Queridas lectoras, solo quería informarles, que me aceptaron la historia de Felipe Zabet, la cual se llama AMOR PROHIBIDO, y se estará publicado en el correr de esta semana, y también KALILA ECLIPSE DE LUNA, además que me voy a escribir los extras de esta maravillosa historia, ¿serán dos? serán mas, creo que serán los que el destino desee que sean, como siempre gracias totales.
Fue un día de otoño, cuando la noticia de que el clan irlandés había desaparecido llego a las tierras del tigre blanco, fue un día de otoño, que Dalia al fin pudo dejar de pensar, sin la necesidad de tener a Shen dentro de ella, fue un día de otoño, cuando los empleados fueron por Shen a la casa grande, para informar que la señora Zhao había comenzado con trabajo de parto.— Mi glorioso sol, mi estrella única y cálida, tú puedes con todo mi amor, sé que esto acabara pronto, solo debes soportar un poco más.Dalia no respondió, solo apretó la mano de Shen, mientras Lizbeth limpiaba su frente perlada en sudor, para la familia Zhao el ir a una clínica u hospital era una posibilidad, pero Dalia queria rendir tributo a los dioses que cuidaban las tierras del tigre, demostrando quizás con una prueba de fe que en ellos confiaba y a ellos se encomendaba, fue así, que con ayuda del doctor de la familia, que los primogénitos de la garra derecha nacieron, en la misma habitación donde habían sido e
Dicen que el destino ya está escrito, aguardando solo el ser vivido, y que el amor, solo aparece cuando menos lo buscas o cuando menos lo esperas, otros solo creen en las casualidades de la vida, las vueltas que da, que el mundo es un pequeño pañuelo, y el amor es una eterna apuesta donde lo que se juega es el corazón, pero la verdad es que todo depende de a quien se pregunte, y cuando los doce pequeños tigres comenzaron a crecer, Mei quiso saber, que esperar del destino, pero al parecer, nada era tan fácil.— ¿Qué quieres decir con eso? Eres el monje más anciano de este lugar. — la cabeza del tigre blanco trataba de mantener la calma, mientras abotonaba su camisa, ante la respuesta del monje, pues al parecer el ver su tatuaje en la espalda de la aun joven señora Zhao, ya no era necesario. — Tu debes saber…— Yo solo sé lo que los espíritus quieren mostrar y en este caso, señora Zhao, solo te veo a ti y a tus hermanos siendo felices, eso no quiere decir que no habrá un próximo tigre bl
Dalia y Lizbeth siempre alentaron a sus hijos a ir tras sus sueños, si bien Shen les recordaba que el destino ya estaba escrito, eso no queria decir que solo se sentarán a esperar a que este los alcanzara, fue por ello que no se sorprendieron cuando los mellizos Hikara y Haruki hablaron con Shen, solicitándole el poder ser conocidos como Bach, ya que era su segundo apellido, dejando en claro de esa forma que querían incursionar en las empresas de la familia, juntos, como toda la vida habían estado y aunque sus estudios recién comenzarían, ya que los tres partirían a la universidad al extranjero, querían hacerse desde sus comienzos con un apellido que era bien conocido al nivel empresarial y poco relacionado con la mafia, por lo que Shen estuvo de acuerdo, su ego no se sintió herido en lo más mínimo, porque el negar que sus hijos eran Bach, seria negar que eran parte de su sol y fruto del amor de ambos, y fue así como los tres hijos de Shen partieron a la universidad.Todo aparentaba i
Loan Zhao descendió de su vehículo, y comenzó a subir las escaleras de roca ya desgastadas por el tiempo, pero, que aún se mantenían firmes dando la bienvenida a todo aquel que fuera al monasterio que servía de hogar a los monjes más antiguos de aquellas tierras.A diario se podía ver a importantes familias acudir a aquel lugar, no solo para saber que les deparaba el destino a sus familias, sino que muchos acudían para saber si las esposas y esposos que escogían para sus hijos eran compatibles, se podría decir que en las tierras del oriente eran muy creyentes en la fortuna, pero en especial en el destino, para estas personas todo estaba escrito, desde el día que nacían, y solo los monjes lo podían descifrar; para el líder del tigre blanco, no era la excepción, su matrimonio con Jade Renger fue obra del destino y él lo sabía, aunque su esposa que era extranjera se empecinara en decir que solo fue casualidad.Loan golpeo la puerta de madera maciza, sintiendo un escalofrió descender por
Los hermanos Zhao hacia más de un año que habían dejado su país, Shen Kun estaba en Chicago, no solo estudiando, también aprendiendo todo de su tío Wang, no era fácil para Shen digerir que el próximo tigre blanco seria su hermana, pero así estaba escrito, aun antes de que ellos nacieran, o al menos eso le había dicho su abuelo antes de morir, el viejo Sug había roto las reglas, se suponía que solo Loan podía acudir a los monjes y pedir que el destino del tigre blanco fuera revelado, pero Sug Zhao rompió esa ley y no queria llevarse el secreto a la tumba.— Abuelo, deja que mejor llame a mi padre. — pidió el joven de cabello rubio y ojos negros, al ver que el tiempo de su abuelo Sug estaba llegando a su fin.— No, Loan no sabe, nadie sabe lo que te voy a contar, será nuestro secreto. — Shen no pudo evitar sonreír, iba a extrañar esa complicidad que solo tenían con su abuelo, pues el mayor era el confidente de los tres jóvenes Zhao y viceversa.— Bien, dime. — dijo dándose por vencido.
Huang Lei veía fijamente el techo de su cuarto, no terminaba de comprender lo que había sucedido, o, mejor dicho, no queria comprenderlo, ¿cómo podía ser posible que Renzo Bach le hiciera semejante cosa? solo por un pequeño pleito de niños.Su mente recreo aquel día, o mejor dicho noche, ese primer y único encuentro que había tenido con el castaño.Habían llegado a Nueva York, se suponía que solo sería una pequeña parada para luego continuar su viaje a Chicago, aun siendo niños, sabían que lo que sucedería esa noche era importante para el mundo en general, pero más para las mafias, ya que cada clan existente estaba allí y solo eso explicaba el motivo por el que ellos estaban en la mansión Bach, sus enemigos jurados, pero solo porque así estaba escrito en los pergaminos, algo había sucedido muchos años atrás y se había establecido que los Bach nunca pisarían el país que manejaba el clan Zhao, sin embargo el tigre blanco había llegado no solo a los dominios de los Bach, sino que a la mi
Renzo subió al avión privado, junto con Walter, y respiro con alivio cuando vio a la pequeña Lizbeth allí.— Hola hermosa. — saludo el castaño y la rubia lo acribillo con la mirada.— Walter hazme el favor y por una vez en la vida actúa como mi hermano mayor y haz que tu amigo desaparezca de mi vista. — lo odiaba, con todas sus fuerzas, no importaba que hubiera pasado un año detrás de ella, ni sus estúpidas flores, ni que le rogara frente a todos en la universidad, Lizbeth jamás lo perdonaría y Renzo lo sabía por más molestia que le causara.— ¿Podrías comportarte como la adulta que se supone que eres? — refuto quitando la sonrisa de su bello rostro para ver a la joven con dureza, al tiempo que se sentaba frente a ella, Walter solo suspiro y se largó a la habitación que el avión privado poseía, ver discutir a esos dos lo estresaba, en especial porque Walter consideraba a ambos sus hermanos, aunque Renzo no tuviera ningún vínculo sanguíneo con ellos.— Oh, créeme, Renzo, demasiado adul
Nueva York:— Mi Ángel, mi amor, solo tú, lo has sido todo para mi… — el aire ingresaba con dificultad, mientras su mano ensangrentada acariciaba su cabellera. — Sin ti, nunca hubiera sabido lo que es el amor. — se estaba despidiendo y ella lo sabía, sus ojos celestes brillaban con fervor, no se veían como los ojos de un moribundo, Matt jamás podría lucir así.— Si alguna vez me hubieran dicho que el Ángel de la muerte tenía un lado tan cursi, no lo hubiera creído. — el pelirrojo se hinco a su lado, Melody, quien estaba con la cabeza recostada en las piernas del afamado asesino Matt Ángel, su esposo, tuvo la intención de disparar, pero apenas sostuvo su arma, sintió la diferencia de peso, claro que sí, ella era la susurradora, ella era igual que su esposo, sabía que las balas se habían terminado y ni ella, ni Matt tenían la fuerza para matarlo con sus manos.— Verdugo. — susurro llena de odio, no podía irse aún, no cuando cargaba la información que en ese momento le estaba quemando el