Mientras la lucha se lleva a cabo en medio de pasillos de cemento, Andro se encuentra dudando de qué es lo que debería hacer.

En su mano cuenta con una pócima que es beneficiosa y perjudicial al mismo tiempo.

—Si tomo esto —decía él en voz baja— puedo recuperar mi fuerza e incluso potencializar mi poder pero…— se quedaba pensando en las consecuencias.

—Cuando el efecto pase quedaré absolutamente vulnerable ante cualquier ataque, y nada me garantiza un tiempo estimado de función como podrían ser minutos podrían ser horas.

¿Estaba dispuesto a arriesgarse de esa manera?

A pesar de sentirse débil Andro sabía que tenía una pequeña posibilidad de defenderse contra los licántropos.

Pero en ese momento sintió la presencia de ella…

—Maldición Olala se encuentra aquí— susurró maldiciendo su suerte.

Ya no tenía opciones, ya no podía retrasar más tomar ese líquido.

A pesar de poder enfrentarse a licántropos, a varios a la vez con la poca fuerza y energía que tenía, en ese momento sería simplement