4 Humana.

— ¿No eras tu quien me pedía un castigo para Eleonor por llamar perra a Iris? Sin embargo, ¿tu si puedes insultar a tu hermana? — indago con dureza viendo a Cameron, quien busco ayuda en su hermano mayor.

— Ella no es nuestra hermana, es solo una humana… — Emir se sentía traicionado con el actuar de su padre, él realmente no lo comprendía.

— Tu madre también era una humana, ¿o ya no lo recuerdas Emir? — por segunda vez en un día, el lobo de Elías se manifestó, algo que los hizo poner nerviosos, pues su padre podria ser mayor, pero su lobo, era uno de los más poderosos.

— Mi madre era la princesa de los humanos… — atino a decir Emir, tratando de marcar una diferencia entre la impostora que ocupaba el lugar de su hermana y su madre.

— El primer reino que cayó en manos del rey Alpha. — recordó con amargura Elías, pues él había ayudado a que eso ocurriera. — Tu madre perdió ese título y paso a ser solo una esclava, si no fuera porque la marque como mi compañera, ella hubiera tenido el mismo destino que aquella mujer. — no era fácil para el mayor recordar que el amor que su esposa le tuvo, siempre se vio un poco opacado ante el recuerdo de la batalla que acabo con gran parte de los humanos y de la que él tuvo una actuación estelar al acabar con los que hubieran sido sus suegros; los hermanos White se vieron por un fugaz momento sin comprender a que se refería su padre, al decir “aquella mujer” pues el duque nunca explico nada de Eleonor, solo llego un día con ella y la presento como la jovencita White.

— ¿Aquella mujer? — indago Emir, al reconocer la poca disposición del mayor a continuar hablando.

— La madre de Eleonor. — aclaro Elías y sus hijos se tensaron, desde el momento que el duque llevo a Eleonor a la casa, ambos pensaron que podría ser una hija ilegitima, después de todo, no se olvidaban de que su madre murió al dar a luz a Felicia y lo irónico de la situación, la única hija humana del duque, provoco la muerte de la esposa que también era humana.

— ¿Cómo murió la madre de Eleonor? — pregunto Emir, con verdadero interés.

— ¿Cómo se llamaba la madre de Eleonor? — indago Cameron en simultaneo, era la primera vez que estos hombres realizaban aquellas preguntas, pues cuando Eleonor llego, ellos eran demasiados jóvenes como para decir algo que al duque no le gustara.

— No supe su nombre, Eleonor no supo decirlo tampoco, cuando la encontré estaba tan traumatizada que ni siquiera recordaba su propio nombre. — eso fue una sorpresa para los jóvenes White, no podían recordar alguna vez que hubieran visto a Eleonor “débil” aunque claro que tampoco sabía que el duque espero más de tres meses para llevarla a su hogar, cuando ella ya estaba mejor mentalmente.

— ¿Eleonor no es Eleonor? — Emir estaba aturdido, una de las razones por la que odiaba al remplazo de hermana era por su nombre, ya que era el mismo que el de su difunta madre.

— ¿Por qué estaba traumada Eleonor? — intervino Cameron, dicen que la curiosidad mato al gato, pero este no era el único animal curioso, los lobos también lo eran, más cuando son jóvenes.

— Ese día, me llamo un mercader, faltaba poco para que el rey partiera a conquistar el reino de los vampiros, los soldados pasarían por la calle principal para ser despedido como los héroes que son y tenían un problema, había una mujer humana pudriéndose en un callejón, especulaban que había muerto por desnutrición o neumonía, hacia como una semana o un poco menos, y no la podían sacar, porque su hija se aferraba a su cuerpo. — ambos hombre respiraron profundo, comprendiendo a donde iba todo, pero el duque ya había comenzado con su relato y no estaba dispuesto a detenerse, sus hijos ya no eran niños, ahora eran hombres, mismos que debían cuidar a esa niña, quizás de esa forma, Elías se aseguraba que el karma jugara a su favor y alguien estuviera cuidando a su hija. — Pedían mi permiso para matar a la niña y así llevarse ambos cuerpos. — Emir se recordó que no podía ser débil y mostrarse tan horrorizado como se sentía, por lo que mantuvo su rostro sin expresión, sabía que esas decisiones algún día recaerían en él, pues los humanos, eran una plaga problemática, al igual que los brujos, aunque estos últimos eran más astutos, ambos causaban problemas, por eso llegado el caso, la muerte era la mejor opción. — Pero cuando la esposa del mercader pregunto si se podía quedar con la niña, pues le gustaba el color negro de su cabello y sus ojos verdes… pensé que podía ser Felicia, que por alguna razón la diosa luna me la regresaría, y fui a ver… pero solo encontré a una niña humana que me confundió con su padre, aun aferrando un cuerpo que estaba a punto de reventar por el estado de descomposición en el que se encontraba, una imagen que está grabada en mi… era tan pequeña y se veía tan desorientada que, cuando me pidió llamarme padre, no me pude negar, y ya que no recordaba su nombre, le di uno. — no se arrepentía de ello, quizás de no haber puesto a sus hijos en vereda un poco antes, de no enseñarle lo que es la empatía, pero jamás se arrepentiría de darle un hogar a Eleonor.

— Entonces ella está loca, por eso su actuar. — dedujo Cameron, quizás el no salir del ducado le estaba afectando al más joven, no ver la miseria ajena le estaba poniendo un velo en los ojos y adormeciendo sus sentimientos, algo que molesto a Elías.

— Si Felicia está viva… espero que no esté a merced de alguien que piense como tú. — Cameron retrocedió ante la mirada censuradora del duque. — Emir, dile a mi hija. — dijo remarcado cada palabra. — Que quiero cenar con todos hoy, su castigo termino.

Emir a diferencia de Cameron, no podía enfadarse con su padre, él era quien más recorría las calles de la ciudad, en especial desde que el príncipe heredero marcho a la guerra como respaldo de su padre, el cuidado de la ciudad recayó en el ducado White, era por eso que comprendía un poco mejor a su padre, pero, aun así, no podía evitar pensar todas las veces que Eleonor los había hecho quedar mal, a tal punto que ninguna señorita queria ser cortejada por los hermanos White y todo por temer tener de familia a la humana.

— ¡Padre! ¡padre! — los gritos del mayor hicieron sonreír a Cameron, pensando que seguro Eleonor estaba con una de sus crisis de nervios rompiendo todo y el pobre de Emir había recibido algún golpe con algún objeto, con suerte su padre le daría más encierro domiciliario, era lo mejor, mientras más pospusieran la presentación en sociedad de Eleonor, mayor oportunidad tendrían de encontrar a su verdadera hermana y deshacerse de la inútil humana.

— ¿Y ahora qué? — indago el duque casi con aburrimiento.

— Eleonor, está mal, tiene fiebre, su cama esta mojada, no sé qué sucedió.

El duque corrió junto con sus hijos, si bien era raro para ellos enfermarse, sabían lo frágiles que eran los humanos, un simple resfriado podria acabar con sus vidas.

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