El sol iluminaba mi recamara, se podría decir que era casi medio día, aunque no podria determinar cuanto tiempo llevaba dormida, si podía apreciar que mi cuarto estaba rodeado de flores, grandes ramos con notas en las que se deseaba mi pronta recuperación eran de otros aristócratas, y sabía que ninguno deseaba mi pronta mejoría en realidad, si habían enviado algún presente allí, solo era por la reputación que mi padre poseía.
— Eleonor. — la voz cargada de alivio me hizo girar, y mi corazón se conmovió, por no solo ver a Elías White, su hijo mayor Emir, también estaba allí y se notaban que poco o nada habían descansado.
— Padre. — alcance a pronunciar antes de toser un poco por la resequedad de mi garganta.
— Toma, bebe un poco de agua. — el silencio que continuo no fue por mi garganta reseca, sino era la sorpresa de que mi hermano mayor me ayudara así sea en darme un vaso con agua.
— Gra- gracias. — me sentía incomoda, no de mala manera, más bien era rareza lo que sentía, nunca antes me había enfermado, sabia por lo poco que había podido estudiar de mi gente, cuando era princesa que los brujos nos debilitamos al alcanzar la mayoría de edad, cuando nuestros poderes se manifiestan en su totalidad, y que solo nos recuperamos al cien por ciento cuando encontramos un compañero que complete nuestras almas divididas, creo que a partir de ahora, será aún más parecida a los humanos, ya que no creo poder encontrar en este reino el verdadero amor.
— ¿Cómo te encuentras? el medico no sabía el motivo de que estuvieras tatos días desmayada, ya que la fiebre bajo al segundo día. — mi padre hablaba de forma apresurada, queriendo quizás encontrar algún indicio de enfermedad letal en mí.
— ¿Cuántos días…? — no me sentía débil, más bien descansada, como si hubiera estado cargando un gran peso sobre mi y al fin lo hubiera dejado caer.
— Una semana. — interrumpió Cameron desde la puerta, su mirada no había cambiado, siempre acusadora y fría, dirigida solo a mí.
— Ah. — fue todo lo que pude decir antes de sentirme un poco cohibida al estar rodeada por los tres.
— Iré a llamar al medico para que te revise, necesitaras una buena dieta para que te alimentes como es debido. — padre salió como alma que busca escapar de un demonio, y yo deseaba que mis hermanos se fueran con él.
— Debes decirle a padre la verdad. — la exigencia casi en grito de Cameron me hizo sobresaltar.
— ¿La verdad? — por un escaso segundo mi corazón tembló, y si en la inconciencia algo escapo de mis labios? ¿y si ellos sabían quién soy?
— Que todo fue tu culpa, gracias a tu berrinche Iris esta en el calabozo y padre esta dispuesto a pedir la pena máxima por incumplir con sus responsabilidades con un miembro de la noble y de ese modo ponerte en peligro. — concluye lo último con cierta burla y mis manos se cierran con fuerza, aunque luego recuerdo que no me siento como si estuviera enferma, más bien liberada.
— Eso no sucederá. — murmuré y supe por el rostro de ambos que me estaban malinterpretando. — Iris no será castigada, has que venga, hablaremos con padre. — no pensaba seguir perdiendo tiempo en estas trivialidades, no cuando debía planear como sobrevivir cuando la verdadera hija del duque apareciera y yo sea lanzada a la calle.
— Sabía que mi padre estaba equivocado. — se jacto Cameron antes de salir por Iris, aunque Emir se quedó y solo me veía en silencio, con su rostro tan serio como siempre.
— Puedes regresar a tus deberes joven maestro, aquí no sucedió nada interesante. — le advertí al mayor de los hermanos, porque en verdad ya estaba comenzando a sentirme cohibida ante su mirada penetrante.
— Yo decido si es o no interesante, no lo olvides Eleonor, y no vuelvas a llamar joven maestro. — Emir salió ofuscado de mi habitación y ahora si no comprendía nada.
