Lyla Ahora que he puesto en marcha mi decisión, debo pensar como decirle a mi padre, aún está delicado. Sobretodo, sigue odiando a Emilio. —Necesito que desde ahora te lleves bien con mi padre— le digo cuando estaciona fuera de mi casa —No quiero que sigan estás peleas absurdas. Se supone que somos familia. Veo como se tensa y se pone serio, pero asiente. Sabe que tengo razón. Cuando estoy por bajarme, me toma detrás del cabello y pega sus labios a los míos, y como siempre que siento su toque, mi mente se nubla. Correspondo a su beso como si fuera el aire que necesito para respirar. No sé cuánto tiempo pasa, pero ya me empiezo a sentir caliente por el toque de mi esposo. Quiero montarlo aquí mismo, pero los hombres de papá le avisarían si la camioneta permanece mucho tiempo afuera sin que nadie salga, sería muy sospechoso. Nos sobresaltamos cuando escuchamos un toque en la puerta y veo como mi cuñada está tratando de asomarse. Tiene los ojos entrecerrados en el vidrio y una man
Lyla Cuando despierto en la mañana, Emilio ya no está. Miro mi móvil y tengo dos mensajes; uno de él que me dice que le tocó salir a escondidas con ayuda de Amara muy temprano y el otro de Raúl diciéndome que si lo puedo ver en una cafetería en unas horas. Me quedo paralizada porque no quiero que nada le pase, sé que si se encuentra con Emilio, es capaz de que haya un muerto. Lo veré solo para pedirle que se regrese o que se aleje un tiempo. No quiero cargar con una muerte en mi conciencia. Me ducho en mi baño y me coloco ropa de la empresa, esto me recuerda que debo pasar por la universidad y ver cómo solucionar lo de mi título que me faltaba poco para tener. Cuando salgo, papá no está a la vista, solo Amara. Que me hace un gesto de disculpa y eso me hace saber que mi padre no quiso bajar. Quiero llorar nuevamente, pero salgo antes de hacerlo. Uno de los choferes me lleva hasta la empresa y enseguida me pongo a trabajar. Quiero llenarme de trabajo para olvidar el rostro de dec
Emilio Mierda, mierda y mierda. Cuando llego al lugar, parece que lo hubiera azotado un terremoto. Todo está destruido, las mesas volcadas y una mesa en específico tiene agujeros. Cuando me acerco, me sorprendo de ver al cabrón de Raúl muerto, con sus ojos llenos de terror mirando al techo. —Wow. Al menos no tendrás que encargarte de este idiota. Gruño en respuesta y salgo con una ira en mis venas como nunca antes la había sentido. —Ea hora de llamar a mis queridos hermanos. Luca se sorprende, pero estoy desesperado. No suelo molestarlos, pero es hora de hacerlo. necesito del apoyo de los hombres que quedaron de mi padre y que ahora ellos manejan, así como sus conocimientos de francotiradores. No he tenido una relación del todo bien con ellos, por lo que le hice a mi madre, sin embargo ellos entienden los motivos por lo que llegue hacerlo. Incluso cuando papá murió, tampoco lo extrañaron, pero seguimos sin compaginar del todo. Caso contrario de mi hermana, la aman y la miman.
