Hombres lobos, son unas criaturas bastante fascinantes desde mi punto de vista, para muchos son seres que merecen ser alejados de los asentamientos humanos y de preferencia, no tratar con ellos ya que tienen muy mala fama de ser explosivos y de mal carácter. Yo nunca he conocido a uno, así que no sabría decir si esto es cierto o no y no puedo negar que tengo ganas de conocer a uno. Algunas de mis conocidas han creado un aura de misticismo y erotismo alrededor de estos seres ¡Y NO ES PARA MENOS! porque otra de las cosas que se dicen de ellos, es que sus hombres son todos unos dioses en la cama; Pfff... desde mi punto de vista, lo que me llama la atención de ellos es la forma en cómo pasan desapercibidos para nosotros los humanos si así lo desean, además de que son demasiado longevos.
En el caso de mis padres, ellos les tienen terror y entran en pánico cuando escuchan que hay un clan está cerca del reino, su miedo no es simple fundamento, sino que... hace muchos años atrás, la pequeña aldea en donde vivía antes, se vio atacada por un grupo de salvajes, afortunadamente fueron unos de los supervivientes que lograron escapar, en ese tiempo yo era una recién nacida.
Mientras huían, uno de los salvajes los estuvo persiguiendo como un animal rabioso, afortunadamente lograron llegar al siguiente pueblo en donde buscaron refugio, pero a la mañana siguiente, el pueblo fue evacuado y los que vivían ahí fueron enviados al Reino de la Luna, ya que, mis padres en medio del pánico, se adentraron en los territorios del Rey Alessio, un hombre lobo. Para su mala suerte, ellos no podían irse a otro lado ya que no tenían recursos, además de que mi madre me sostenía entre sus brazos con tan solo tres días de nacida.
Afortunadamente, su rey es demasiado benévolo que les ofreció refugio y recursos a los recién llegados, con esto, mis padres pudieron volver a tener una casa y su pequeña granja. Pese a todo esto, ellos todavía se muestran temerosos de los hombres lobos, espero algún día puedan perdonarlos o como mínimo, que no juzguen a todos con la misma vara.
Mientras andaba por el mercado haciendo un mandado de mi madre, escuché a algunas mujeres cotillas que decían que el reino de Solem está en un punto bastante delicado, ya que su nuevo rey, Dorian, es un hombre con una fuerte debilidad por las mujeres y cada tanto tiempo manda a llamar a las jóvenes de su reino. Me siento muy afortunada de no estar en ese lugar, aunque claro... tengo entendido que el rey Alessio pronto va a llamar a las jóvenes también, en busca de una consorte o esposa.
Termino de comprar todo y regreso a casa, como era de esperar, mi madre está muy alterada por la noticia, ella discute con mi padre y le enseña un pergamino, al parecer, un guardia real lo ha traído. Madre camina de un lugar a otro por la pequeña sala de la casa, mi padre se sienta en una de las sillas y escucha con atención las quejas de su esposa, mientras ellos hablan del tema, yo voy a la cocina a acomodar todo lo que traje.
—¡Yo no sé cómo funcionan las relaciones de esas criaturas, pero no voy a dejar que se lleve a mi niña! Imagina que podría hacerle una bestia como él y no lo digo por ofender, lo digo enserio... se rumorean cosas terribles sobre el apetito sexual del rey Alessio y me preocupa.
Al escuchar esto, no puedo evitar soltar una risa nerviosa mientras niego con la cabeza, seguramente no es tan malo como ella piensa y lo que en realidad habla son sus miedos, no su razonamiento. Escucho como mi padre resopla con fuerza, ese hombre le tiene una infinita paciencia a su esposa, de eso no hay duda alguna.
—Querida ¿Qué quieres hacer? No podemos esconder a la niña, sabes que tienen un excelente olfato, tampoco podemos enviarla a otro lado, no tenemos dinero.
—Lo sé, lo sé... pero...
Decido dejar a mis papás hablar tranquilamente, sirve que me tranquilizo yo también, que me he puesto demasiado nerviosa con todo lo que he escuchado. Salgo de la casa y me voy a los establos a ver a los animales, necesito despejar mi mente y tratar de no pensar en lo que puede ocurrir cuando los guardias vengan.
El resto de mi día transcurre de forma cotidiana, ayudando a mi madre con las labores del hogar, limpiando el patio, entre otras cosas, para cuando la noche cae, me siento muy cansada y agotada, además de sudada y pegajosa, me siento asquerosa. Como todas las noches, me doy un merecido baño para después arreglarme e ir a la cama.
Cuando mi cabeza toca mi almohada, casi al instante cierro los ojos, se siente tan bien por fin poder descansar después de un arduo día de trabajo, una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro y un sentimiento de satisfacción y realización se apodera de mí. Si, hoy fue un excelente día.
Sin previo aviso, mi sueño se ve interrumpido por un fuerte estallido, del susto, me he caído de la cama, casi al instante me siento en el suelo y reviso mi alrededor, encontrándome con la mirada de angustia de mi madre, eso solo significa una cosa.
Me levanto del suelo y camino hacia ella, la tomo de las manos y luego le doy un fuerte abrazo, algunos sollozos se le escapan y se niega a soltarme, pero le digo que tengo que ir, que lo que menos necesita nuestra familia es que el rey se enoje con nosotros y nos haga la vida miserable por desobedecer sus órdenes. Estando más tranquila, me suelta y asiente un poco con la cabeza.
—Arreglate, que te están esperando abajo— Murmura con voz apagada y melancólica. —Me han dicho que no necesitas llevar nada.
Asiento con la cabeza y me empiezo a arreglar lo más rápido que puedo, pero todavía tengo el cerebro medio dormido, así que me es difícil elegir un vestido adecuado para ver al rey, de lo agobiada que me sentía, cerré los ojos y el primero que tomé fue el que me puse, luego me arreglé lo mejor que pude mi cabello y salí de mi habitación lo más rápido que pude.
Llego a la entrada de mi casa y veo a un par de guardias parados, al verme, me piden de forma amable que los siga y eso hago. Trago saliva con dificultad y mis manos me tiemblan, mi cabeza me da vueltas y más cuando subo a la hermosa carroza.
Estando dentro, me sorprendo a ver a varias mujeres de mi edad, ellas también me voltean a ver, pero solo de reojo y vuelven a perderse en sus pensamientos, bajo un poco la mirada y tomo asiento a lado de una chica de cabello castaño. Estando a su lado, escucho como dice algunas palabras entre dientes, se le escucha bastante molesta, es mejor no dirigirle la palabra ahora mismo.
La carroza se pone en marcha y el suave movimiento hace que me mesca un poco en mi asiento, de momentos choco un poco con la chica que está a mi lado, pero parece que esto no le importa y sigue sumergida en sus pensamientos, menos mal, no necesitamos crear un conflicto dentro de este pequeño espacio, en especial estando todas tensas.
El transporte se para un par de veces y otras mujeres suben, lo bueno es que todavía queda espacio. Al final, termine sentada a lado de la ventana, apretada y un poco incómoda, para mi mala suerte, la chica que está a lado de mí huele extraño, en algunas ocasiones arrugo la nariz de forma disimulada, no quiero ofenderla.
El camino hacia el palacio es aburrido, estresante y muy incómodo, tengo ganas de romper el hielo y tratar de conocer a las mujeres que están aquí, pero nadie tiene cabeza para entablar una amistad en estos momentos. Sin saber que más hacer, recargo mi cabeza contra la ventana y miro hacia el cielo, esperando a que todo esto sea un mal sueño y que cuando despierte, estaré en mi cama con mi madre gritándome desde la cocina diciéndome que ya es hora de empezar el día.
