Antara:La lluvia golpeaba con fuerza el cristal de mi cuarto, eso fue lo que me despertó, y al no encontrar a nana entre la oscuridad, me atreví a ir al cuarto de mis padres, sabia que no se enfadarían por verme allí, después de todo, siempre irrumpía en su cuarto cuando algo no me dejaba dormir.— Si las lluvias continúan el reino estará perdido, Firuis, debes hacer algo. — la voz de mi madre y su preocupación detuvo mis pasos, debí saber que algo andaba mal, los guardias no estaban fuera de su habitación, ni fuera de la mía.— Es lo mejor, lo has visto con tu poder adivino, los lobos estan llegando, si quieren mi reino, pues se lo daré y que perezcan ahogados en él.— Firuis, el rey lobo esta maldito, no razona, tenle piedad…— ¡¿Me pides piedad para el responsable de nuestras muertes?!— Te pido piedad para Antara.Odiaba soñar con aquella noche, la ultima vez que vi a mi padre, su ultimo abrazo, su despedida.— Padre. — me atreví a llamarlo, aun sabiendo que él ya no estaba.— Aq
El rey Eduardo escucho pacientemente la explicación del héroe del imperio, pudiera tener razón, al decir que su hijo solo había intentado proteger a su hermana menor y su honor, mas al que había atacado era al príncipe heredero, no pensaba dejarlo ir tan fácilmente, pero cuando Marko llego a ellos, diciendo que no había falta alguna, el rey lo comprendió.— Pueden ir en paz, duque White, aquí no ha pasado nada. — fue su sentencia.Sin perder tiempo, luego de escuchar las palabras del rey, el duque tomo a sus tres hijos y dejo el castillo, para retornar a sus tierras, pero Eduardo tampoco perdió tiempo, y llamo a su hijo mayor al despacho del rey, el único lugar del palacio, donde nadie escucharía lo que se dijera.— ¿Me explicaras que fue todo aquello? — indago sin perder tiempo, aunque sosteniendo su mascara de calma, no podía pensar que su hijo dejaría una falta tan grande como aquella y que le daría la razón así sea al duque White, por nada.— La encontré, Eleonor White es mi compa
Antara:Mis días habían cambiado, en un abrir y cerrar de ojos, así como una vez pase de ser la princesa Antara primera del reino Kael, a vivir en las calles de la ciudad del reino Joako y a subsistir de las sobras que encontraba en la basura, una vez más mi vida cambiaba, pues ahora no solo era la hija adoptiva del duque White, sino que luego de 10 años, al fin comprendía que ellos si me querían, a su manera y por que no, de una forma muy rara, quizás al ser de diferentes razas mi comprensión es escaza, ¿Cuánto puede afectar el compartir tu ser con un animal? Eran cosas que no me planteaba hasta hace unos días, cuando el duque dejo salir su lobo, mismo que me siguió como si fuera un cachorro y yo su dueña, fueron tres días en los que mi padre no regreso a ser humano, solo cuando al fin un grupo de caballeros llego al ducado para reforzar la seguridad, es que al fin Elías White regreso a ser humano, ahora comprendía que esas miradas furtivas que me daba, si estaban cargadas de cariño
En la mansión White flotaba un manto de nerviosismo, el cual los omegas que servían a la familia casi no podían soportar, desde hacía una semana, el humor del duque y el de sus hijos era un problema para todos, la energía que salía de ellos casi sofocaba a la servidumbre, mientras que la ansiedad que emanaba de Eleonor los mareaba, y todo había comenzado el día que la joven había decidido refrescar sus piernas en el lago, cuando el duque Elías había percibido un tenue aroma a excitación proveniente de su joven hija.— ¿Con quién estuvo Eleonor en el lago?había sido la pregunta a la que Iris se había tenido que enfrentar apenas y su señorita se marchara a su habitación, y luego de confesar que no sabría decirle, ya que Eleonor había quedado sola a la orilla del lago, todo fue a peor, Elías no sabia como abordar el tema de las hormonas con su hija, y Eleonor por supuesto que no diría ni media palabra de su fugas encuentro con Marko.Pero luego de una semana, y estando su baile debut a
