lo has conseguido? Es que nos encontramos a salvo y seguros, aunque me preocupa mucho el hecho que Isabella duda sobre el embarazo.
Liam se limitó a responder. —Isabella no es un problema. ¡Al menos no por el momento! Pero debes esperar al menos tres meses más para comenzar el proceso de divorcio, así que es momento que comiences a incomodar a Amadeus para desesperarlo.
Elena con la duda en su corazón exclamó. —Sobre eso creo que debemos conversar más detenidamente. Últimamente he pensado si el divorcio es lo más conveniente, mi familia estaría en juego y no estaría segura si podría quedarme con una buena parte de la fortuna de Amadeus.
Liam reaccionó de inmediato y exclamó. —Estas insinuando, ¿Qué no deseas divorciarte? Seguramente te has enamorado de ese bastardo de Amadeus, de lo contrario no estarías dudando ahora mismo de nuestro plan.
Elena confrontó a Liam respondiendo. —¡No me he enamorado de este maldito bastardo! El desgraciado me ha arrebatado más de lo que llegué a imaginar, pero he llegado a meditar que existe una alternativa aún mejor y me refiero a acabar con la familia Blackwood definitivamente.
Liam respondió con la incertidumbre en su rostro. —Exactamente, ¿Cómo lo llevarías a cabo? ¡Si no eres más que una simple humana!
—Una humana dispuesta a convertirse en una hibrida por venganza. —exclamó Elena con odio y determinación en sus ojos.
Liam se quedó sorprendido ante la declaración de Elena. La situación que proponía ella en ese momento no era lo que esperaba Liam. Sin embargo, Liam sabía que esa no era la opción más apropiada.Elena observó la impresión que causó su respuesta. —¿Porque te sorprendes con mi idea? ¿Acaso no es la mejor manera para acabar con los Blackwood?Liam la tomó entre sus brazos y exclamó. —¡Es la peor idea que se te ha ocurrido! Sinceramente no considero que eso sea factible. Amadeus no permitirá que su esposa embarazada se convierta en una igual. ¿Acaso has olvidado que Amadeus te eligió por ser humana?Elena sonrió levemente y respondió ante la pregunta de Liam. —Amadeus me eligió por el hecho que era la única heredera de mi familia y siempre buscó la manera de destruir a mi familia.Liam no contaba con mucho tiempo a lado de Elena en la habitación matrimonial de Amadeus, por lo que no prolongó la conversación y se limitó a responder la declaración de Elena antes de marcharse. —Solo te ruego
Amadeus se sentía débil e indefenso ante Elena, sus sentimientos lo estaban trastornando y transformándolo en un hombre dócil ante la belleza y el amor que repentinamente sentía por Elena. Por su parte Liam descubrió que el CEO Blackwood cedía y era fácil de manipular, pensando de inmediato la manera en la cual podría afianzarse de la fortuna Blackwood con la ayuda de Elena.Amadeus con un temor inexplicable en su interior le mencionó a su esposa antes que ella se marchara. —Me comunicaré con tu padre y nos reuniremos para realizar los trámites para el cierre de sus acciones en mi poder, espero que eso sea suficiente para ti Elena.Elena satisfecha tras las palabras de su esposo, se apresuró a responder. —Es lo que necesito para que nuestro matrimonio deje de ser un simple compromiso y se convierta en un verdadero hogar. ¿No lo crees?Amadeus parecía estar ahora a merced de Elena, por lo que susurró al oído de su esposa tras acercarse y anhelar un beso de sus labios. —¿Qué has hecho p
Thomas Morgan aceptó el nuevo trato con Amadeus. Las circunstancias lo obligaron a ceder y obedecer cada una de las indicaciones del CEO que solo deseaba ser el CEO bancario más poderoso del país y no dejar una migaja para la competencia.Elena por su parte tramaba la manera de obligar a Amadeus para que la mansión Blackwood le perteneciera en lo absoluto y expulsar a la familia Blackwood era su único objetivo.Mientras Isabella pronunciaba en la mansión. —No me soporto a esa estúpida un día más en esta mansión.Rebeca Gray en compañía de Isabella Blackwood. Susurró. —No deberías de hablar de esa manera, podría escucharnos y estaremos en problemas.Rebeca Gray muy contrario a su hermano era la mejor amiga y aliada de Isabella. Eran muy unidas y la rivalidad entre sus hermanos no les importaba en lo más mínimo, debido a que desde muy jóvenes ambas familias eran entrañables, pero la vida dio giros inesperados y cada uno de los hermanos Gray contaba con sus propias opiniones en cuanto a
