Emilio ¡Mierda! Me voy a volver jodidamente loco. Quiero gritar, entrar en esa puta habitación y sacar a mi mujer de allí. Esto es ridículo, y más cuando todo iba tan bien entre nosotros. Estoy dividido entre darle lo que quiere y portarme como un imbécil solo llevándomela. No quiero que se vaya, pero conociéndola, es capaz de odiarme si la obligo. —Calma, amigo. Si, eso quisiera, pero nunca he tenido paciencia para lo que quiero. —Sabes que eso es sinónimo de locura para mí.—Bueno, ¿Y entonces que harás? —Buscarás al famoso juez Ryan y le damos de baja, nadie me separará de mi farfalla. Luca me mira como si estuviera loco y niega con la cabeza. Se que eso nos puede traer problemas, incluso hacer que nos monten un ojo encima, pero nadie que quiera separarme de mi reina, vive para contarlo. Me siento, mientras Luca sale a hacer lo que le pedí, no quiero errores, tampoco firmar ese puto papel, Lyla es mía. Veo que la puerta se abre y sale mi muñeca hermosa, haciendo que me le
Lyla Conocer a mi hermanita, me ha dado años de vida, ¡Es preciosa! Siempre me han gustado los niños, por eso adopté como míos a mis hermanos cuando mamá murió. Camila apenas me vio, se le aguaron los ojos. Pensé que estaría molesta conmigo, pero hizo todo lo contrario, vino hasta mi y me dió un gran abrazo acompañado de un beso en la mejilla. Imagino que debe saber todo lo que pasó, no nos dió mucho tiempo de hablar porque poco después vino Luca por ella, tenía una mirada nerviosa, pero no entiendo por qué. Se llevó a mi amiga rápido y solo alcance a citarnos para más tarde en la noche. Subo a mi a antigua habitación y sonrío recordando que aquí pasé mi niñez, muchas veces mis hermanos se metían a mi cama cuando les daba miedo por la noche. Dejo mi maleta y me cambio rápidamente a una de mis pijamas, al menos eso me permiti tener de cómodo. Se que ahora debo Salir a comprar algo de ropa, pero será después de ver a mi padre. Me alivio de saber que está bien y solo fue un susto.
Lyla Dos días después, ya tenía ropa adecuada después de ir de compras por algo más cómodo y también me acostumbré a dormir con Melva. ¡Su olor! Es lo más maravilloso que he sentido, y sus ojitos verdes son una fotocopia de los míos. Ya hoy no me toca ir al hospital, sino que debo ir a la empresa, le pedí a padre que no mencionara nada a Emilio. Se que está desesperado y no lo negaré, yo también me he vuelto así por verlo, pero si no me mantengo firme, quizás vuelva a lo de antes. Si de verdad el quiere que volvamos a estar juntos, debería demostrarme que cambió o al menos que cambiará por mi. Miro mi celular cuando se vuelve a iluminar con otra llamada de Raúl. No sé las he contestado ninguna, se que comenzará a preguntar y no quiero entrar en tensión con él o tener una discusión, pero lo llamaré en la noche. Camila me ha mantenido informada de todo lo que ha pasado por acá. Le va muy bien con Luca, eso me da alegría porque ella merece ser feliz. Tomo mi celular y llamo al Jue
Emilio ¿Paciencia? Joder, la cosa más difícil del planeta. Más cuando se trata de Lyla. Solo quiero llevarla a casa, dónde pertenece a ml lado, demostrarle que estuvo equivocada al dejarme, así como está equivocada al querer alejarme. De camino, le tomo la mano y ella me deja, se que le gusta mi toque, aunque se resista. Cuando llegamos, y está por bajarse, no me aguanto y le doy un beso rápido en los labios aunque lo que quiero es comérmela completa. —Ten un buen día, bellizzima. —igualmente. Responde y se baja como si quisiera alejarse rápido, pero sé el por qué, sin embargo eso no me detiene, le mostraré que no debe temer si quiere volver a estar conmigo. Reconozco que fui medio cabrón cuando la obligué a hacer algunas cosas, como sentarse en mis piernas delante de su padre y actuar de forma territorial, como amenazar a su familia, y también obligándola a casarse conmigo, aunque de esa última no me arrepiento. Desde que ví a Lyla la quise para mi, solo no supe cómo manejar l
