Capítulo 485
—Por favor, ya basta de juegos. Hasta aquí llegué —dijo, poniéndose de pie y agarrando su bolso.

—¡Luciana! —Ricardo, desesperado, la sujetó de un brazo—. No te vayas.

Lo había intentado de buena manera, y aun así su hija se negaba a recibir nada de él. De pronto, se dio cuenta de que Luciana lo odiaba. Lo odiaba a muerte.

Entendió que suplicar ya no funcionaría. Ricardo apretó los dientes y lanzó una risa amarga.

—¿De verdad te irás así? ¿Estás segura?

—¿Qué quieres decir? —Luciana lo miró con sospecha.

—Me queda poco tiempo de vida. Si no tomas la casa y el dinero, todo acabará en manos de tu tía Clara y de tu… “hermanita” —advirtió, subrayando cada palabra.

Luciana se quedó helada. Eso le tocaba el punto débil.

Ricardo prosiguió:

—Tu madre me apoyó desde cero cuando inicié mi negocio. Toda mi fortuna tiene que ver con el esfuerzo que ella hizo a mi lado. ¿De verdad vas a renunciar a lo que legítimamente te corresponde?

Luciana guardó silencio y sintió cómo su corazón se encogía de r
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP