3 Problemática.

El Duque Elías White, estaba en su oficina, revisando las ganancias de su mina de esmeraldas, cuando un joven y muy enojado Cameron ingreso, sin siquiera tocar.

— Padre, debes hacer algo, esto ya es insoportable. — el viejo duque vio a su hijo menor, su cabello blancos se veía desordenado por los rizos, todos ellos eran peliblancos, menos su hija, la dulce Felicia al igual que su difunta madre, tenía el cabello Negro.

— No sé qué es lo que debo hacer, si no me dices que ha pasado. — la calma del mayor era grande, cultivada a través de los años, algo que por supuesto sus jóvenes hijos no tenían, por lo que Cameron suspiro con molestia y lo vio con dureza.

— Como si no supieras quien es la única que trae problemas en esta casa. — murmuro lo suficientemente alto como para que Elías lo escuchara.

— ¿Qué pudo hacer tu hermana si esta con encierro provisorio? — los dientes del joven trinaron y sus ojos se agudizaron.

— Ella no es mi hermana. — especto molesto y ahora fue el turno del Duque de suspirar.

— Cameron, Eleonor…

— Es una vulgar humana, acaba de llamar perra a Iris, no puedes permitir tal atropello, esa humana es una mal agradecida, Iris ha sido su dama de compañía por 10 años y…

— ¿Eleonor no te dijo que fue lo que sucedió? Debe de haber un motivo para que dijera tal cosa. — Elías no era tonto, pero entre las enseñanzas que debían recibir sus hijos, estaba la de saber lidiar con los problemas, aunque era más que evidente que era algo que les costaba mucho, a los tres por igual, aunque claro que Eleonor siempre seria más señalada, al ser solo “un reemplazo” ante los ojos de la sociedad lobuna.

— ¿Decir? Sabes lo mentirosa que es, padre, ya hemos pasado por esto, Eleonor solo sabe mentir y ser grosera, no sé porque aún lleva el apellido White…

— Lo llevara hasta el día que muera. — el duque dejo ver su altura, y Cameron enmudeció, el viejo lobo sí que había aprendido a querer a esa joven como propia, aunque no lo demostrara. — Puede que no la veas como tu hermana, no te obligare a lo contrario, pero Eleonor es una White desde el día que la traje conmigo, eso no cambiara, nunca. — sentencio sin poder evitar que sus ojos negros se volvieran verdes, señal de que su lobo pensaba de igual forma.

Cameron no comprendía la actitud de su padre, para este joven, Eleonor solo era una arrimada y aprovechada, por lo que al ver que no conseguiría nada con Elías, fue con su hermano mayor, Emir.

— Si padre no dijo nada, e Iris no se siente ofendida, no me involucrare. — sentencio el mayor, sin perder de vista los documentos que estaba leyendo, ser el sucesor de la familia no era una carga fácil de llevar.

— Eres el joven duque, tú también puedes castigarla… — alego el menor, comportándose realmente como un niño caprichoso.

— Cameron, la única forma de deshacernos de esa copia barata de Felicia es encontrando a nuestra verdadera hermana. — el más joven de los lobos arrugo sus labio y giro para ver el único retrato de Felicia que había en la sala, cada día le costaba más el recordar el poco tiempo que paso con su pequeña hermana.

— Si padre no pudo encontrarla, no creo que tu puedas. — se lamentó Cameron, deseaba encontrar a su hermana, pero sabía que eso era imposible, ella solo había desaparecido.

— Si padre no pudo encontrarla, fue porque los mejores rastreadores estaban con el rey Eduardo en la guerra de los reinos, guerra que acabo hace dos meses, cuando al fin cayó el reino de los vampiros. — explico con una gran satisfacción, pues por fin, luego de diez años, podía poner en marcha su plan.

— ¿Eso que quiere decir?

— Que ya le pedí al emperador una audiencia para solicitarle un par de rastreadores para encontrar a Felicia. — al fin el rostro de Cameron se ilumino.

— Bien pensado hermano, ahora si nos desharemos de esa basura humana. — el golpe de un bastón silencio a ambos hombres, el duque acababa de entrar a la sala y no le gustó nada de lo que escucho.

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