Capítulo 44
—¿Eh? —Mónica se percató de la mesa puesta, con dos juegos de cubiertos frente a frente—. ¿Esto es para alguien más?

Alejandro no había anticipado su visita, así que Mónica sabía que la mesa no estaba preparada para ella.

Un molesto malestar comenzó a crecer dentro de Alejandro. Con un tono algo seco, respondió:

—Iba a cenar con Sergio, pero tuvo que irse por un asunto de última hora.

—Oh. —Mónica se tranquilizó al instante. Por un momento había sospechado que podía haber otra mujer, pero claro, era imposible. Si Sergio estaba involucrado, no había nada de qué preocuparse. Con alivio, se sentó en una de las sillas.

—Comer solo es aburrido, así que me quedaré contigo. —Luego, al ver que él no se movía, lo apremió—: Siéntate ya.

—Está bien —respondió Alejandro, aunque sus movimientos eran torpes, como si cada paso le pesara.

Mientras se sentaba, Mónica notó la pintura apoyada contra la pared—la misma que habían visto en la exposición esa mañana. Recordó que Alejandro había dicho que era
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo