Culminación de la saga de Carixis, en esta segunda entrega el romance interplanetario entre Rupert y Kriggs se complica al afrontar las intrigas políticas y la inestabilidad en la Afiliación con grupos extremistas y separatistas que amenazan la unidad, al tiempo que fuerzas oscuras y sociedades secretas urden desde las sombras. Mientras el capitán Zílog se encuentra en una misión secreta en la Zona Inexplorada en busca de la última Esfera Perdida, los que se quedan atrás deben lidiar con la amenaza implacable de los oscuros.
Leer másCarixis, sede del Consejo Galáctico. Día 9 del Mes 12 del Año 2105 D.A.—La mayor concentración de naves oscuras jamás detectadas se aproximan a Carixis —explicó con preocupación Rupert—, nuestros satélites espías han contabilizado hasta tres millones. Están acompañadas de los devoradores y de lo que parece ser una facción disidente del Panal.—¿El Panal? —preguntó Arsala intrigada.—Tras la última derrota al parecer un sector de su colectivo se alió al Planeta Oscuro —explicó Rupert—, nuestros expertos creen que se debe a que consideraron a los oscuros una civilización digna por haberlos vencido. A nosotros no, a pesar de haber contribuido a la derrota. Los últimos reportes muestran que la derrota del Panal causó estr
Nave WalhallaDía 7 del Mes 12 del Año 2105 D.A.Zílog hacía el amor con Cheng. La hermosa humana oriental se encontraba sobre el capitán brazzky a horcajadas.Súbitamente, Zílog observó horrorizado los ojos de Cheng, volviéndose negros totalmente, y contempló con repugnancia como un tentáculo largo y negruzco emergía de su boca y le aferraba el cuello estrangulándolo.—¡NO! —gritó Zílog y se despertó de golpe en la cama, sentándose agitado y respirando entrecortadamente. Estaba desnudo, y a su lado yacía Cheng, desnuda también.Zílog se recostó de nuevo e intentó conciliar el sueño.Es justo entonces que una gran iluminación pareció invadir su cuarto. Él y Cheng se despertaron extr
Nave Walhalla—Por lo que pude dilucidar —dijo Velkhar con una bolsa de hielo en la cabeza, mientras hablaba con el resto de los oficiales en la sala de reuniones— son una especie muy antigua y avanzada, que ha estado encerrada en éste lugar por más tiempo del que fui capaz de concebir. Sus conocimientos científicos son mucho más desarrollados que los nuestros. Sin duda, pueden ayudarnos a escapar, pero creo que sólo lo harán si los ayudamos a ellos.—La pregunta es si son confiables —dijo Kerozt. —Si los exiliaron en éste infierno deben haber hecho algo muy malo.—No importa que hayan hecho —comentó Zílog— nadie merece un castigo como éste. Además, ¿qué tal si eran disidentes políticos enviados aquí por una dictadura tiránica?—¿No tienes
Nave Walhalla—No entiendo que pasa, señor —dijo Cheng a Zílog en el puente. La totalidad de la tripulación de alto rango se había despertado, uniformado y llegado al puente para analizar la crisis. —La nave no detecta nada, nada en absoluto alrededor. Ni siquiera la más minúscula partícula de luz.—Némesis —dijo Zílog al oscuro reformado. —¿Por qué te opusiste tan fehacientemente a que entráramos a la Nebulosa? ¿Es esto una trampa de los oscuros que conocías?—No. No es algo que tenga que ver con mi pueblo. Sentí... un presentimiento extraño. Un... temor aprehensión inexplicables.—¿Puedo hacer conjeturas científicas? —preguntó Velkhar.—Por favor. —Respondió Zílog.&mdash
