Capítulo 480
—No es eso… —trató de aclarar Luciana. Pero Leticia la cortó con un ademán brusco.

—¡Entonces, basta de pretextos! Hazlo de una buena vez. —Le aventó el folder a las manos—. El archivo lo quiere en menos de una hora y tengo planes, no puedo quedarme. Me voy.

—Espere, doctora… —Luciana llamó, pero Leticia se marchó sin volver la vista atrás.

«Sosteniendo aquel expediente ajeno, Luciana suspiró con resignación. ¿Qué alternativa tenía? Tendría que hacerlo ella misma.»

Justo entonces sonó su celular. Alejandro.

—¿Sí? —contestó.

—Estoy abajo, en la entrada del hospital. ¿Bajas ya?

Luciana miró el fajo de documentos que le habían endilgado:

—Aún no termino. Tardaré un rato más. No me esperes. —Sin aguardar respuesta, cortó la llamada.

Alejandro, al otro lado, se quedó mirando su teléfono con el ceño fruncido, reprimiendo las ganas de estrellarlo contra la pared. «¿Pretende que me resigne?» No, si Luciana no puede subir, él baja. No pasa nada.

Con pasos decididos, ingresó por la puerta de Eme
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