Alessio.La noche anterior.Estoy harto de despertar todos los días solo, últimamente ninguna de mis amantes me llena como antes y eso me frustra aún más. Como todas las noches, me encuentro en mi habitación con mi amante predilecta, Silva.Ella es una mujer muy hermosa, arrebata la mirada de cualquier persona que la vea, su cuerpo está muy bien definido, además de que sus atributos son muy generosos. Cada vez que la embisto, sus perfectos senos rebotan una y otra vez, su piel es suave y tersa, sus labios son carnosos y rosados, muy apetecibles.Una vez que hemos terminado, me tumbo sobre mi lado de la cama, ella se acomoda sobre mí como siempre y recorre mi torso con una de sus manos, para después depositar algunos besos, volteo a verla y ella me dedica una enorme sonrisa. Se ve completamente satisfecha.—¿Qué tienes, querido? Te noto... distante.—Estoy bien, ahora vete... que mañana tengo mucho que hacer.Ella se sube encima de mí y deposita pequeños besos en mis labios, mueve sus
Ginebra.Nos avisan que el rey nos espera en la sala principal, todavía me siento un poco aturdida ya que mientras estábamos de camino, me quedé dormida y por más que sacudo la cabeza, no puedo dejar de bostezar y mis ojos se cierran ¿Qué hora serán? Ya es muy tarde como para que siga despierta, espero que esto sea rápido y pueda volver a casa cuanto antes.Todas nos encaminamos hacia la sala principal, pero yo he decido ir atrás, mirando con atención a las mujeres, muchas de ellas tienen una postura recta y emanan aires de nobleza pese a que son de clase baja, ellas definitivamente están destinadas a la grandeza, se muestran muy seguras de sí mismas, es probable que el rey escoja a una de ellas, además de que son muy hermosas, con esas mejillas rosadas y esos labios rojos que parecen cerezas, también tienen un hermoso cabello, se nota que lo cuidan mucho. Por estar distraída viendo a esas bellas damas, tropiezo con mi propio pie; debo parecer una idiota. Afortunadamente, alguien me t
—Por cierto, me llamo Rosalía ¿Y tú?—Ginebra.—Un gusto Ginebra.—Lo mismo digo Rosalía, espero que después de esto podamos seguir hablando.—Me encantaría.Dejamos de conversar cuando escuchamos unos pasos muy firmes, curiosa, miro hacia la puerta y veo al rey entrar en la habitación, enseguida, su mirada se posa en las jóvenes que están al inicio de la fila y camina hacia ellas. Me asomo un poco y luego regreso a mi lugar, creí que toda esta presión me quitaría el sueño, incluso pensé que ya se me había pasado cuando me quedé hablando con Rosalía, pero estando parada y quieta, el cansancio me vuelve a invadir.Un bostezo, luego otro y otro, se me escapan y por más que trato de controlarme me es imposible hacerlo, vuelvo a asomarme para ver hasta dónde está el rey y me doy cuenta de que no ha llegado ni a la mitad, un resoplo se me escapa y me vuelvo a acomodar en mi lugar.Para tratar de distraerme, juego con mis manos, la falda de mi vestido, incluso con mi cabello, pero nada pare
Levanto un poco la mirada, confundida por lo que acabo de escuchar y no me refiero a su pregunta, sino al tono de su voz, la verdad es que creí que me iba a gritar o que me regañaría por la sarta de babosadas que dije sin pensar.—Sí creo que sea grande, demasiado diría yo— Abro los ojos de par en par y me doy un golpe en la frente, como bien lo dije... hablo sin pensar y cuando me doy cuenta de la tontería que hice, ya es tarde. —¡Digo, es usted alto! Sí, eso... alto.Me dedica una sonrisa galante y niega suavemente con la cabeza, parece ser que mis desvaríos y torpeza le divierten, pero, ¿Por cuánto tiempo? espero que el suficiente para que me deje volver a mi casa con mis padres en una sola pieza. Da un paso hacia mí, manteniendo esa postura firme e imponente.—No me refería a mi estatura, me refería a mi edad ¿De verdad crees que soy viejo?Ladeo un poco la cabeza, pongo mi espalda recta y miro con atención al rey, no veo ni una sola cana sobre su cabellera negra y abundante, tamp