La relación con ellos nunca fue buena, ni siquiera grata, no debe preocuparse por mi y estoy segura de que no lo hace, pero lo que más me confunde es que ahora no se cómo debería llamarlo, nunca les agrado que les dijera hermano, por lo que los llamaba joven maestro y joven Cameron, pero ahora… no podria solo decir su nombre, aunque sea una hermana sustituta, no tenemos ese nivel de confianza y aunque él me llame por mi nombre, se que no es confianza, sino poco o nulo respeto hacia mi persona.
— Señorita, señorita. — Iris ingreso corriendo, sus lagrimas no eran por mí, sino por ella, sabia que su vida y la de su familia estaba en mis manos. — Señorita en verdad…
— Por favor, déjenos a solas. — no sé qué clase de mentira diría esta mujer, pero seria mejor aclarar las cosas, pues Firuis era un hombre sabio, no puedo olvidar lo que trato de enseñarme, más ahora que sé que pronto quedare a merced de cualquiera, no necesito de personas tras de mi queriendo tomar mi vida.
— Eso claro que no, seguro y molestas a Iris…
— ¿Acaso te gusta? — la voz fría de Emir silencio a Cameron e incluso le hizo dar un brinco, mientras Iris se sonrojaba, solo yo sabia que eso era ridículo Iris era incluso mayor que Emir por un año, Cameron solo hacia todo aquello para molestarme.
— ¿Cómo te atreves a decir tal cosa? — lo increpo el menor.
— Necesito asearme antes que llegue el doctor. — intervine con una gran verdad, de la cual nadie se había percatado o simplemente no les importaba, estaba toda pegajosa por los días en esta cama, que ahora me doy cuanta no es la mía, seguro y tuvieron que traer una nueva, ya que la otra quedo empanada con lo que Iris hizo.
— Solo no te pases o … — estaba cansada de sus amenazas injustas, puede que no quisiera más enemigos sobre mí en un futuro, pero debo admitir que Cameron ya es mi enemigo.
— Si vas a hacer algo, solo hazlo ¡me tiene cansada joven White! — el mencionado retrocedió como si lo hubiera abofeteado, aun así, no pudo rebatir nada, ya que Emir lo tomo del brazo y lo jalo fuera de mi cuarto.
En el tiempo que me llevo ponerme en pie, Iris se dejo caer de rodillas, al parecer su miedo era autentico y no puedo negar que si yo estuviera en su lugar estaría de igual forma.
— Señorita, yo… lo siento, realmente lo lamento tanto, se que mi actuar no tiene perdón, mi constante acoso hacia usted solo fue subiendo y no se como me permití que acabara de esta forma, se que el poner su vida en peligro es imperdonable, y cumpliré mi castigo, solo le pido piedad por mi familia. — su llanto, su pose, ¿Cuántas damas vi en ese estado? Rogando por la vida de sus esposos cuando los lobos llegaron.
— Ponte de pie Iris, no pienso dejar que el duque dañe a tu familia… y tampoco a ti. — la joven loba levanto de golpe su rostro, el cual reflejaba el shock que mis palabras le causaban.
— Señorita…
— Solo quiero saber ¿Por qué me odias? ¿Qué fue lo que hice para ofenderte de esta manera? No es solo recibir tu acoso diario, es el de todos en esta mansión, desde como jalaban mi cabello al penarme, hasta que decidí hacerlo yo sola, hasta que me den de comer alimentos en mal estado, ¿Qué les hice además de existir? — quizás, si supiera que era lo que estaba haciendo mal, podria solucionarlo, porque nadie me podria culpar de ser abusiva con los demás si ellos lo son conmigo primero.
— Señorita, no… — Iris deja salir un gran suspiro y al fin se pone de pie. — Nos molesta el hecho de que trate de ocupar el lugar de la señorita Felicita. — su gran revelación no es tal, la menos para mí.
— Nunca quise ocupar el lugar de la señorita White, jamás lo pedí tampoco, solo queria un lugar al cual llamar hogar. — Iris baja su cabeza quizás apenada o arrepentida. — acosaron a una niña que todo perdió, sin siquiera pensar en lo que me estaban convirtiendo, porque créeme que ustedes… olvídalo, ya nada importa, solo… algo me dice que la señorita White regresara pronto, entonces yo desapareceré, será un mal recuerdo para todos, asique, llevémonos bien este ultimo tiempo. — eleve mi mano, para sella un trato no de amabilidad, solo tolerancia, al menos eso. — Puedes llamarme Eleonor, veme como lo que soy, un ser que siente, que tiene alma y corazón, no me veas como la señorita White, porque créeme que se que no lo soy.