Lyla Zurco—AceptoMis palabras envían un escalofríos por mi cuerpo, sabiendo que esas palabras, prácticamente son arrancadas de mi boca. Miro al hombre a mi lado, que me observa con sus ojos como rendijas, imagino que creyó que dudaría en el último momento. ¿Cómo dudaría? Si lo que está en juego es mi familia. Si no acepto esta jodida unión, comenzará una guerra entre mi familia y los Italianos. Parece que no tengo más salida, y para los Italianos, siempre se han dado los matrimonios por arreglo. Parece que vivieran en la época de las cavernas. Vuelvo a mirar al frente, y las lágrimas se acumulan en mis ojos, pero me niego a derramarlas. No les daré el gusto de verme sufrir. Por eso respiro hondo hasta que siento que se me pasa. Siento un hormigueo en mi cuello y sé que es Emilio que me taladra con su intensidad, pero lo miraré solo lo necesario, no porque le tenga miedo, sino porque sé que ahora mismo en la iglesia, está el hombre con el que verdaderamente quería estar, Raúl, el
Emilio Ferrer Miro las mejillas sonrojadas de mi recién esposa y mi labio se curva en una sonrisa maliciosa. Sé que no soy capaz de obligarla a estar conmigo de formar íntima, pero estoy totalmente seguro que puedo hacer que ella misma me suplique por hacerlo. Me llevo el vaso de whisky a los labios y doy un sorbo sin dejar de mirarla. Ella es un espectáculo a la vista, nunca fui atraído por las pelirrojas, pero esta me tiene jodido. Desde que la Vi hace unos meses, supe que la quería para mí. Sabía de dónde provenía, todo porque era inevitable la guerra entre los Zurcos y mi familia, y cuando me disponía a atacar, la Vi. En definitiva, ella fue quien salvó a toda su jodida familia. Eso lo deje muy claro a su padre cuando pedí una reunión con el hombre. Apenas comenté mis planes, quería matarme, lo ví en sus ojos, pero fue inteligente porque sabía que no tenía oportunidad contra mi.Y aquí estamos, ahora como familias. No es que esté contento de tenerlos cerca, pero comparten lazo
Capitulo 3 Lyla ¿Que soy una cobarde? Si, un poco. Pero todo es por culpa del jodido italiano que me pone de los nervios. ¿Que le pasa? ¿Cómo se atreve a decir esas sucias palabras y tratarme como si tuviera todo el derecho de hablarme así? ¿Que sus besos me calentaron? Si, lo admito, pero hasta ahí. Es como si viera a cualquier persona atractiva en la calle. Obviamente su físico llamará la atención, pero no quiere decir que le debo entregar mi cuerpo. ¡Me niego! Aún sabiendo que estuvo a punto de joder a mi familia, y soy una zurco, por los míos, hasta mato. Gracias a Dios termina la canción, y es el turno de mi padre de bailar conmigo. Ya no soportaría los comentarios del que ahora es mi esposo. El idiota ese. Tomo la mano de mi padre y le doy una sonrisa para animarlo aunque en sus ojos hay dolor. Comenzamos a bailar mientras mi nuca arde con la intensa mirada de mi marido al otro lado observándonos como Alcón —Te vuelvo a pedir perdón hija— la voz de mi padre está lle
Capitulo 4 Emilio ¡Maldivas! Amo este lugar, y lo elegí precisamente para luna de miel, porque es el sitio perfecto para tentar a esta mariposa. Espero que no sea un castigo para mí, que no me prive de su cuerpo. Echo un vistazo al lugar donde está y aún está enfurruñada por lo que pasó, me encanta hacerla molestar y ponerla nerviosa, llevarla al límite porque sé que en cualquier momento explotará, y cuando lo haga, también lo hará la lujuria. Me encantará domarla hasta llevarla a la cama, estoy seguro de la atracción que hay allí. Ella siente mi mirada porque voltea hasta donde estoy y me frunce el ceño para después desviar la mirada con las mejillas sonrojadas. 24 horas después en las que puedo verla entre dormir y mover su lindo trasero al baño, llegamos a nuestro destino. A pesar de lo que ha pasado entre ambos, me deja ayudarla a bajar mientras mis hombres bajan las cosas de nosotros. Me encanta ver como brillan sus ojos mientras observa todo lo que hay alrededor. Nos esp