Lyla Cuando aterrizamos, no hay nadie esperando, nada más que un taxi que solicité. Necesito llegar rápido, estuve esas 9 horas de vuelo en total ansiedad. Aún no hay respuesta de mi padre, pero sé, que él es un hombre fuerte, terco. Cuando doy la dirección de la clínica, los nervios se acentúan más en la boca del estómago. ¡Dios! Tenía mucho que no me sentía así. 20 minutos después me dejan en la clínica, mis tacones casi no me dejan correr, así como la maleta, pero me las arreglo. Llegó al piso de recepción y pido su número de habitación, cuando estoy subiendo que se abre el ascensor, la primera cara que veo es la de Amara con los ojos rojos, doy unos pasos para llegar a ella, pero soy empujada contra la pared de manera rápida. Mis ojos se enfocan en el motivo y me quedo sin aliento al ver al hombre que creí ya no amar, que pensé ya había olvidado y que ahora está haciendo que mi corazón casi se salga por mi garganta. ¡Está más guapo! Y aún más cuando lo veo con esos ojos intens
Emilio ¡Mierda! Me voy a volver jodidamente loco. Quiero gritar, entrar en esa puta habitación y sacar a mi mujer de allí. Esto es ridículo, y más cuando todo iba tan bien entre nosotros. Estoy dividido entre darle lo que quiere y portarme como un imbécil solo llevándomela. No quiero que se vaya, pero conociéndola, es capaz de odiarme si la obligo. —Calma, amigo. Si, eso quisiera, pero nunca he tenido paciencia para lo que quiero. —Sabes que eso es sinónimo de locura para mí.—Bueno, ¿Y entonces que harás? —Buscarás al famoso juez Ryan y le damos de baja, nadie me separará de mi farfalla. Luca me mira como si estuviera loco y niega con la cabeza. Se que eso nos puede traer problemas, incluso hacer que nos monten un ojo encima, pero nadie que quiera separarme de mi reina, vive para contarlo. Me siento, mientras Luca sale a hacer lo que le pedí, no quiero errores, tampoco firmar ese puto papel, Lyla es mía. Veo que la puerta se abre y sale mi muñeca hermosa, haciendo que me le
Lyla Conocer a mi hermanita, me ha dado años de vida, ¡Es preciosa! Siempre me han gustado los niños, por eso adopté como míos a mis hermanos cuando mamá murió. Camila apenas me vio, se le aguaron los ojos. Pensé que estaría molesta conmigo, pero hizo todo lo contrario, vino hasta mi y me dió un gran abrazo acompañado de un beso en la mejilla. Imagino que debe saber todo lo que pasó, no nos dió mucho tiempo de hablar porque poco después vino Luca por ella, tenía una mirada nerviosa, pero no entiendo por qué. Se llevó a mi amiga rápido y solo alcance a citarnos para más tarde en la noche. Subo a mi a antigua habitación y sonrío recordando que aquí pasé mi niñez, muchas veces mis hermanos se metían a mi cama cuando les daba miedo por la noche. Dejo mi maleta y me cambio rápidamente a una de mis pijamas, al menos eso me permiti tener de cómodo. Se que ahora debo Salir a comprar algo de ropa, pero será después de ver a mi padre. Me alivio de saber que está bien y solo fue un susto.
