Amy
— Eres una mujer tan valiente. Has pasado por tanto, pero eres una guerrera, nunca nos has decepcionado — Mi madre acariciaba mi rostro, mientras veíamos hacia el mar. La brisa en nuestros rostros nos daban paz. Mi padre estaba a mi lado derecho, mientras que ella en el lado izquierdo.
— Me encanta estar aquí y no quisiera irme. — pronuncié
— A nosotros también nos encantaría — Dijo mi padre — Pero debes regresar, te esperan tus amigos; Lucia, Thiago, Alec y hasta Adam. No puedes abandonarlos.
Mi padre tenía razón, aunque quisiera estar en este lugar con ello no podía abandonar a mis amigos.
Amy cuatro meses después... — ¡Se estámoviendo! ¡Lucía el bebé se está moviendo!— Decía emocionada. Tenía mi mano sobre el vientre de Lucia. Tenía cinco meses de embarazo y ya se podían sentir sus movimientos, lo cual erizaba mi piel. Esto era verdaderamente un milagro de la naturaleza humana. Como de algo tan insignificante, podía formarse un ser humano. Aún recuerdo cuando Lucia llegó hasta su padre y contarle la verdad. Yo la acompañe en ese momento. Alec quería asistir, pero Lucía lo impidió. Aún recordaba quedurante todo el camino, ella estaba realmente nerviosa. No sabía cuál sería la reacción de su padre. Al final su reacción fue todo lo contrario a lo que Lucia pensaba. El Señor Fox, casi mandaba a comprar una casa solo para el
— No puedo creer que el día más importante de tu vida, llegues tarde— Lucía me regañaba, ya que había llegado era tarde parala ceremonia.— Tú tienes la culpa, por hacer una fiestael día de ayer. Estoy de cruda, pero mis nervios son tanto que se ha esfumado de mi cuerpo.— Déjate de ver tanto en el espejo, vas a romperlo.— ReclamóLucia— Lucia, este día no es cualquiera. Es uno de los más especiales de mi vida, el cual nunca se volverá a repetir.—¿Estas segura que no se volverá a repetir?— Estoy segura Lucia... Matt nos espera,
— Acaso te has visto en el espejo, no solo eres fea, eres huérfana. Nadie en este mundo te quiere. — ¡Eso es mentira! — respondí — ¡Alguien vendrá a mi vida y me querrá tal y como soy! — Eso no te lo crees ni tú misma, ¡No te das cuenta de que ni Dios te quiere
¡Hola! Soy Amy Wilson y voy a contarles parte de mi historia, a los 14 años mis padres fallecieron en un accidente de vehículo, en ese momento sentí que mi mundo se venía abajo, lo único que quería era que mi corazón dejará de latir para irme con ellos, pero eso no era posible debía enfrentar el dolor que vivía en ese momento, fueron los días más horribles de mi vida.
—¡Wow! ¡Esta preciosa amiga! — Expresó Cami.Me vi por el espejo y realmente era otra persona, llevaba puesto un vestido rojo, un poco arriba de la rodilla, ajustado a la cintura, cuello en ve y parte de la espalda descubierta, mi cabello estaba totalmente lacio, sin anteojos y maquillaje en el tono perfecto.— ¡Eres genial! — Exclamé a mi amiga, realmente era otra persona. Sentí una mano fría, que tocaba mi mejilla, pasaba por mi hombro hasta llegar a mi brazo. Me asusté, pero no hice ningún movimiento. Me encontraba de lado viendo hacia la ventana y alguien estaba detrás de mi tocándome con una mano fría.— ¿Quién eres? — Dijo una voz casi en susurro, era una voz masculinaEstaba espantada y no sabía que iba hacer, así que decidí que me daría la vuelta rápidamente y le daría un golpe y saldría corriendo. Conté hasta tres mentCAPÍTULO 3
Desperté por el sonido insistente de un móvil, en ese momento recordé lo que había pasado, quise moverme, pero sentí un fuerte brazo que rodeaba mi cintura. Me moví y logré quitarme el brazo, tratando la manera de no despertar al chico.Escuché nuevamente el sonido del móvil y logré localizarlo en la oscuridad, era el teléfono que Camila me había entregado. Me acerqué a tomarlo porque si seguía así iba despertar al chico.Lo tomé — Hola— Respondí en un susurro.
Empecé abrir mis ojos debido a los rayos de sol que entraban por la ventana de mi habitación, parpadeé varias veces para acostumbrarme a esa luz tan resplandeciente. Busque mi reloj para visualizar la hora ya que siempre era la alarma la que me despertaba.Estiré uno de mis brazos cerca de la mesita de noche para tomarlo. Casi me caigo de la cama de la impresión ¡Eran tardísimo!Me quité las sábanas y me moví rápidamente para salir de mi habitación y ver si mis primas aún se encontraban en casa. Talvez mi reloj no tenía bien la hora.