El doctor de la familia ingreso junto al duque a la habitación de la joven señorita, mientras los jóvenes White, esperaban fuera, el interés de estar allí no era solo por saber de la salud de Eleonor, mas bien se debía a que ellos habían escuchado con atención y claridad la confesión de Iris, la dama que debía servir a su falsa hermana realmente había atentado contra su bienestar y, aunque para ellos solo era una farsante que estaba usurpando el lugar de Felicia, no podían pasar por alto que la sirvienta había maltratado a un miembro de la familia.— ¿Crees que Eleonor cumplirá con lo pactado? — para Cameron, el hecho de que Eleonor fuera tan noble como para encubrir el actuar e Iris no era posible, pues en la mente del menor de los White, Eleonor no tenia palabra, mucho menos honor.— No lo sé, si debo ser honesto… cada vez entiendo menos. — Emir en cambio, estaba siendo objeto de un sinfín de emociones, entre las cuales predominaba la culpa, no solo por conocer el relato de como Ele
Eleonor:El paseo que había planeado para relajarme por el rosal no fue tal, ya que luego de lo que el duque dijo, tuve que soportar el llanto y arrepentimiento de Iris, aunque para mí, la idea de padre no era mala, mucho menos atroz como insinuaba Iris.— Deja de lamentarte por algo que no es malo, al menos para mí. — le advertí con severidad ya cansada de oírla.— Pero, señorita…— Es lo mejor Iris, aquí, nadie me quiere, solo soy un remplazo para alguien que estoy segura pronto regresara y cuando eso ocurra ¿Qué piensas que harán conmigo? — la mujer frente a mi quedo en silencio, pues ella lo suponía muy bien, me lanzarían fuera de la familia, y yo regresaría a ser una mendiga más en las calles de la ciudad, salvo que ahora no seria una niña que despierte así sea empatía entre los ciudadanos, ahora sería mucho más peligroso al ser una joven en edad de conocer los placeres de la vida y el amor, al menos así me verían esos hombres que tantas veces acosaron a mi difunta madre.— El du
Dos días pasaron desde que Eleonor había despertado, comportándose diferente incluso con quienes aún la trataban mal, algo que ahora era de conocimiento para los jóvenes White, pues ellos habían permanecido atentos a cada cosa que Eleonor hacía, más luego de escuchar la conversación que esta había tenido con su sirvienta, fue de este modo, como fueron testigos que el cocinero y demás empleados saboteaban los alimentos de la joven, mientras a ellos se les enviaba carne, frutas, verduras y pastas de excelente calidad y por supuesto siempre frescas, para la supuesta señorita White no era así, y aunque Iris trataba de compensar la falta de los demás sirvientes, incluso cediéndole su alimento, tampoco era algo muy digno lo que Iris consumía, porciones pequeñas y no tan sazonadas o frescas como lo eran la de los señores White.— Padre. — Emir no sabía como abordar el tema de Eleonor, sabia que su padre se enfadaría si él o su hermano confesaran que habían estado espiando a Eleonor, aunque e
El castillo del reino Joako era uno de los más grandes, luego del de los vampiros, aunque ahora este último también pertenecía al rey Eduardo Goldeblack, se podria decir que eran un imperio más que un reino, pero poco les interesaba lucir aquel título, al fin luego de tantos años de guerra, el rey podía morir en paz, o al menos ese era su deseo.— No creo conveniente que Marko sea coronado, es muy impulsivo como para saber manejar el reino, además aun no tiene una reina a su lado. — las palabras de la reina Elsa, podría pasar como la preocupación de una madre por su hijo y las futuras responsabilidades que tendría que cargar sobre sus hombros, pero por supuesto este no era el caso.— Mi tiempo se acaba, lo puedo sentir, alguien debe quedar al frente de todo. — se limitó a decir el viejo rey.— Aun así, Marko no debería…— La que no debería tomarse la libertad de llamarme por mi nombre es usted, reina, después de todo, no tenemos esa confianza. — Marko ingreso en la sala del rey sin si
