Ese día celebraban el primer aniversario de Kenneth, que a estas alturas era todo un rompe corazones graduado. Y es que este al igual que todos los Lombardo era un coqueto consumado y con sus picardías se robaban los suspiros de todos los presentes; era "el encanto Lombardo" como muchos afirmaban de manera jocosa. Y como era la tradición la fiesta sería por todo lo alto, allí se reunieron sus seres queridos y aquellos amigos que obtuvo a lo largo de dos años como integrante de la familia Lombardo.
Los amigos de su esposo junto a sus familias se encontraban allí y las risas infantiles eran el centro de atención de todos los adultos, que de cerca vigilaban que no ocurriese ningún accidente indeseado; nadie deseaba interferir en el ambiente festivo que se respiraba en mansión. Y es que no todos los días se celebra la vida, de eso Abril era consciente y disfrutaba cada pequeño detalle que é
Bueno... Llegamos al final de la historia, intenté darle un cierre más humano a nuestros personajes. Aunque no hablo de un final absoluto, esto debido a que nuestros personajes seran parte activa de la segunda entrega de la saga
Santos tomó un baño de prisa, ya que, faltaba poco para la celebración de la gran final del campeonato de Hockey sobre hielo en Suiza. Un triunfo que lograron gracias a su experiencia, temple y entrega absoluta de todos los miembros del equipo Bears de laNLA.Y es que esa oportunidad no se presentaba todos los días, madrugar a sus anchas y porque no, gozar de muy buena compañía femenina. - Aiden... ¿Dónde rayos te metiste? Vuelve aquí, pequeño bribón - Correteaba en busca de su mascota sin ningún éxito ya que el peludo animal tenía planes distintos, como jugar a las escondidas con su amo, un juego recurrente entre ambos, solo que esta vez Santos no estaba de ánimos y en realidad distaba de tener tiempo - ¿Que te he dicho de escapar? - Preguntó a la nada esperando obtener alguna respuesta o indicio de su paradero - te quedarás en la helada el resto de la noche y no me tentaré el corazón de buscarte un reemplazo mañana mismo. Un llanto canino
Para Bárbara Llorís las cosas no estaban saliendo como realmente quisiera, no.Aun no lograba entender cómo llegaron hasta esa esta triste situación. Era simplemente inconcebible, porque entonces ¿De qué valió tanto sacrificio hecho en su juventud? Dejó todo por ella; su única hija, e incluso arriesgó su vida y hasta su figura por asegurar su futuro ¿Y qué conseguía? La respuesta era obvia: Nada, porque ahora no tenía manera de solventar sus gastos y el imbécil de Gastón no volvería a depositar ni un maldito euro en su cuenta bancaria de enterarse de que "su retoño" se encontraba inconsciente en una Clínica de Suiza.Él siempre había sido un maldito sentimental y llorica, que sería capaz de regresar de América sólo por comprobar que Abril estaba sana y salva en su casa nuevamente. Lo pens&o
Había transcurrido dos semanas desde que tuvo aquella charla con su coach, pese a lo cual aún poseía fuerte dolor de cabeza debido a la maraña de pensamientos que lo perseguían día tras día. Santos se encontraba exhausto en el consultorio de su padre, todo había dado un giro inesperado y ya nada era lo que debía – Pensó buscando el consejo de su padre, Joe Lombardo quien era una excelente persona, un hombre de familia y a nivel profesional de los mejores Ginecólogo y Obstetra del país. Sin embargo, su fortaleza se basaba principalmente en la confianza y el amor que profesaba a su familia, especialmente en aquellos que como él, requerían de uno de sus acertados consejos.Un tiempo atrás había sido su hermano Travis – El menor de los dos – quien estuvo en una si
Dos semanas transcurrieron después de llevarse a cabo la inseminación y ahora todo marchaba sobre ruedas, el embarazo había sido posible y según los cálculos de Joe en 38 semanas aproximadamente tendría lugar el nacimiento del pequeño Lombardo. Nada malo podría suceder o eso era lo que todos pensaban en esos momentos.Una semana después Joe decidió que ya era hora de realizar el primer ultrasonido y conocer a su nieto, el segundo que tendría la fortuna de consentir – Pensó, pese a los nervios de Alina o la euforia de Victoria – su familia estaba a la expectativa y daban gracias a la vida al tener la oportunidad de recuperar el tiempo perdido con Dean, el hijo de Travis; pero en esta ocasión todo sería distinto.Debería avisarle a su hijo sobre la hora del ultrasonido – se dijo a sí mismo – pero antes decidió que debía monit
Santos tenía el mundo de cabeza desde que esa mujer se atravesó en su camino literalmente, y es que era una locura todo lo que su padre le relató apenas horas atrás... Era absurdo, simplemente inconcebible creer que existiera tanta maldad en una sola mujer.¡Maldita fuera! Aún recordaba las palabras de Travis al comentarle vía telefónica sobre la decisión que había tomado, él había dicho.-¡Uff! "Creo que vas a necesitar suerte, si piensas tratar con semejante mujer" - Refiriéndose a la madre de su reciente esposa - y quizás en ese momento no sabía el porqué de su actitud hacia Bárbara.Claro, pero ahora todo tenía sentido - Pensó, hirviendo de la ra
¡No podía ser! Abril estaba histérica, indignada y genuinamente furiosa, sentía lágrimas descender por sus mejillas humedeciendo su rostro, pero nadie podía culparla por reaccionar de esa manera. Era una pesadilla, sí, eso tenía que ser mentira...No le podía estar sucediendo a ella, era una maldita fantasía, si tan solo era una era una niña, en qué cabeza cabría semejante locura ¿Cómo podría convertirse en madre, sin siquiera decidirlo? Maldijo su suerte, nunca esperó que al salir de ese club, su vida daría un giro de ciento ochenta grados. Esta era quizás la mayor locura de todas las épocas, porque ¿Desde cuándo era un peligro ingresar a una clínica y correr el riesgo de ser embarazada sin su consentimiento? ¡Mierda! Parecía el guion de una novela dramática y eso no era todo, no, sino que de acuer
Santos experimentaba una crisis existencial, algo que jamás cruzó por su mente que podría ocurrir y es que, en sus veinticinco años de vida nunca pensó que precisamente él – Y no su hermano – pudiese enfrentar una situación tan... ¿Cómo llamarle? Sí, irreal, esa era la única definición que se le ocurría para tratar de explicar su actual realidad, una que bien podría nombrarse como algo ficticio, por el simple hecho de que solo ocurría en novelas de suspense, no en la vida real y mucho menos a él; un deportista realizado, con un gran futuro prometedor en su medio y para qué mentir, en sus mejores épocas tanto a nivel profesional como familiar.Solo que, ese pequeño detalle le había cambiado la vida completamente, dándole un giro de
Abril se encontraba viendo una revista de maternidad que le había facilitado Joe - sus suegro, por raro que sonase - con el fin de que no se sintiera tan ignorante respecto a su embarazo, pero ella creía que si tuviese su teléfono celular, le sería más fácil investigar sobre ese tema ¡y cualquier cosa que le viniese en gana! No entendía por qué, si se suponía que no era una presidiaria aún permanecía incomunicada con el resto del mundo, ¡es que ni a sus amigas había logrado ver! Y ya las extrañaba como loca, y luego estaba el hecho de que prácticamente la ignoraban deliberadamente -Santos- habían pasado varias semanas desde su llegada a esa mansión y desde ese día, no le había visto nunca más - aunque al principio lo agradeciera- parecía que se lo tragó la tierra, porque ni rastro d