Lissa KemplessLuego de mi llegada a la casa de mi tía Marieh, y del descubrimiento sobre mi madre, y después de haberle preguntado a ella sobre lo que vi y de haberme negado conocer algo, comí en silencio, ella salió un momento, cuando regresó se veía nerviosa.—¿Qué ocurre tía? ¿Pasa algo? —preguntó y negó con la cabeza.—No es nada mi niña, cuando termines de comer, si quieres algo más me dices —yo asentí, aunque no creía que iba a querer algo, todo lo contrario estaba luchando por no devolver lo que me había comido.Luego de ese momento incómodo con mi tía, terminé mi comida lo más rápido que pude, a pesar de sentirme un poco mal por la tensión en el ambiente, estaba ansiosa, por eso caminé de vuelta a mi habitación, corrí a buscar en mi bolso las fotografías que había encontrado, pero cuando lo hice no estaban.—No puede ser —dije y saqué todo el contenido del morral, busqué debajo de la cama, en las gavetas y no los encontré, es como si todo hubiese sido producto de mi imaginac
Lissa Kempless.Salí del consultorio médico con la mente llena de preguntas. A pesar de que una parte de mí deseaba huir, alejarse de todo lo que estaba ocurriendo, sabía que había algo que no podía ignorar: tenía que contarle la verdad a Gregory. Él merecía saber que iba a tener un hijo y ese niño o niña tenía derecho a conocer a su padre. Además, debía conocer la verdad de lo que le había ocurrido a mi madre, decidí regresar a la casa de mi tía Marieh, cuando entré, me di cuenta de una nota en la mesa de la mesa de centro en la casa que me dejó mi tía.“Querida sobrina, siento ausentarme, pero hay cosas que debo resolver, nos vemos mañana. Tu tía Marieh”.Releí la nota, y no pude evitar sentir una corazonada, una intuición de que algo no estaba bien, no sabía que era, pero no me gustaba esa sensación.Enseguida pensé que como mi tía se había ido, quizás podría aprovechar la ocasión para revisar la habitación, tal vez encontraría algo importarte para dar respuestas a mi pregunta.Cu
Lissa Kempless.Gregory se aproximó rápidamente hacia mí, como si el tiempo se hubiera detenido por un momento y solo existiéramos los dos. Corrió hacia mí y me envolvió en un abrazo tan cálido y reconfortante que por un instante olvidé todo lo que estaba sucediendo a mí alrededor. Sentí su aroma, la familiaridad de su abrazo, y todo se calmó.—Lissa, por fin te encuentro. Lo siento mi amor, por creerle a tu padre, me sentí herido y fue después cuando fui a buscarte que me di cuenta de la verdad que habías huido y que todo había sido una trampa suya. Estaba tan preocupado, te he buscado por todas partes. ¿Estás bien? —dijo, apartándose para mirarme a los ojos, tomando mi mejilla con su mano, mostrando una evidente angustia en su rostro y un profundo amor.Sentí cómo sus palabras y su preocupación me conmovieron profundamente. Quise responder, pero las palabras se atascaron en mi garganta, mi corazón latía con fuerza, y solo asentí con la cabeza, incapaz de encontrar las palabras adec
Gregory JacksonLos empleados miraban con sorpresa y alegría la escena que se desarrollaba frente a ellos. Entretanto, yo seguía gritando con emoción mientras algunos de ellos se acercaban con sonrisas y felicitaciones, contagiados por mi energía contagiosa. Algunos reían, otros murmuraban entre sí, pero todos parecían compartir la alegría del momento.Lissa me miraba atónita, se cubría la boca mientras se reía, sin poder creer la reacción que había provocado en mí la noticia. Regresé a la oficina emitiendo unos gritos y sin poder contener la sonrisa e invité a Lissa a entrar, cuando lo hice cerré la puerta tras de mí, me giré y la abracé, mientras escondía mi cabeza en su cuello. —Lo siento, si te parecí un loco. Es solo que... es una noticia tan increíble, Lissa. No puedo contener mi felicidad, es como un sueño ¿Sabes lo que significa para mí ser padre de tus hijos? —expliqué, intentando disculparme por mi efusividad.Ella sonrió, con una mezcla de sorpresa y emoción por mi alegr
