Capítulo 531
Su tono, lleno de desaliento, no pasó desapercibido. A Alejandro no le gustó nada.

—Mónica, no quise decir eso.

—Lo sé. —Ella notó su disgusto y bajó un poco la vista—. En realidad, estoy decidida a cooperar con todo el proceso de curación. Haré lo que sea necesario.

—Eso está muy bien —asintió Alejandro.

Pensó que había sido demasiado brusco; después de lo que Mónica vivió, era normal que estuviera sensible.

—Discúlpame por hablarte así. He estado un poco rígido.

—No pasa nada —respondió ella con una sonrisa conciliadora y, cambiando de tema, preguntó—. ¿Tienes idea de qué flor sembré?

—¿Cuál es?

A simple vista, en la tierra no se veía nada.

—Son semillas de flor de mariposa —comentó Mónica, mirando las macetas donde ni siquiera habían brotado retoños aún—. ¿Recuerdas cuando el jardín estaba lleno de estas flores?

Alejandro lo recordaba, claro que sí. Era imposible olvidar aquel jardín repleto de flores de mariposa y a la chica que corría tras las mariposas… Esas imágenes jamás se hab
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