La Zona InexploradaDía 3 del Mes 12 del Año 2105 D.A.Año y medio había transcurrido desde que la Walhalla comenzó su misión en la Zona Inexplorada. La nostalgia comenzaba a hacer mella entre los tripulantes por sus familiares y amigos.Durante los últimos seis meses casi no habían tenido ninguna emoción importante y se habían limitado a patrullar las extensas áreas de la Zona Inexplorada. Siguiendo el rastro de los antiguos guardianes que escondieron la Esfera Perdida en algún lugar, encontraron solo mundos deshabitados desde hace milenios y civilizaciones primitivas sin desarrollo tecnológico.Sin embargo, esto estaba por cambiar.Némesis se despertó súbitamente a altas horas de la madrugada. Un febril terror se había apoderado de él. Se levantó de su cama y
La Zona InexploradaLos esclavos rebeldes libraron una feroz batalla contra los cerdos, lagartos y cíclopes al servicio de Vosh. No obstante, hasta hace poco los rebeldes libraban sus batallas sólo armados de lanzas y flechas contra las armas láser de los monstruos de Vosh, y ahora, la Walhalla les había suministrado armamento de alta tecnología. De tal forma, que los cerdos, lagartos y cíclopes fueron ultimados uno a uno, hasta que los pocos sobrevivientes huyeron a internarse en la selva, corriendo entre los cadáveres ensangrentados de sus congéneres.Los rebeldes celebraron y liberaron a los demás esclavos de sus cadenas.Al entrar en el palacio, encontraron a Sashak sentada en el trono, con Némesis a su lado (quien ahora era un oscuro de nuevo).—¿Dónde está Vosh? —preguntó Ikhi, quien tenía a Z&
Sistema CarixisLa crisis con la epidemia se había salido de las manos. Por las calles deambulaban los infectados de todas las especies, furiosos atacando todo lo que encontraban a su paso. Oleadas de miles de personas que parecían una horripilante marejada de gentes enloquecidas.Extrañamente, los infectados no se atacaban entre sí...Las avenidas y calles pululaban de figuras maniáticas, quienes destruían vehículos, edificios, vitrinas, y todo a su paso, provocando incendios y destrucción.Las personas sanas se refugiaban aterrados como podían, generalmente en sus casas y lugares de trabajo, pero muchas veces, la ira encarecida de estos locos era capaz de remover puertas, portones y demás medios de protección, adentrándose al lugar para luego asesinar horriblemente a las infortunadas víctimas.Rupert contemplab
Sistema CarixisEn cuestión de un día, la terrible plaga se había propagado por todo Carixis, y los diversos miembros del Consejo debieron unir esfuerzos para hacer frente a la pandemia.—Debe tratarse de guerra biológica por parte del Planeta Oscuro —decía el médico 200 a Rupert mientras atendía a una larga hilera de enfermos de todas las especies en el suelo de los pasillos del Hospital General de Carixis, donde no cabrían más pacientes. Salvo por los androides y los cártagiks, el resto del personal no infectado se cubría con trajes herméticos —Es una vieja táctica de guerra. Te agota los recursos médicos, personales y financieros, pero especialmente, golpea la moral...—Según nos reportan —dijo Rupert— hay brotes de la Plaga en la Tierra, Kinsoha y Brazzky, así como en Xirg&oacut
La Zona InexploradaMientras dormían plácidamente, hubo un retumbe en las cavernas que los despertó de súbito. Los tripulantes contemplaron a sus anfitriones asustados correr de un lado a otro.—¿Algún insecto? —se preguntó Zílog. Pero pronto, descubrieron que el sonido que retumbaba en las cavernas era el típico de cañonazos fotónicos.—¡No puede ser la Walhalla! —adujo Cheng.Un extraño gas tóxico se adentró en las cavernas. Zílog y su personal intentaron ponerse rápidamente las máscaras de los trajes, pero fue inútil, pronto sucumbieron al gas y perdieron la consciencia.Al despertar, ya era de día. Una especie de seres monstruosos similares a cerdos antropomorfos, de cuerpos rechonchos que no medían más de metro sesenta y que disp