Lyla Me despierto con el brazo de Emilio envuelto en mi cintura, su cuerpo presionado a mi espalda. No negaré que se siente delicioso estar con su calor sobre mi. ¡Lo extrañaba tanto! Me remuevo para salir de a poco y así no despertarlo, pero su agarre se aprieta logrando pegarse más a mi. —Necesito ir al baño.Gruñe y me suelta después de unos segundos. Corro para hacer pis, cierro la puerta con seguro y aprovecho para cepillarme. No puedo andar con olor matutino. Arreglo mi cabello para no mojarlo. Debo ducharme y luego salir de aquí antes de hacer algo que no tenga vuelta atrás. Se que si me acuesto con Emilio, pasaremos a hacernos adictivos hasta que vuelva a traerme a este hogar que una vez fue mío. Contengo el aliento cuando escucho la puerta abrirse y detengo el jabón en mi cuerpo, pero no pasa. Solo se escucha la llave del lavamanos lo que me hace saber que también se está cepillando. Debería decirle que salga, que me dé mi espacio y mi privacidad, pero no sé por que la v
Emilio Cuando llegamos a la clínica, solo quiero regresarme a casa a repetir lo de esta mañana con mi mujer. Sentí que volé hasta el cielo y volví a bajar, tanto tiempo sin hacerlo, que no recordaba lo maravilloso que es estar con ella. La ayudo a bajarse y me encanta verla con ese brillo en su rostro de recién follada, la comisura de mi boca se levanta cuando sé que su padre verá lo mismo que yo, me encanta que sepan que Lyla es mía nuevamente. Camina a mi lado sin tomarme de la mano, pero sé que es cuestión de tiempo para que eso cambie, Lyla no ha cambiado sus sentimientos por mi, y eso me aligera el corazón porque sé que estaremos juntos nuevamente. Cuando llegamos al piso de su padre, antes de que entre, la tomo de la mano y la jalo hacia mi. Pego mis labios a los de ella y la beso como está mañana, se que me estoy aprovechando, pero no sé cuando la vuelva a tener otra vez para mi solo. Escuchamos un carraspeo que nos hace saltar a ambos como si fuéramos dos adolescentes que
Lyla He vivido unas semanas en dónde tengo citas diarias, después de salir de la empresa. Sin embargo, también lo he vivido de regaños porque mi padre se ha estado dando cuenta. No quiere que vuelva a salir herida o que me aleje de este país otra vez. Emilio ha estado atento, me lleva a diario a un restaurante diferente, dice que así le toque hacerlo por meses lo hará, porque le recuerda a cuando cenabamos juntos en casa. No hemos vuelto a dormir juntos, aunque solo con un par de besos, ya estoy caliente, así mismo como él porque anda continuamente erecto. Con respecto a Raúl, pude llamarlo. Sin embargo tuve que mentirle, si le decía que Emilio sigue detrás de mi y que no se consigue al juez Ryan por ningún lado, se volvería loco. Me llama a diario preguntando cuando volveré, la verdad es que si todo sale bien, creo que en un par de meses podría hacerlo si quisiera, pero no sé aún a dónde me llevará todo esto con Emilio. Me gusta que esté atento, que se esté comportando como u
Lyla Ahora que he puesto en marcha mi decisión, debo pensar como decirle a mi padre, aún está delicado. Sobretodo, sigue odiando a Emilio. —Necesito que desde ahora te lleves bien con mi padre— le digo cuando estaciona fuera de mi casa —No quiero que sigan estás peleas absurdas. Se supone que somos familia. Veo como se tensa y se pone serio, pero asiente. Sabe que tengo razón. Cuando estoy por bajarme, me toma detrás del cabello y pega sus labios a los míos, y como siempre que siento su toque, mi mente se nubla. Correspondo a su beso como si fuera el aire que necesito para respirar. No sé cuánto tiempo pasa, pero ya me empiezo a sentir caliente por el toque de mi esposo. Quiero montarlo aquí mismo, pero los hombres de papá le avisarían si la camioneta permanece mucho tiempo afuera sin que nadie salga, sería muy sospechoso. Nos sobresaltamos cuando escuchamos un toque en la puerta y veo como mi cuñada está tratando de asomarse. Tiene los ojos entrecerrados en el vidrio y una man