Lyla 2 jodidos días más aquí, en los que he desayunado, almorzado y cenado con el Ruso y me vuelve a enviar a mi habitación. Sin embargo eso cambia cuando el ama de llaves entra con un hermoso vestido rojo. Ese hombre está obsesionado con vestirme de rojo. Según él, parezco más a la reina que soy. —El Pakhan requiere de tu presencia. No digo nada porque como otras veces, sé que no me responderá. Le es fiel. Me ducho porque no me gusta estar sucia, pero no es porque quiera estar presentable para él. Cuando termino y me pongo el vestido, reconozco que este hombre tiene buen gusto y si fuera para lucirlo a Emilio, estaría encantada. Decido no arreglarme el cabello y salir, pero cuando estoy por caminar a la puerta, ésta se abre dejando ver al Ruso que al verme, sus ojos se agrandan y puedo ver cuánto le gusta lo que ve. —красивая— no entiendo lo que dice, pero no debe ser agradable. Nada de lo que sale de su boca lo es. —¿Por qué el vestido?—Iremos a nuestra Luna de miel— me pa
Lyla 15 semanas después… Sentada en la terraza del apartamento en el que vivo con Emilio, cierro los ojos recordando todo lo que ha pasado. Todo parece surrealista. ¡Jesús! Parece que hubieran pasado años. El cansancio ha seguido allí. Emilio casi no ha estado conmigo intentando limpiar el desastre que pasó. El que Dimitry me llevara así delante de todos y matara a Raúl, provocó que el FBI pusiera el ojo en mi familia y en Emilio. A Raúl lo enterré apenas llegué. Emilio de forma amable se encargó del papeleo para que lo estuvieran listo apenas llegara. Lo reconozco, fue muy dulce. En el proceso, conocí a los otros dos hermanos de mi esposo, Amara los abrazó apenas llegaron y luego de la crisis que tuve en mi cuarto y de coger con Emilio, me los presento. Ambos me cayeron muy bien y se que fue recíproco. Desde ese momento, han intentado llevárselo bien con Emilio. Y hablando de eso, papá ese día, apenAs salimos de la habitación, agarró a Emilio del cuello y le dió un golpe por l
Lyla Zurco—AceptoMis palabras envían un escalofríos por mi cuerpo, sabiendo que esas palabras, prácticamente son arrancadas de mi boca. Miro al hombre a mi lado, que me observa con sus ojos como rendijas, imagino que creyó que dudaría en el último momento. ¿Cómo dudaría? Si lo que está en juego es mi familia. Si no acepto esta jodida unión, comenzará una guerra entre mi familia y los Italianos. Parece que no tengo más salida, y para los Italianos, siempre se han dado los matrimonios por arreglo. Parece que vivieran en la época de las cavernas. Vuelvo a mirar al frente, y las lágrimas se acumulan en mis ojos, pero me niego a derramarlas. No les daré el gusto de verme sufrir. Por eso respiro hondo hasta que siento que se me pasa. Siento un hormigueo en mi cuello y sé que es Emilio que me taladra con su intensidad, pero lo miraré solo lo necesario, no porque le tenga miedo, sino porque sé que ahora mismo en la iglesia, está el hombre con el que verdaderamente quería estar, Raúl, el
Emilio Ferrer Miro las mejillas sonrojadas de mi recién esposa y mi labio se curva en una sonrisa maliciosa. Sé que no soy capaz de obligarla a estar conmigo de formar íntima, pero estoy totalmente seguro que puedo hacer que ella misma me suplique por hacerlo. Me llevo el vaso de whisky a los labios y doy un sorbo sin dejar de mirarla. Ella es un espectáculo a la vista, nunca fui atraído por las pelirrojas, pero esta me tiene jodido. Desde que la Vi hace unos meses, supe que la quería para mí. Sabía de dónde provenía, todo porque era inevitable la guerra entre los Zurcos y mi familia, y cuando me disponía a atacar, la Vi. En definitiva, ella fue quien salvó a toda su jodida familia. Eso lo deje muy claro a su padre cuando pedí una reunión con el hombre. Apenas comenté mis planes, quería matarme, lo ví en sus ojos, pero fue inteligente porque sabía que no tenía oportunidad contra mi.Y aquí estamos, ahora como familias. No es que esté contento de tenerlos cerca, pero comparten lazo
Capitulo 3 Lyla ¿Que soy una cobarde? Si, un poco. Pero todo es por culpa del jodido italiano que me pone de los nervios. ¿Que le pasa? ¿Cómo se atreve a decir esas sucias palabras y tratarme como si tuviera todo el derecho de hablarme así? ¿Que sus besos me calentaron? Si, lo admito, pero hasta ahí. Es como si viera a cualquier persona atractiva en la calle. Obviamente su físico llamará la atención, pero no quiere decir que le debo entregar mi cuerpo. ¡Me niego! Aún sabiendo que estuvo a punto de joder a mi familia, y soy una zurco, por los míos, hasta mato. Gracias a Dios termina la canción, y es el turno de mi padre de bailar conmigo. Ya no soportaría los comentarios del que ahora es mi esposo. El idiota ese. Tomo la mano de mi padre y le doy una sonrisa para animarlo aunque en sus ojos hay dolor. Comenzamos a bailar mientras mi nuca arde con la intensa mirada de mi marido al otro lado observándonos como Alcón —Te vuelvo a pedir perdón hija— la voz de mi padre está lle