Antara:La lluvia golpeaba con fuerza el cristal de mi cuarto, eso fue lo que me despertó, y al no encontrar a nana entre la oscuridad, me atreví a ir al cuarto de mis padres, sabia que no se enfadarían por verme allí, después de todo, siempre irrumpía en su cuarto cuando algo no me dejaba dormir.— Si las lluvias continúan el reino estará perdido, Firuis, debes hacer algo. — la voz de mi madre y su preocupación detuvo mis pasos, debí saber que algo andaba mal, los guardias no estaban fuera de su habitación, ni fuera de la mía.— Es lo mejor, lo has visto con tu poder adivino, los lobos estan llegando, si quieren mi reino, pues se lo daré y que perezcan ahogados en él.— Firuis, el rey lobo esta maldito, no razona, tenle piedad…— ¡¿Me pides piedad para el responsable de nuestras muertes?!— Te pido piedad para Antara.Odiaba soñar con aquella noche, la ultima vez que vi a mi padre, su ultimo abrazo, su despedida.— Padre. — me atreví a llamarlo, aun sabiendo que él ya no estaba.— Aq
El rey Eduardo escucho pacientemente la explicación del héroe del imperio, pudiera tener razón, al decir que su hijo solo había intentado proteger a su hermana menor y su honor, mas al que había atacado era al príncipe heredero, no pensaba dejarlo ir tan fácilmente, pero cuando Marko llego a ellos, diciendo que no había falta alguna, el rey lo comprendió.— Pueden ir en paz, duque White, aquí no ha pasado nada. — fue su sentencia.Sin perder tiempo, luego de escuchar las palabras del rey, el duque tomo a sus tres hijos y dejo el castillo, para retornar a sus tierras, pero Eduardo tampoco perdió tiempo, y llamo a su hijo mayor al despacho del rey, el único lugar del palacio, donde nadie escucharía lo que se dijera.— ¿Me explicaras que fue todo aquello? — indago sin perder tiempo, aunque sosteniendo su mascara de calma, no podía pensar que su hijo dejaría una falta tan grande como aquella y que le daría la razón así sea al duque White, por nada.— La encontré, Eleonor White es mi compa
Antara:Mis días habían cambiado, en un abrir y cerrar de ojos, así como una vez pase de ser la princesa Antara primera del reino Kael, a vivir en las calles de la ciudad del reino Joako y a subsistir de las sobras que encontraba en la basura, una vez más mi vida cambiaba, pues ahora no solo era la hija adoptiva del duque White, sino que luego de 10 años, al fin comprendía que ellos si me querían, a su manera y por que no, de una forma muy rara, quizás al ser de diferentes razas mi comprensión es escaza, ¿Cuánto puede afectar el compartir tu ser con un animal? Eran cosas que no me planteaba hasta hace unos días, cuando el duque dejo salir su lobo, mismo que me siguió como si fuera un cachorro y yo su dueña, fueron tres días en los que mi padre no regreso a ser humano, solo cuando al fin un grupo de caballeros llego al ducado para reforzar la seguridad, es que al fin Elías White regreso a ser humano, ahora comprendía que esas miradas furtivas que me daba, si estaban cargadas de cariño
En la mansión White flotaba un manto de nerviosismo, el cual los omegas que servían a la familia casi no podían soportar, desde hacía una semana, el humor del duque y el de sus hijos era un problema para todos, la energía que salía de ellos casi sofocaba a la servidumbre, mientras que la ansiedad que emanaba de Eleonor los mareaba, y todo había comenzado el día que la joven había decidido refrescar sus piernas en el lago, cuando el duque Elías había percibido un tenue aroma a excitación proveniente de su joven hija.— ¿Con quién estuvo Eleonor en el lago?había sido la pregunta a la que Iris se había tenido que enfrentar apenas y su señorita se marchara a su habitación, y luego de confesar que no sabría decirle, ya que Eleonor había quedado sola a la orilla del lago, todo fue a peor, Elías no sabia como abordar el tema de las hormonas con su hija, y Eleonor por supuesto que no diría ni media palabra de su fugas encuentro con Marko.Pero luego de una semana, y estando su baile debut a