Dos días pasaron desde que Eleonor había despertado, comportándose diferente incluso con quienes aún la trataban mal, algo que ahora era de conocimiento para los jóvenes White, pues ellos habían permanecido atentos a cada cosa que Eleonor hacía, más luego de escuchar la conversación que esta había tenido con su sirvienta, fue de este modo, como fueron testigos que el cocinero y demás empleados saboteaban los alimentos de la joven, mientras a ellos se les enviaba carne, frutas, verduras y pastas de excelente calidad y por supuesto siempre frescas, para la supuesta señorita White no era así, y aunque Iris trataba de compensar la falta de los demás sirvientes, incluso cediéndole su alimento, tampoco era algo muy digno lo que Iris consumía, porciones pequeñas y no tan sazonadas o frescas como lo eran la de los señores White.— Padre. — Emir no sabía como abordar el tema de Eleonor, sabia que su padre se enfadaría si él o su hermano confesaran que habían estado espiando a Eleonor, aunque e
El castillo del reino Joako era uno de los más grandes, luego del de los vampiros, aunque ahora este último también pertenecía al rey Eduardo Goldeblack, se podria decir que eran un imperio más que un reino, pero poco les interesaba lucir aquel título, al fin luego de tantos años de guerra, el rey podía morir en paz, o al menos ese era su deseo.— No creo conveniente que Marko sea coronado, es muy impulsivo como para saber manejar el reino, además aun no tiene una reina a su lado. — las palabras de la reina Elsa, podría pasar como la preocupación de una madre por su hijo y las futuras responsabilidades que tendría que cargar sobre sus hombros, pero por supuesto este no era el caso.— Mi tiempo se acaba, lo puedo sentir, alguien debe quedar al frente de todo. — se limitó a decir el viejo rey.— Aun así, Marko no debería…— La que no debería tomarse la libertad de llamarme por mi nombre es usted, reina, después de todo, no tenemos esa confianza. — Marko ingreso en la sala del rey sin si
Antara:La lluvia golpeaba con fuerza el cristal de mi cuarto, eso fue lo que me despertó, y al no encontrar a nana entre la oscuridad, me atreví a ir al cuarto de mis padres, sabia que no se enfadarían por verme allí, después de todo, siempre irrumpía en su cuarto cuando algo no me dejaba dormir.— Si las lluvias continúan el reino estará perdido, Firuis, debes hacer algo. — la voz de mi madre y su preocupación detuvo mis pasos, debí saber que algo andaba mal, los guardias no estaban fuera de su habitación, ni fuera de la mía.— Es lo mejor, lo has visto con tu poder adivino, los lobos estan llegando, si quieren mi reino, pues se lo daré y que perezcan ahogados en él.— Firuis, el rey lobo esta maldito, no razona, tenle piedad…— ¡¿Me pides piedad para el responsable de nuestras muertes?!— Te pido piedad para Antara.Odiaba soñar con aquella noche, la ultima vez que vi a mi padre, su ultimo abrazo, su despedida.— Padre. — me atreví a llamarlo, aun sabiendo que él ya no estaba.— Aq
El rey Eduardo escucho pacientemente la explicación del héroe del imperio, pudiera tener razón, al decir que su hijo solo había intentado proteger a su hermana menor y su honor, mas al que había atacado era al príncipe heredero, no pensaba dejarlo ir tan fácilmente, pero cuando Marko llego a ellos, diciendo que no había falta alguna, el rey lo comprendió.— Pueden ir en paz, duque White, aquí no ha pasado nada. — fue su sentencia.Sin perder tiempo, luego de escuchar las palabras del rey, el duque tomo a sus tres hijos y dejo el castillo, para retornar a sus tierras, pero Eduardo tampoco perdió tiempo, y llamo a su hijo mayor al despacho del rey, el único lugar del palacio, donde nadie escucharía lo que se dijera.— ¿Me explicaras que fue todo aquello? — indago sin perder tiempo, aunque sosteniendo su mascara de calma, no podía pensar que su hijo dejaría una falta tan grande como aquella y que le daría la razón así sea al duque White, por nada.— La encontré, Eleonor White es mi compa
Antara:Mis días habían cambiado, en un abrir y cerrar de ojos, así como una vez pase de ser la princesa Antara primera del reino Kael, a vivir en las calles de la ciudad del reino Joako y a subsistir de las sobras que encontraba en la basura, una vez más mi vida cambiaba, pues ahora no solo era la hija adoptiva del duque White, sino que luego de 10 años, al fin comprendía que ellos si me querían, a su manera y por que no, de una forma muy rara, quizás al ser de diferentes razas mi comprensión es escaza, ¿Cuánto puede afectar el compartir tu ser con un animal? Eran cosas que no me planteaba hasta hace unos días, cuando el duque dejo salir su lobo, mismo que me siguió como si fuera un cachorro y yo su dueña, fueron tres días en los que mi padre no regreso a ser humano, solo cuando al fin un grupo de caballeros llego al ducado para reforzar la seguridad, es que al fin Elías White regreso a ser humano, ahora comprendía que esas miradas furtivas que me daba, si estaban cargadas de cariño
En la mansión White flotaba un manto de nerviosismo, el cual los omegas que servían a la familia casi no podían soportar, desde hacía una semana, el humor del duque y el de sus hijos era un problema para todos, la energía que salía de ellos casi sofocaba a la servidumbre, mientras que la ansiedad que emanaba de Eleonor los mareaba, y todo había comenzado el día que la joven había decidido refrescar sus piernas en el lago, cuando el duque Elías había percibido un tenue aroma a excitación proveniente de su joven hija.— ¿Con quién estuvo Eleonor en el lago?había sido la pregunta a la que Iris se había tenido que enfrentar apenas y su señorita se marchara a su habitación, y luego de confesar que no sabría decirle, ya que Eleonor había quedado sola a la orilla del lago, todo fue a peor, Elías no sabia como abordar el tema de las hormonas con su hija, y Eleonor por supuesto que no diría ni media palabra de su fugas encuentro con Marko.Pero luego de una semana, y estando su baile debut a
Antara:Los labios de Marko son un bálsamo a mi corazón, la compañía a mi soledad, entre sus brazos el tiempo parece que se detiene, en una pequeña felicidad, que hace latir a mi corazón de manera desbocada, mi mente se adormece y la pena se va.— Marko.Lo llamo en un susurro entre la desesperación y el temor, no quiero que se aleje, quiero permanecer de esta forma, adormecida, como si nada malo fuese a suceder nunca.— Pequeño colibrí.No hay burla en la manera en la que me llama, tampoco compasión, es otro sentimiento, otra sensación, aun más intima que el beso que nos damos, uno suave, pero profundo, donde nuestras lenguas se mezclan, la suavidad de la suya busca la calidez de la mía, mientras una de sus manos sube por debajo de la poca ropa que me queda, y yo solo me aferro a su pecho, no me interesa pensar en lo que estoy haciendo, porque hace mucho tiempo que no siento mi corazón latir de esta forma, como si estuviera corriendo colina abajo, escapando de alguien que se presta a
La joven bruja se encontraba perdida en la negrura de lo que suponía era su mente, o tal vez al fin había muerto y estaba en transición a su próxima vida, por escasos segundos pensó que eso sería lo mejor, hasta que los escucho.—Ella no puede ser mi hija. —la voz de Firuis se notaba molesta, decepcionada.—No seas duro con ella, la dejamos sola muy pronto. —en cambio la de su madre Estrella, era tan condescendiente, que la hizo girar con rapidez, para al fin verlos, si, quizás al fin había muerto.—¡¿Es todo lo que tienen para decir?! —su pecho dolía, como el día que su padre quedo en el reino de Kael y de la misma forma que cuando su madre murió bajo la lluvia. —Se marcharon, juraron permanecer a mi lado y me abandonaron, Madre… me obligaste a vivir, ¿para qué? ¿Qué se suponí