Antara:Los labios de Marko son un bálsamo a mi corazón, la compañía a mi soledad, entre sus brazos el tiempo parece que se detiene, en una pequeña felicidad, que hace latir a mi corazón de manera desbocada, mi mente se adormece y la pena se va.— Marko.Lo llamo en un susurro entre la desesperación y el temor, no quiero que se aleje, quiero permanecer de esta forma, adormecida, como si nada malo fuese a suceder nunca.— Pequeño colibrí.No hay burla en la manera en la que me llama, tampoco compasión, es otro sentimiento, otra sensación, aun más intima que el beso que nos damos, uno suave, pero profundo, donde nuestras lenguas se mezclan, la suavidad de la suya busca la calidez de la mía, mientras una de sus manos sube por debajo de la poca ropa que me queda, y yo solo me aferro a su pecho, no me interesa pensar en lo que estoy haciendo, porque hace mucho tiempo que no siento mi corazón latir de esta forma, como si estuviera corriendo colina abajo, escapando de alguien que se presta a
La joven bruja se encontraba perdida en la negrura de lo que suponía era su mente, o tal vez al fin había muerto y estaba en transición a su próxima vida, por escasos segundos pensó que eso sería lo mejor, hasta que los escucho.—Ella no puede ser mi hija. —la voz de Firuis se notaba molesta, decepcionada.—No seas duro con ella, la dejamos sola muy pronto. —en cambio la de su madre Estrella, era tan condescendiente, que la hizo girar con rapidez, para al fin verlos, si, quizás al fin había muerto.—¡¿Es todo lo que tienen para decir?! —su pecho dolía, como el día que su padre quedo en el reino de Kael y de la misma forma que cuando su madre murió bajo la lluvia. —Se marcharon, juraron permanecer a mi lado y me abandonaron, Madre… me obligaste a vivir, ¿para qué? ¿Qué se suponí
— Hermana. — alivio, dicha, y preocupación, fue todo lo que encontró en la mirada de Cameron. — Por la diosa, ¿qué fue lo que te sucedió? ¿quién te ataco? ¿Por qué huiste? — estaba en su cuarto, al menos aun lo seguía siendo al parecer.— ¿En verdad lo preguntas? — su voz no era suave, más bien ronca, apostaría lo que fuera que estuvo varios días dormida. — ¿Para qué quedarme? Si todos me dejaron. — no era un reclamo lastimero, la frialdad de su mirada hizo tragar grueso al más joven de los hermanos White. — ¿Debo llamarte hermano? ¿o prefieres joven maestro? — Cameron se levantó con tal fuerza que la silla cayó detrás de él.— ¿Qué dices? — indago con los puños apretados, pero antes de decir más, el duque ingres
Marko dejo salir a su lobo en el momento que vio como el cuerpo de su compañera era arrojado contra un árbol, el oler su sangre lo enloqueció, y no tardo demasiado en acabar con cada uno de “las sombras”, ese era el nombre que se les dio a los asesinos reales, y en ese momento poco le importo el pensar ¿Cuál sería el motivo por el que el rey enviara a sus asesinos por Eleonor? Solo le preocupaba el bienestar de su compañera, por lo que se acerco a ella, intentando despertarla, luego de escuchar su corazón latir con normalidad, pero entonces la guardia real llego y junto a ella el rey Eduardo.— Marko. — lo llamo con molestia al ver que gran parte de los mejores de sus hombres yacían muertos el rededor del lago.— ¡¿Por qué quieres matar a mi compañera?! — indago furioso, retomando una vez más su forma humana.— Recojan los cuerpos de los soldados, y que les den un entierro digno. — ordeno el mayor a los caballeros y estos supieron que allí sucedería algo de lo que no debían ser testig