Isabella indignada por la decisión de su madre y la actitud de Amadeus, se sacudió el cuerpo y tras sanar sus heridas instantáneamente, procedió a retirarse hacia su habitación. Todo indicaba que no existía marcha atrás y Elena de momento ganó la primera batalla en contra de la familia Blackwood.Amadeus abrazando a Elena con cuidado le preguntó con preocupación en su voz. —¿Te encuentras bien? ¿Nuestro hijo se encuentra bien?Elena aferrándose a la espalda de Amadeus comenzó a llorar con un sentimiento insostenible y respondió entre lágrimas. —Por un instante me imaginé que perdería a nuestro hijo.Linda Blackwood sonrió con desagrado tras escuchar la respuesta de Elena y susurró entre labios. —Maldita hipócrita! —alejándose de inmediato del lugar para dirigirse con Isabella.Amadeus junto a Elena se marcharon a la habitación para entrar en privacidad y hablar al respecto, aunque Elena pretendía continuar su plan para desterrar a la familia del CEO de la mansión y quedarse en complet
Oliver Blackwood no podía creer lo que escuchaba. Oliver se estremeció ante tal noticia que su esposa e hija le dio a conocer y se marcharon sin esperar una posible resolución de su parte.Se dirigió a toda prisa hacia el centro de la mansión para exigir una respuesta a lo sucedido, para exigir una convincente explicación para haber expulsado a su familia de la mansión de la cual pertenecía a la familia Blackwood.Linda e Isabella Blackwood se dirigieron a la mansión de los Gray donde Rebeca se encontraba a la espera de su llegada, con la certeza que su hermano no se podría entrometer en sus asuntos y decisiones.Isabella a su llegada a la mansión Gray. —¡Te agradezco que nos recibieras por el momento! Estaremos no más de tres días para luego unirnos a la familia en el oeste.Rebeca mostró calidez a la llegada de su amiga e igualmente de Linda, por lo que respondió con amabilidad. —Es un placer que se encuentren presentes y esta también es su casa por si desean hospedarse por más tiem
Oliver observó a su hijo con desprecio y con inmensa ofensa tras declarar a su nuera la beta de la familia Blackwood. Convirtiéndola en ejecutar el poder dentro de la familia y mansión y posiblemente en la empresa bancaria de la familia.El padre de Amadeus con extremo arrepentimiento, mostró su desaprobación. —¡No puedes hacer esto Amadeus! ¿Cómo pretendes pasar sobre mi autoridad y la de tu madre? ¿De haber previsto que la situación cambiara drásticamente con este matrimonio arreglado? ¡Jamás lo hubiera permitido y propuesto!Amadeus soltó a su padre e ignorándolo le hizo saber. —No necesito de tus arrepentimientos. Dejaste de ser importante y de tener autoridad el día que me nombraste el Alpha de la familia Blackwood. Así que, ¿si deseas permanecer en esta mansión? Deberás apegarte a las reglas y mis condiciones, comenzando con respetar a mi esposa y heredero.Oliver no podía creer lo que escuchaba de la boca de su hijo, con orgullo y prepotencia dijo. —No permitiré que me humilles
La luz del sol iluminaba tenuemente la habitación mientras el aire estaba cargado de una tensión casi palpable. Isabella se paseaba cerca de la ventana, tras haber descubierto las intenciones de Rebeca. Su mente procesando las palabras de Rebeca mientras trataba de sofocar el torbellino de emociones que ésta había provocado en su interior.El deseo latente que Rebeca había encendido en ella seguía ardiendo, pero el resentimiento hacia Elena comenzaba a tomar fuerza, convirtiéndose en una necesidad casi visceral de vengarse. Rebeca, aún despojada de su ropa, se acercó con una sonrisa que mezclaba malicia y satisfacción. Sus ojos destellaban con la certeza de que había logrado plantar una semilla de intriga y complicidad en Isabella. —¿Lo ves, querida? —dijo Rebeca, inclinándose cerca de Isabella, su voz un susurro que acariciaba más que el oído. —Elena no es tan intocable como aparenta. Ese hijo es la clave para desenmascararla, y nosotras somos las únicas que podemos lograrlo. Isab
Isabella cerró la puerta con un giro rápido asegurándose de que no quedaran testigos. Giró hacia Rebeca, su mirada con una mezcla de emoción y preocupación. —Este Liam Evans puede ser tanto una bendición como una maldición. —murmuró Isabella, tamborileando los dedos sobre las sabanas.Rebeca, aun sosteniendo la carta original, se inclinó hacia adelante, su voz baja pero decidida. —Primero debemos investigar quién es y cuál es su conexión con Elena. No quiero que esto nos explote en la cara.Isabella asintió lentamente, pero su mente ya estaba a varios pasos adelante. —Podemos usar a uno de los asistentes de Amadeus para acercarnos a él. Ellos sabrán más sobre cualquier sombra en su pasado o quién podría ser lo suficientemente temerario como para amenazarlo.—Y mientras tanto. —agregó Rebeca con una sonrisa peligrosa. —haremos que Elena se acerque más a nosotras. ¿Entre la presión que siente por su embarazo y las grietas que ya muestra? Tarde o temprano se quebrará. —añadió Rebeca.—¿Y