Emilio —¿Que acabas de decirme?— pregunto a Luca mientras miro la hora y noto que Lyla ya lleva 10 minutos allí, ¿Será que le cayó mal la comida? —Que Dimitry hizo aliados en Chicago y puede que lo estén ayudando, por eso no hemos dado con el. Porque no está en Rusia.—¿Has buscado en las cámaras? —Si, y no muestra nada. —lo tenemos muy cerca, no me gusta que esté en este país, menos cerca de Lyla —Haré lo que pueda. Ahora cambiando de tema, ¿Le darás a Lyla la sorpresa? —Si, pero mañana. Cuando estén todos presente en la fiesta que estoy organizando. —¿Te tiene agarrado de las bolas, no?— se ríe el muy desgraciado, pero el no tiene mucho que decir —No creo que tanto como te tiene a ti Camila— su risa aumenta como su le hubiera contado un chiste —Touché. Ella me tiene de las pelotas. —hazme una última cosa antes de dejarte e ir a buscar a mi mujer— se escucha un resoplido, sabe que siempre acuso a él para favores —Investiga quien mandó las rosas que le llegaron a Lyla ho
Lyla Cuando abordo el avión privado de mi padre, se que no hay vuelta atrás. Pensé que este matrimonio con Emilio estaba por buen camino, que podía hacer que el me amara como yo a él, pero nunca me dijo esa palabra.Creo que lo único que sentía por mi, aparte de la obsesión, era deseo por mi cuerpo. Emilio solo es un controlador, le gusta tener todo bajo su poder, y el que estuviera conmigo, le demostraba a todos, lo poderoso que era. Que pudo con mi familia. Ya no más. —No llores cerecita— mi hermano menor me desliza el pulgar por debajo del ojo y no me había dado cuenta de que estaba llorando. —tranquilo Callum— le sonrío para que se calme —Todo esto pasará y estaré mejor. —Sabes que no estoy de acuerdo con irnos, pero lo hacemos porque tu así lo quieres. —No quiero sentirme sola— miento. La verdad es que sé que si se quedan, Emilio manipulara todo de nuevo para que esté con él. Y yo no seré la esposa trofeo que debe aguantar todo. —¿Cómo harás con los estudios?— mi otro geme
Emilio. Mi pie golpea con fuerza el pecho del hombre frente a mi, desde hace tres jodidos meses estoy buscando a mi mujer. Parece que se la tragó la tierra, mi suegro sabe dónde está, pero mi hermana me impide que le haga algo. ¡Joder! Detesto cuando todo se me escapa de las manos. —Ahora ¿Me dirás dónde mierda está el Ruso? Si, así como he estado buscando a mi mujer, también al maldito que hizo que se fuera. Porque tuve que volver a ver las cámaras y enfrentarme a mi suegro que me contó todo. Lo que si tengo certeza es que apenas encuentre al cabrón, lo haré sufrir de la manera más dolorosa. —No. No lo haré— niega aún con sangre escurriendo de su nariz después de la golpiza que le dí. Si, el matrimonio de mi suegro con mi hermana, hizo que mi mal humor se volviera a disparar. Me hizo recordar que no tengo a mi mujer conmigo, pero también que no puedo usar a mi suegro para llegar a ella. —lo que tú me hagas, no tiene comparación con lo que él me hará si se entera que te dije todo
Lyla Hoy ha Sido un día de estrés, me ha tocado trabajar doble porque acá no hay divisiones como en Estados unidos. Había un solo gerente que hacía todo, pero como no pudo asistir hoy, me encargó su trabajo completo. Cuando llegan las 6 de la tarde, decido que ya no puedo más y que solo quiero llegar a casa y ducharme por un rato para luego dormir, tomo mi bolso e intento caminar rápido, pero los tacones me están matando los pies. Salgo despidiéndome de todos, cuando choco con un cuerpo duro, que casi me hace caer. Cuando me estabilizo y voy a disculparme, me quedo de piedra al ver quien está frente a mi, estoy segura que todo el color desapareció de mi rostro. Lo sé porque casi no puedo respirar. ¿Que hace Raúl aquí? —Hola princesa. Me abraza, pero apenas tengo tiempo de corresponderle. Aún estoy en shock. —¿Cómo…? Me sonríe como antes cuando estábamos juntos —tuve algo de ayuda de un viejo amigo, me dijo incluso donde estabas viviendo, pero sabía que estarías aquí. Me qued
Lyla 1 año después. Me he acostumbrado a la vida en Irlanda, pero no niego que me hace falta visitar a mi familia, sobretodo, porque hace poco tuve una pequeña hermana. No la conozco, solo lo supe por mi tío y por las redes sociales que sigo viendo por medio de un perfil falso, es súper hermosa, tiene cabello oscuro, pero el mismo color de ojos que nosotros los Zurcos. Mi vida aquí ha Sido bastante ocupada, Raúl fue de mucha ayuda, seguimos siendo amigos y seguirá así, no quiero tener sentimentalmente nada que ver con nadie. Ahora más que nunca que logré olvidar a Emilio. Ya solo es una espinita molesta de mi pasado. Me he asesorado legalmente y se que puedo hacer una anulación de mi matrimonio, después de este tiempo sin verlo y sin vivir con él, puedo solicitar estar legalmente separada de Emilio. Pronto será tiempo de volver, y lo haré más que nada porque sé que mi padre estará a Salvo, Emilio no le hará nada y menos con su sobrina de por medio, y los gemelos se quedarán acá p
Lyla Cuando aterrizamos, no hay nadie esperando, nada más que un taxi que solicité. Necesito llegar rápido, estuve esas 9 horas de vuelo en total ansiedad. Aún no hay respuesta de mi padre, pero sé, que él es un hombre fuerte, terco. Cuando doy la dirección de la clínica, los nervios se acentúan más en la boca del estómago. ¡Dios! Tenía mucho que no me sentía así. 20 minutos después me dejan en la clínica, mis tacones casi no me dejan correr, así como la maleta, pero me las arreglo. Llegó al piso de recepción y pido su número de habitación, cuando estoy subiendo que se abre el ascensor, la primera cara que veo es la de Amara con los ojos rojos, doy unos pasos para llegar a ella, pero soy empujada contra la pared de manera rápida. Mis ojos se enfocan en el motivo y me quedo sin aliento al ver al hombre que creí ya no amar, que pensé ya había olvidado y que ahora está haciendo que mi corazón casi se salga por mi garganta. ¡Está más guapo! Y aún más cuando lo veo con esos ojos intens
Emilio ¡Mierda! Me voy a volver jodidamente loco. Quiero gritar, entrar en esa puta habitación y sacar a mi mujer de allí. Esto es ridículo, y más cuando todo iba tan bien entre nosotros. Estoy dividido entre darle lo que quiere y portarme como un imbécil solo llevándomela. No quiero que se vaya, pero conociéndola, es capaz de odiarme si la obligo. —Calma, amigo. Si, eso quisiera, pero nunca he tenido paciencia para lo que quiero. —Sabes que eso es sinónimo de locura para mí.—Bueno, ¿Y entonces que harás? —Buscarás al famoso juez Ryan y le damos de baja, nadie me separará de mi farfalla. Luca me mira como si estuviera loco y niega con la cabeza. Se que eso nos puede traer problemas, incluso hacer que nos monten un ojo encima, pero nadie que quiera separarme de mi reina, vive para contarlo. Me siento, mientras Luca sale a hacer lo que le pedí, no quiero errores, tampoco firmar ese puto papel, Lyla es mía. Veo que la puerta se abre y sale mi muñeca hermosa, haciendo que me le
Lyla Conocer a mi hermanita, me ha dado años de vida, ¡Es preciosa! Siempre me han gustado los niños, por eso adopté como míos a mis hermanos cuando mamá murió. Camila apenas me vio, se le aguaron los ojos. Pensé que estaría molesta conmigo, pero hizo todo lo contrario, vino hasta mi y me dió un gran abrazo acompañado de un beso en la mejilla. Imagino que debe saber todo lo que pasó, no nos dió mucho tiempo de hablar porque poco después vino Luca por ella, tenía una mirada nerviosa, pero no entiendo por qué. Se llevó a mi amiga rápido y solo alcance a citarnos para más tarde en la noche. Subo a mi a antigua habitación y sonrío recordando que aquí pasé mi niñez, muchas veces mis hermanos se metían a mi cama cuando les daba miedo por la noche. Dejo mi maleta y me cambio rápidamente a una de mis pijamas, al menos eso me permiti tener de cómodo. Se que ahora debo Salir a comprar algo de ropa, pero será después de ver a mi padre. Me alivio de saber que está bien y solo fue un susto.