Lyla Dos días después, ya tenía ropa adecuada después de ir de compras por algo más cómodo y también me acostumbré a dormir con Melva. ¡Su olor! Es lo más maravilloso que he sentido, y sus ojitos verdes son una fotocopia de los míos. Ya hoy no me toca ir al hospital, sino que debo ir a la empresa, le pedí a padre que no mencionara nada a Emilio. Se que está desesperado y no lo negaré, yo también me he vuelto así por verlo, pero si no me mantengo firme, quizás vuelva a lo de antes. Si de verdad el quiere que volvamos a estar juntos, debería demostrarme que cambió o al menos que cambiará por mi. Miro mi celular cuando se vuelve a iluminar con otra llamada de Raúl. No sé las he contestado ninguna, se que comenzará a preguntar y no quiero entrar en tensión con él o tener una discusión, pero lo llamaré en la noche. Camila me ha mantenido informada de todo lo que ha pasado por acá. Le va muy bien con Luca, eso me da alegría porque ella merece ser feliz. Tomo mi celular y llamo al Jue
Emilio ¿Paciencia? Joder, la cosa más difícil del planeta. Más cuando se trata de Lyla. Solo quiero llevarla a casa, dónde pertenece a ml lado, demostrarle que estuvo equivocada al dejarme, así como está equivocada al querer alejarme. De camino, le tomo la mano y ella me deja, se que le gusta mi toque, aunque se resista. Cuando llegamos, y está por bajarse, no me aguanto y le doy un beso rápido en los labios aunque lo que quiero es comérmela completa. —Ten un buen día, bellizzima. —igualmente. Responde y se baja como si quisiera alejarse rápido, pero sé el por qué, sin embargo eso no me detiene, le mostraré que no debe temer si quiere volver a estar conmigo. Reconozco que fui medio cabrón cuando la obligué a hacer algunas cosas, como sentarse en mis piernas delante de su padre y actuar de forma territorial, como amenazar a su familia, y también obligándola a casarse conmigo, aunque de esa última no me arrepiento. Desde que ví a Lyla la quise para mi, solo no supe cómo manejar l
Lyla Me despierto con el brazo de Emilio envuelto en mi cintura, su cuerpo presionado a mi espalda. No negaré que se siente delicioso estar con su calor sobre mi. ¡Lo extrañaba tanto! Me remuevo para salir de a poco y así no despertarlo, pero su agarre se aprieta logrando pegarse más a mi. —Necesito ir al baño.Gruñe y me suelta después de unos segundos. Corro para hacer pis, cierro la puerta con seguro y aprovecho para cepillarme. No puedo andar con olor matutino. Arreglo mi cabello para no mojarlo. Debo ducharme y luego salir de aquí antes de hacer algo que no tenga vuelta atrás. Se que si me acuesto con Emilio, pasaremos a hacernos adictivos hasta que vuelva a traerme a este hogar que una vez fue mío. Contengo el aliento cuando escucho la puerta abrirse y detengo el jabón en mi cuerpo, pero no pasa. Solo se escucha la llave del lavamanos lo que me hace saber que también se está cepillando. Debería decirle que salga, que me dé mi espacio y mi privacidad, pero no sé por que la v
Emilio Cuando llegamos a la clínica, solo quiero regresarme a casa a repetir lo de esta mañana con mi mujer. Sentí que volé hasta el cielo y volví a bajar, tanto tiempo sin hacerlo, que no recordaba lo maravilloso que es estar con ella. La ayudo a bajarse y me encanta verla con ese brillo en su rostro de recién follada, la comisura de mi boca se levanta cuando sé que su padre verá lo mismo que yo, me encanta que sepan que Lyla es mía nuevamente. Camina a mi lado sin tomarme de la mano, pero sé que es cuestión de tiempo para que eso cambie, Lyla no ha cambiado sus sentimientos por mi, y eso me aligera el corazón porque sé que estaremos juntos nuevamente. Cuando llegamos al piso de su padre, antes de que entre, la tomo de la mano y la jalo hacia mi. Pego mis labios a los de ella y la beso como está mañana, se que me estoy aprovechando, pero no sé cuando la vuelva a tener otra vez para mi solo. Escuchamos un carraspeo que nos hace saltar a ambos como si fuéramos dos adolescentes que
Lyla He vivido unas semanas en dónde tengo citas diarias, después de salir de la empresa. Sin embargo, también lo he vivido de regaños porque mi padre se ha estado dando cuenta. No quiere que vuelva a salir herida o que me aleje de este país otra vez. Emilio ha estado atento, me lleva a diario a un restaurante diferente, dice que así le toque hacerlo por meses lo hará, porque le recuerda a cuando cenabamos juntos en casa. No hemos vuelto a dormir juntos, aunque solo con un par de besos, ya estoy caliente, así mismo como él porque anda continuamente erecto. Con respecto a Raúl, pude llamarlo. Sin embargo tuve que mentirle, si le decía que Emilio sigue detrás de mi y que no se consigue al juez Ryan por ningún lado, se volvería loco. Me llama a diario preguntando cuando volveré, la verdad es que si todo sale bien, creo que en un par de meses podría hacerlo si quisiera, pero no sé aún a dónde me llevará todo esto con Emilio. Me gusta que esté atento, que se esté comportando como u