La tensión en el lugar era inminente, Alfa Caleb a pesar de haber observado durante meses a una larga distancia a Lita, ahora en este instante, la sentía más lejana que en ese momento.

Y eso le dolía demasiado, mucho más de lo que podría aceptar en voz alta.

Lita mantenía la mirada baja, tratando de contener toda su tristeza y desesperación, así que un solo instante de valentía fue suficiente para levantar el rostro y mostrarse completamente vulnerable ante él.

—Caleb— Dijo como una especie de susurro, una caricia que se había negado a sentir durante mucho tiempo,— el olor de mi cachorro ha cambiado… es verdad… puedo sentir tu sangre en él pero…—Cada palabra era una herida para el corazón de Lita, la respuesta de su próxima pregunta marcaría su destino— ¿sería suficiente para ti? ¿sería suficiente?

— Sí claro— Responde Caleb decidido, sin confusión alguna.

Lita se cambia de un pie a otro, mostrando su nerviosismo, pero debía ser fuerte.

— No me estás entendiendo— dijo Lita negando con