—Claro que si, además... es su cuarto.—Mi cuarto está a lado— Ríe entre dientes.—Majestad, todos los cuartos de este palacio son suyos— Le dedico una pequeña risita. —Además, no me sentiría tranquila durmiendo sola en este cuarto.Se quita el saco y lo deja sobre el pie de cama, luego empieza a desabotonar sus mangas y las arremanga hasta los codos, para luego acostarse sobre su lado de la cama, me siento tan feliz de que haya aceptado mi invitación, que yo también me acuesto y me acerco un poco a él, levanto la mirada y ambos nos miramos directo a los ojos.—Gracias por acceder a mi petición, majestad.—Descuida, después del susto de muerte que te he dado, es lo mínimo que puedo hacer.Pone una de sus manos sobre mi brazo derecho y tira de mi con suavidad hacia él, colocándome sobre su pecho, me he quedado aturdida por su repentina acción, que no estoy segura como actuar, nerviosa, pongo mi mano sobre su pecho y al escuchar sus latidos, cierro los ojos suavemente.—¿Estas cómoda?—
Un suspiro de alivio se me escapa cuando la sirvienta me dice que ya estamos cerca del comedor, todavía sigo aferrada a su brazo por miedo a caerme. Estando frente a la puerta, un guardia nos saluda de forma cordial para después abrir la puerta de par en par. Como todo en este lugar, es hermoso y lujoso, en medio de la habitación hay una gigantesca mesa alargada con varias sillas, todas bien acomodadas, en la cabecera, como era de esperar, está el rey sentado, perdido en sus pensamientos, pero cuando escucha nuestros pasos, enseguida voltea a vernos, dedicándonos una enorme sonrisa, acto seguido, se levanta de su asiento y camina unos pasos en mi dirección para después detenerse.Antes de poderme acercar más, la sirvienta detiene su paso y me dice que no puede seguir avanzando sin el permiso del rey, dicho esto, me suelta del brazo y yo le miro de forma suplicante, esperando a que se apiade de mí y me ayude a caminar hacia él, pero ella niega suavemente con la cabeza, antes de alejars
Con el desayuno terminado, nos levantamos de nuestros asientos y empezamos a caminar hacia la salida, la verdad es que me deja mal tener que dejar todos esos trastes sucios sobre la mesa, estoy demasiado acostumbrada a lavarlos y a limpiar el lugar donde comimos, pero el Alfa me ha dicho que no me preocupe. Como todo un caballero, me ha ofrecido su brazo para luego empezar a andar. En poco tiempo llegamos a la entrada del palacio.Miro al cielo y está completamente despejado, la brisa que acaricia mi rostro es refrescante, muy diferente al aire que sopla dentro del palacio, esa es fría y hasta da repelús. Cuando salimos de la sombra del techo que está en la entrada, un pequeño gemido de placer se me escapa al sentir los rayos del sol calentando mi piel, ahí adentro parece que vive una criatura de las tinieblas, que además de que el aire parece viciado, la luz del sol no entra mucho y los pocos rayos que logran colarse, se sienten fríos.Salgo de mi trance cuando escucho la voz del rey
Observo con atención mi alrededor y veo a mi madre levantando las cosas que se le han caído del susto, enseguida corro hacia ella, gritando felizmente. Como era de esperar, me toma entre sus brazos y unos pequeños sollozos se le escapan, pero tiene una enorme sonrisa dibujada en sus labios.Igual que mi madre, me pongo a llorar llena de alegría y felicidad, ya que... por alguna extraña razón, tenía miedo de no volverlos a ver nunca más, ni a estar en mi casa a su lado, creí que... me la pasaría el resto de mi vida lejos de las personas que amo y quiero, que locura, el rey no haría tal cosa, me ha demostrado que puede ser un hombre muy amable y gentil, es una pena que haya estado solo durante tantos siglos.Nos tranquilizamos un poco y luego me toma de los hombros alejándome un poco de ella, toma con suavidad mi rostro con sus manos y la acuna, me siento feliz de tener cerca a mi mamá; ella al igual que mi papá, son en las personas que más confío en el mundo y siempre que estoy a su la