Lyla Cuando despierto en la mañana, Emilio ya no está. Miro mi móvil y tengo dos mensajes; uno de él que me dice que le tocó salir a escondidas con ayuda de Amara muy temprano y el otro de Raúl diciéndome que si lo puedo ver en una cafetería en unas horas. Me quedo paralizada porque no quiero que nada le pase, sé que si se encuentra con Emilio, es capaz de que haya un muerto. Lo veré solo para pedirle que se regrese o que se aleje un tiempo. No quiero cargar con una muerte en mi conciencia. Me ducho en mi baño y me coloco ropa de la empresa, esto me recuerda que debo pasar por la universidad y ver cómo solucionar lo de mi título que me faltaba poco para tener. Cuando salgo, papá no está a la vista, solo Amara. Que me hace un gesto de disculpa y eso me hace saber que mi padre no quiso bajar. Quiero llorar nuevamente, pero salgo antes de hacerlo. Uno de los choferes me lleva hasta la empresa y enseguida me pongo a trabajar. Quiero llenarme de trabajo para olvidar el rostro de dec
Emilio Mierda, mierda y mierda. Cuando llego al lugar, parece que lo hubiera azotado un terremoto. Todo está destruido, las mesas volcadas y una mesa en específico tiene agujeros. Cuando me acerco, me sorprendo de ver al cabrón de Raúl muerto, con sus ojos llenos de terror mirando al techo. —Wow. Al menos no tendrás que encargarte de este idiota. Gruño en respuesta y salgo con una ira en mis venas como nunca antes la había sentido. —Ea hora de llamar a mis queridos hermanos. Luca se sorprende, pero estoy desesperado. No suelo molestarlos, pero es hora de hacerlo. necesito del apoyo de los hombres que quedaron de mi padre y que ahora ellos manejan, así como sus conocimientos de francotiradores. No he tenido una relación del todo bien con ellos, por lo que le hice a mi madre, sin embargo ellos entienden los motivos por lo que llegue hacerlo. Incluso cuando papá murió, tampoco lo extrañaron, pero seguimos sin compaginar del todo. Caso contrario de mi hermana, la aman y la miman.
Lyla 2 jodidos días más aquí, en los que he desayunado, almorzado y cenado con el Ruso y me vuelve a enviar a mi habitación. Sin embargo eso cambia cuando el ama de llaves entra con un hermoso vestido rojo. Ese hombre está obsesionado con vestirme de rojo. Según él, parezco más a la reina que soy. —El Pakhan requiere de tu presencia. No digo nada porque como otras veces, sé que no me responderá. Le es fiel. Me ducho porque no me gusta estar sucia, pero no es porque quiera estar presentable para él. Cuando termino y me pongo el vestido, reconozco que este hombre tiene buen gusto y si fuera para lucirlo a Emilio, estaría encantada. Decido no arreglarme el cabello y salir, pero cuando estoy por caminar a la puerta, ésta se abre dejando ver al Ruso que al verme, sus ojos se agrandan y puedo ver cuánto le gusta lo que ve. —красивая— no entiendo lo que dice, pero no debe ser agradable. Nada de lo que sale de su boca lo es. —¿Por qué el vestido?—Iremos a nuestra Luna de miel— me pa
Lyla 15 semanas después… Sentada en la terraza del apartamento en el que vivo con Emilio, cierro los ojos recordando todo lo que ha pasado. Todo parece surrealista. ¡Jesús! Parece que hubieran pasado años. El cansancio ha seguido allí. Emilio casi no ha estado conmigo intentando limpiar el desastre que pasó. El que Dimitry me llevara así delante de todos y matara a Raúl, provocó que el FBI pusiera el ojo en mi familia y en Emilio. A Raúl lo enterré apenas llegué. Emilio de forma amable se encargó del papeleo para que lo estuvieran listo apenas llegara. Lo reconozco, fue muy dulce. En el proceso, conocí a los otros dos hermanos de mi esposo, Amara los abrazó apenas llegaron y luego de la crisis que tuve en mi cuarto y de coger con Emilio, me los presento. Ambos me cayeron muy bien y se que fue recíproco. Desde ese momento, han intentado llevárselo bien con Emilio. Y hablando de eso, papá ese día, apenAs salimos de la habitación, agarró a Emilio del cuello y le dió un golpe por l