Lissa Kempless—¿Qué? ¿Mi hermana? —exclamé visiblemente impactada, mirando a la mujer frente a mí con una mezcla de incredulidad y emoción, aunque una parte de mí se negaba a creer lo que estaba escuchando.—Eso es lo pensamos, porque Emma es hija de Emerith, tu madre —explicó Tarah, manteniendo la calma y tratando de hacer comprensible la noticia—, por eso es necesario que le practiquemos una prueba de ADN.Yo me quedé sin aliento mientras veía los ojos de Emma bañados en lágrimas, tratando de procesar la revelación que acababa de escuchar. No podía apartar la mirada de Emma, analizando cada rasgo de su rostro en busca de similitudes con los míos.—¿Cómo es posible? —pregunté con la voz entrecortada por la emoción y el asombro, estaba tan impactada que no podía ni procesar lo que decía —. Siempre creí que era hija única, nunca supe de la existencia de una hermana ¿Cómo es esto posible? ¿Eres hija de mi padre? ¿De Stiller Kempless? Pregunté mientras miraba a Emma, mirándome con una
Emma LeytonNo pude evitar quedarme paralizada ante la actitud de Lissa, por un momento me sentí despreciada, sin embargo, una parte de mí la entendía, descubrir que habías sido producto de una violación no debía ser fácil, yo de estar en su lugar, tal vez estaría más alterada que ella.El novio de mi hermana tenía una expresión de preocupación en su rostro, iba a salir detrás de ella, pero yo lo detuve, tomándolo por el brazo. —Por favor, espera, no vayas, deja que sea yo quien hable con ella —pedí en tono suplicante.Al principio vi la duda en su expresión, pero al final accedió.Tomé la fotografía que se había caído y el diario y salí corriendo detrás de ella, la busqué en el jardín trasero y allí la encontré, sentada en el césped, abrazando sus piernas, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.Me acerqué a ella de manera silenciosa, o creí no haber hecho ruido, pero cuando ella alzó la mirada, se dio cuenta de mi presencia, pensé que iba a huir, pero se quedó allí, sin dec
Michael HallCuando salí del médico con el informe en la mano, decidí colocar la denuncia, no estaba dispuesto a dejar eso así, sobre todo, porque estaba en riesgo mi credibilidad con la mujer de mi vida, no quería perderla.Mientras esperaba un taxi para ir a la estación policial, mi celular repicó, vi que se trataba de mi hermano Zucker, pero estaba tan molesto con él que me negué a atenderle, sobre todo porque seguramente contactarme con él, sería tener en mi presencia a Bárbara y Suzanne y no quería verlos.Sin embargo, segundos después me sorprendí al ver a mi hermano estacionarse frente a mí, con la ventanilla abajo, me di cuenta de que tenía la cara hinchada producto del puñetazo que le había dado y por un par de segundos sentí remordimientos, aunque luego pensé que lo tenía bien merecido.—¡Súbete! —me ordenó.Miré hacia el interior del vehículo y él bajó los cristales para que viera hacia el interior, cuando me di cuenta de que estaba solo abrí la puerta y me subí, pero sin
Michael HallMe mantuve a la expectativa, esperando que mi hermano respondiera la pregunta del oficial.—Señor agente, puedo hacerle una sugerencia, debería ordenar a hacerle un análisis a la señorita y con eso determina si fue drogada o no, y mientras tanto aquí están los resultados de mi análisis y mi hermano ya le dio los suyos… no le voy a decir cómo hacer su trabajo, pero es su responsabilidad investigar —respondió mi hermano con determinación, apartándose la mano y alejándose del toque de Bárbara.La expresión del agente cambió ligeramente, parecía considerar la nueva información. Miró los análisis toxicológicos que sostenía en sus manos, mientras se mantenía en silencio, quizás meditando las palabras de ambos lados.—Señor Hall, tenga la plena seguridad que vamos a investigar, señorita, debe someterse a unos análisis para determinar que efectivamente fue drogada —sugirió el oficial, manteniendo una actitud seria y profesional.En ese momento Bárbara se enojó y se paró en frente