Helena se dejó bañar por Mercedes, quien se notaba un poco triste al ver a su reina con esa actitud, ya que parecía una muñeca descuidada que ya no pensaba ni en cuidarse a sí misma.Con cuidado, la sacó de la tina y la seco.- ¿Qué vestido le gustaría usar hoy majestad?- No se.- Le parece bien este hermoso vestido color azul con blanco – indico ella sacándolo del armario – ya ve que el rey lo mando a hacer especialmente para usted, porque así resaltan más sus ojos.- Casi todos mis vestidos, el los mando a hacer con sus respectivas joyas – opino ella triste.Mercedes solo dejo escapar un suspiro, antes de empezar a ayudar a su ama y con cuidado colocarle el vestido y sus zapatos a juego.- A ver venga, vamos a arreglarla para que lusca hermosa para ver a su nieto.La pelinegra solo hizo una mueca y se dejó sentar frente a su tocador, mientras sentía como empezaban a cepillar y secar su cabello, en silencio.- Ma… majestad – empezo a hablar Mercedes – sabe, su padre tiene razón – op
Los días, semanas y meses comenzaron a transcurrir de forma normal, como siempre, ya que el tiempo no se detiene por nada ni nadie, una lección un poco dolorosa para Helena, quien debió seguir viviendo a pesar de la ausencia de su amado Antonio.Prometió no volver a llorar por su amado, en vez de eso, busco escribir y narrar todas y cada una de las vivencias y aventuras que vivió mirando crecer a sus hijos y nietos, buscando crear nuevos y valiosos recuerdos, los cuales compartiría con su alfa cuando se reencontraran en otra vida.Aunque hubo un momento en donde la fortaleza de ella nuevamente flaqueo y fue cuando tuvo que despedirse de su padre, quien murió de vejez. Todos estuvieron pendientes de ella, incluyendo los mininos, pero tras un día de soledad, busco regresar a ser la misma de siempre para apoyar a sus nietos, ya que ellos lloraron por ella.Era verdad que ella se caracterizaba por ser alguien muy fuerte, pero hasta el más fuerte puede tener momentos donde de debilidad, tr
Como es lógico y común en algún momento de la vida uno se empieza a cuestionar toda su vida y a veces uno cree que esta no es nada justa para uno mismo, siempre pasa algo por lo que piensas y te preguntas ¿porque te tiene que pasar eso a ti? ¿porque no a otra persona? ese era el pensamiento de un par de príncipes en esos instantes, quienes estaban a unas horas de conocerse en persona por primera vez en su vida, pero al mismo tiempo ya aborrecían esa idea porque el otro llegaba para robarles su anhelada libertad, ya que los padres de ambos habían decidido casarlos por el bien del reino.Por un lado teníamos a la princesa omega de nombre: Helena Franco, quien en esos momentos se encontraba en el carruaje de su familia de camino al reino vecino para que el conociera a su prometido, mientras miles de pensamientos pasaban por su mente ya que para ella era un nuevo día... otro día más que debía soportar a todos y a todo, odiaba esa vida... pese a que su padre le dio algunas libertades de pe
Tras una hora de viaje, la carrosa se detuvo dejándole saber a Helena que ya había llegado.Se dejo ayudar por su padre para bajar del carruaje ya que con ese gran vestido a veces le era difícil moverse, al alzar su mirada pudo apreciar el gran esplendor y trabajo arquitectónico empleado en la construcción y decoración del palacio Prats; al pasear su vista por sus alrededores noto que el lugar igual poseía bellos jardines pensando que si tenía algo de suerte y si obtenía el permiso de su esposo, podría buscar un buen lugar con sombra para sentarse a disfrutar la tranquilidad en compañía de un libro; aunque si era realista, tal vez solo podría apreciar el jardín a través de una ventana ya que lo más seguro es que se quedaría confinada en su habitación.Se podía notar que ella no deseaba andar ya que sus pasos eran tan lentos que podrías argumentar que tenía pies de plomo, aunque realmente solo quería buscar una manera de retrasar lo inevitable... algo casi imposible ya que al fijarse m
En la comida se escuchaban las pláticas de todos los preparativos que ya habían hecho para el gran día y al finalizar la comida, la princesa Helena fue llevada por su madre y la reina Prats a una habitación para que escogiera su vestido de bodas y así comenzar con los preparativos prenupciales para el día siguiente.Por su parte Antonio fue regañado por su padre ya que él si noto los gestos que este presento ante su prometida, lo cual se podría considerar una falta de respeto... el castaño acepto ese regaño y pidió perdón hacia su padre y rey, para luego retirarse e ir con su amada Diana; a quien siempre veía en una habitación especial que se encontraba escondida dentro del propio castillo, donde siempre que se veían hacían el amor.- Diana...te quiero pedirte algo – hablo el castaño mientras se recostaban en la cama y sentía como ella se acomodaba sobre su pecho, a la vez que le daba un beso en los labios.- Dime Anton... - hablo ella sonriéndole de forma coqueta.- Quiero que seas m
Los rayos del sol empezaban a colarse por las cortinas, donde el primero en despertarse fue el castaño o esa impresión daba ya que cierta princesa no pudo dormir muy bien. Ella sintió como su ahora esposo se levantaba, escucho como abría la puerta del armario para cambiarse y luego salir de la habitación sin dirigirle palabra alguna.Al verse sola solo se incorporó dejando escapar un suspiro notando que en ese lugar estaría sola y con ello empezaba a extrañar su casa, ya que al menos ahí sus padres le hacían compañía a ratos.Tras cambiarse de ropa ella se fue a sentar junto a la ventana para ver el paisaje; ya que en esos momentos desconocía por completo ese lugar y no le apetecía andar por los pasillos y explorar, porque no sabía cómo reaccionaría su esposo, por lo que solo se limitó a observar el cielo y envidiar a las nubes que pasaban por la ventana.Tras unos minutos alguien toco la puerta donde ella no contesto y solo vio como una chica ingresaba a la habitación mientras hacia
- Eres un buen nido – comento Helena divertida al ver que Pol se acurrucaba para dormir – bueno, ignorando tu escondite especial para ti, ¿porque no me llevas a conocer el lugar que más te guste de este castillo? - pregunto con calma mirándolo a los ojos.- Am… bueno mi escondite especial no es ese lugar que piensas, ya que mi sitio especial es un lugar donde puedo esconderme y evitar a todos – menciono tomándola de la mano para empezar a caminar y guiarla a ese lugar evitando a los guardias que custodiaban la gran biblioteca, a la cual ya había ido ella; pero noto que el alfa la llevaba a un lugar en específico de esa habitación y moviendo unos libros activo un pasaje secreto, donde motivada por la curiosidad siguió al alfa al interior de este notando que la puerta se cerraba a sus espaldas, aunque su atención estaba más enfocada en el interior del lugar ya que este parecía ser un jardín subterráneo, en el cual habitaban varias luciérnagas y en ese momento las flores parecían brillar
Al día siguiente Antonio se levantó temprano como era su costumbre y busco despertar a la pelinegra, acariciando su cabello y mejillas.- Despierta dormilona – le llamo.- Hm... – ella gruño molesta abriendo los ojos y ahogando un bostezo - ¿porque te levantas tan temprano? - se quejó mientras restregaba su ojo con su mano derecha, mientras buscaba volver a acomodarse para seguir durmiendo - ¿es necesario que te levantes tan temprano?- Yo tampoco quisiera hacerlo, pero mi madre y mi padre nos mandaron hablar para desayunar con ellos.- No ha venido nadie a avisarnos – se quejó la pelinegra acomodando sus sabanas para buscar dormir un poco más.- Es que se me olvido comentarlo ayer, me lo dijeron en que me vieron que baje a desayunar – confeso divertido mirando que ella buscaba seguir durmiendo, por lo que con cuidado busco moverla para cargarla a la vez que le daba un beso en su mejilla para alzarlo – bueno, como veo que no quieres cooperar tienes dos opciones – hablo divertido dándo