Capítulo 335
—Ni una sola palabra —advirtió el desconocido.

—De acuerdo —susurró Luciana, intentando mantener la calma.

—¿Tú eres la esposa de Alejandro Guzmán?

—Sí.

Luciana lo admitió en voz baja, preguntándose en silencio si esto estaba sucediendo por culpa de los enemigos de Alejandro… Recordó que él tenía adversarios peligrosos, del tipo que no se anda con juegos.

—Tu vientre… ¿de cuántos meses estás?

El ceño de Luciana se frunció aún más. Aquel tipo conocía bastantes detalles, incluida su gravidez.

—Cuatro meses —respondió, pensando que justamente ese día cumplía las dieciséis semanas.

—Perfecto —murmuró el agresor con un deje de satisfacción.

Detrás de ella, Luciana notó un cambio de postura. Alzó la mano y le mostró un trapo o toalla impregnada de algo. Su instinto de doctora la alertó al instante: ¡era un fuerte olor a éter! En el segundo en que el paño rozó su rostro, Luciana contuvo el aliento, cerró los ojos y se dejó caer al suelo.

La persona la sujetó con rapidez, y con habilidad le cu
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