NOTA: Muchas gracias a todas las lectoras de esta serie. Mil gracias por sus comentarios y lecturas. Quiero agradecerles por todo eso y las invito a que sigan la historia de José Eduardo Daza y Patricia L`Charme. Esta nueva entrega será aún más impactante, porque el pasado es de cada uno de nosotros, pero cuando los actos cometidos se interponen en el presente, se deben tratar con la verdad. Espero continúen con Es mejor alejarnos.
La fiesta de fin de años donde nos reunimos todos los amigos y familias estaba en su apogeo, mis amigos Cesar y Maju sacaron adelante su matrimonio. Mandaron a la mierda el qué dirán en el caso de ella que puso su felicidad por delante y César se juró a sí mismo jamás volver a fallar. Al menos para ellos que pasaron por pruebas fuertes se armaron de valor para imponer su deseo de buscar la armonía. Me alegra por ellos.Sin embargo, para mí, Alejandro Orjuela cada día que pasa era cargar con una cruz demasiado pesada, hoy entre celebraciones era el día en donde desearía mandar todo a la mierda. Las palabras de Maju taladraban referente a buscar a Dios y vivir en la verdad. —suspiré—. Miré a Ana y a Víctor, seis años y siete meses exacto eran los que tenía de no verlos. —pasé el nudo formado en la garganta con otro trago de whisky.Tenía en mi cabeza que me odiarían… Dejé a su hija casi en el altar, para casarme con otra… ¿Por qué lo hice? ¡¡POR MARICA!! En ese entonces creí que con Vi
Esperaba en algún momento los insultos de quien fue mi suegra, pero esa mirada solo me brindaba calma.—Ay, hijo… Así Víctor, me dé cantaleta, te confieso, dejaste a mi hija muerta en vida.Todo mi cuerpo tembló, hasta el más fuerte se quiebra, solo fui consciente de los brazos de Ana, dejé salir un gemido de dolor arraigado en el alma. Yo soy el único culpable de mis desdichas.—Ahora comprendo la mirada de Víctor, cuando nos vimos en la mañana.—Él te adora como un hijo, así refunfuñe lo contrario. Te reclama el que Virginia no haya vuelto a pasar las Navidades con nosotros en la finca en Montería. Por cierto, hace tres años nos radicamos allá. Vinimos por unos chequeos médicos para él y como Fernanda anda con una llamadera, aproveché a ir a conocer a su gordita y Maju se encontraba en su casa. Por eso estamos aquí. Creo que a tu esposa eso le molestó.—No te preocupes. Las cosas con ella no están bien desde hace seis años. —La mirada de Anita me hizo sonreír—. Seré exacto, desde qu
Menos mal no se encontraba Sandra, porque en este estado quien sabe qué hubiera hecho, jamás la golpearía, pero las palabras también hieren. La ira me consumió, solo era el ego masculino herido y no porque se encuentre besando con otro hombre. ¡Era por la burla en la que caí quién sabe desde cuándo!En mis manos tenía las pruebas de todo, el puto dinero gastado de mi tarjeta de crédito, ese que por castigarme con lo sucedido entre Maju y César, el mismo que era para arreglar el apartamento de su mamá, luego cuando César la confrontó me dijo que la perdonara por la mentira, pero las cosas eran para el apartamento del novio de su mamá.Por estar enferma a punto de morir quería complacerla, ¡y como marica caí! Yo le pagué la remodelación al amante de mi esposa. —La ira me estaba cegando—. Seguí mirando el resto de los papeles. Descubrí la mentira en la enfermedad de mi suegra, ella solo tenía muchas deudas y por miedo salió huyendo para evitar que la mataran, por eso se vino a vivir a la
Bajé del carro más porque necesitaba quedarme solo que por escuchar una misa. Me dirigí al portón, iban a ser las seis de la mañana, vi la banca, al lado de un gran árbol. Era un bello jardín, adoquines que dirigían el camino evitando averiar el pasto.No tenía idea porque me encontraba aquí aguantando frío, debería estar esperado a Sandra para que en la cara me diga la verdad. Sin embargo, al cerrar los ojos, lo primeros que me viene a la cabeza era la mirada de asombro de Virginia… Todos los días de mi vida he lamentado haberla perdido. Después de los dos meses de haberme casado se instaló una eterna tristeza en el alma y supe que era por haberla perdido.Y hoy la vida me restregó el gran error cometido. Como se justifica que me iba a casar con la mejor mujer del mundo y terminé con ella para casarme con una… otra. —apreté las manos en un puño y el dolor de la mano izquierda me alertó de que debía de tener algo fisurado.—¿Quiere un poco de café? —miré al señor con un pocillo en su
Miré a otro lado para evitar que salieran las lágrimas, no puedo llorar, no era el lugar donde me permito hacerlo. Estos años solo en la habitación que compartía con ella era donde podía hacerlo. Del resto en ninguna parte.—El llorar no te hace menos hombre, no muchacho. Tu caso es el de muchos colombianos, se encuentran marcados por el machismo irracional. Dejan ir buenas mujeres, cometen atrocidades por ese errado concepto donde las mujeres son quien deben hacerlo. Olvidando el que todo ser humano tiene derecho a tener, hacer y buscar su felicidad.—Fui a terapia por un tiempo, casi un año, tardé tres para comprender lo que me había pasado. Lo que usted dijo es la cruel realidad. Y ayer…—¿Con lo de tu esposa?…—No padre. Lo de Sandra me es indiferente. Mi ira es porque ayer me encontré con mis exsuegros, la relación con ellos era tan especial. Pude sentir lo mucho, ellos extrañan mi compañía y eso me tiene con sentimientos encontrados. Pude conversar un rato con la madre de Virgin
Eros no me dejó sola desde mi llagada en la mañana, mi pequeño pródigo. Sí, porque mi hijo era un niño genio. A sus casi seis años, ahora en enero los cumple, ya sabía a la perfección cinco idiomas, aparte del árabe, su idioma natal, en el último estudio realizado su coeficiente intelectual de doscientos dieciséis. Por eso asiste a una escuela especial, y puede que muy joven ingrese a una universidad, pero él ha dejado en claro que no quiere eso.Siempre responde; «nací para que todo sé de a su tiempo mamá». Lo que dicen los especialistas era que él les enseñaba a ellos. Si, ha demostrado un interés muy grande por la medicina. Aun así, mi hijo no deja de ser un niño. Y desde hace poco más de un año tiene una obsesión con el mundo espiritual de los ángeles.—¿Ya estás bien mami?—Tengo al mejor futuro médico cuidándome.Su sonrisa era una copia de su padre, como dicen en mi tierra, hijo negado sale pintado. Aunque él no fue negado, fue ocultado y salió duplicado.—En nueve días. —Me pu
Seis años atrás…Ingresé a la oficina bastante sudada, el calor en Santa Marta era insoportable, menos mal el aire acondicionado mantenía el lugar fresco. Era una extraña mezcla entre rolo y costeño. Me encanta la gastronomía de la costa, la gente, la tierra de mi mamá, pero no soporto el calor, eso sí, me encantaba pasar las vacaciones en Montería, donde mis padres tienen la finca.—Arquitecta la llamó su novio. —sonreí al escuchar eso. Tomé el celular y vi que tenía cuatro llamadas perdidas.—Gracias, Yanira, tráeme un rico jugo de lo que encuentres con mucho hielo, me estoy deshidratando. —mi secretaria asintió y salió. Mi novio contestó.—Hola, Belleza. —adoro a este nombre.—Hola, amor, ¿cómo vas?—Muy bien, mi madre llega la otra semana a entregarme la herencia de don Orjuela.La relación de Alejo con su padre nunca fue la mejor, hace años murió su padre, pero tenía la percepción de que fue un alivio en su vida, aunque él no quiera, tenía mucho de su progenitor en versión mejora
Hice puchero como si él me pudiera ver, esperaba la maleta, tenía en la mano el bolso y una caja con las invitaciones y el regalo.—No, pero necesito hablar contigo.—Yo también y por eso estoy recogiendo la maleta, en dos horas debo estar en el apartamento. —Se quedó callado—. ¿Pasa algo, amor?—Nada, solo necesito hablar algo muy importante.—Yo también, lo mío es bastante importante. ¡Ya no veo la hora de verte!—Bien, nos vemos en un rato. —A Alejo lo sentía raro. Tomé la maleta, tomé un taxi y recibí llamada de Maju.—Hola, Virginia. —Dios, mi matrimonio será como el de mi amiga, lleno de amor, de respeto, de armonía.—Hola, Maju.—¿Cuándo regresas? Recuerda que estás próximo a tu matrimonio y has dejado a Alejo mucho tiempo solo.—Lo sé. Te informo que ya renuncié, tengo las tarjetas de mi boda en la mano y ya no me separaré del amor de mi vida.—¡Esa es una gran noticia! ¿Nos vemos mañana? Fernanda quiere mirar que falta, queremos ayudarte.—¿Y Patricia?, ella tiene muy buen gu